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Dónde trabajamos

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Dónde trabajamos

Los mecanismos internacionales de derechos humanos (mecanismos) incluyen el Consejo de Derechos Humanos (CDH), sus procedimientos especiales (expertos independientes y grupos de trabajo) y el Examen Periódico Universal (EPU) y los órganos creados en virtud de tratados. Su seguimiento y análisis, así como su interacción con los Estados y con una amplia gama de partes interesadas, ayudan a identificar fortalezas y debilidades en la legislación y práctica de derechos humanos y crear oportunidades para la reforma. El apoyo que brindamos a los mecanismos es un elemento fundamental de nuestra labor.

El aumento de los requisitos para la presentación de informes y el volumen de las recomendaciones de los mecanismos han dado lugar a lagunas de aplicación en muchos Estados. La aplicación de las recomendaciones de los mecanismos de una manera holística e integrada requerirá mejorar la eficacia de la coordinación, comunicación y acción.

En los próximos años fortaleceremos el vínculo entre la labor de los mecanismos y la acción requerida a nivel nacional mediante la creación de alianzas entre el sistema de las Naciones Unidas, los Estados miembros y otras partes interesadas. Aprovecharemos mejor los puntos de ingreso clave para la ejecución, como los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) y el programa de prevención del Secretario General de las Naciones Unidas, y brindaremos herramientas para respaldar la aplicación de las recomendaciones. También intentaremos ampliar la intervención de los actores no tradicionales en los mecanismos, sobre todo de quienes trabajan en los problemas emergentes de derechos humanos, y optimizaremos su significativo papel preventivo en la anticipación y prevención de violaciones.

Junto con nuestros aliados, durante el período 2018 a 2021 trabajaremos para que:

Las estructuras institucionalizadas nacionales faciliten un enfoque integrado y participativo para la presentación de informes a los mecanismos de derechos humanos y la aplicación de sus recomendaciones.

Ayudaremos a elaborar sistemas adicionales y apoyaremos los mecanismos nacionales existentes de presentación de informes y seguimiento (NMRF por su sigla en inglés), a fin de mejorar la aplicación de las recomendaciones de todos los mecanismos internacionales de derechos humanos. Apoyaremos a los gobiernos para que fortalezcan su compromiso, coordinación, consulta y capacidad de gestión de la información, con la atención puesta en garantizar que las consultas sean significativas; y ayudaremos a los Estados a elaborar planes de aplicación y usar bases de datos conexas para el seguimiento. Unos términos de referencia modelo para los mecanismos nacionales de presentación de informes y seguimiento, directrices y listas de verificación, así como la difusión de buenas prácticas darán sustento a estos esfuerzos.

Las organizaciones de la sociedad civil, las instituciones nacionales de derechos humanos y los actores no tradicionales, sobre todo quienes trabajan en problemas emergentes de derechos humanos (las cuestiones frontera) aumenten su intervención en los mecanismos internacionales de derechos humanos y hagan uso de sus resultados.

Llegaremos a las organizaciones de la sociedad civil, las instituciones nacionales de derechos humanos y los actores no tradicionales para la construcción de redes de aprendizaje transversal y la creación de una plataforma en línea única para la participación en los mecanismos, y aprovecharemos las vías de comunicación modernas para facilitar el intercambio bidireccional de información durante las audiencias de los mecanismos. Realizaremos campañas específicas de comunicación y desarrollaremos herramientas para la creación de capacidad en cuestiones emergentes de derechos humanos a fin de aumentar la participación de los actores que no estén familiarizados con los mecanismos.

Los formuladores de políticas, los legisladores y los tribunales hagan mayor uso de las conclusiones de los mecanismos internacionales y regionales de derechos humanos.

Las conclusiones incluyen tanto las recomendaciones temáticas y por países, como las medidas de protección provisionales y urgentes. Nos propondremos intensificar su difusión por los equipos de coordinación interinstitucionales de las Naciones Unidas en los países (UNCT por su sigla en inglés), listados de formadores y comunidades de práctica de funcionarios del Estado. También ayudaremos a los formuladores de políticas, legisladores y tribunales a trasladarlas a las políticas, legislación y decisiones nacionales, y a poner en marcha procesos para garantizar que las medidas urgentes lleguen a los actores pertinentes con prontitud.

Los mecanismos internacionales de derechos humanos contribuyan a la producción de leyes y jurisprudencia internacionales, en particular en el contexto de las nuevas inquietudes en materia de derechos humanos (cuestiones «frontera»).

Respaldaremos las acciones de los mecanismos para identificar los vacíos existentes en el derecho internacional y daremos orientación jurisprudencial sobre nuevas cuestiones en materia de derechos humanos.

Aumentaremos nuestra capacidad interna; identificaremos a expertos y foros fundamentales en asociación con los Estados, la ONU y los organismos regionales, las instituciones nacionales de derechos humanos y organizaciones de la sociedad civil; organizaremos plataformas y reuniones para detallar asuntos jurídicos o esclarecer las normas; aumentaremos la colaboración y la participación de los mecanismos en las organizaciones regionales de derechos humanos, y redactaremos directrices para facilitar su participación en procedimientos judiciales, en el papel de amicus curiae o testigos expertos.

Los mecanismos internacionales de derechos humanos sean cada vez más eficaces en la promoción y protección de los derechos humanos.

Nos centraremos en lograr la coherencia de los mecanismos y promover una mayor integración en los distintos procesos que influyen en su funcionamiento. Para ello aumentaremos la concienciación entre los mecanismos y los funcionarios estatales acerca de la importancia de las recomendaciones concretas, prácticas y que se refuerzan entre sí; elaboraremos herramientas para la creación de capacidades y políticas, para garantizar un enfoque holístico en la aplicación de las recomendaciones de los mecanismos, y desarrollaremos herramientas de información para analizar tendencias y patrones en materia de derechos humanos, como forma de contribuir a la prevención de las crisis y a las alertas tempranas.

Trabajaremos para garantizar que los mecanismos sean más accesibles y visibles, mediante el uso más intensivo de videoconferencias y transmisiones vía web y documentaremos y difundiremos historias sobre los efectos de los mecanismos sobre la vida de las personas.

El trabajo en estos pilares cubre los componentes básicos de nuestro mandato, lo que permite la cobertura universal, aunque estratégica (dados los recursos limitados) de los derechos humanos en todos los países. Estos pilares temáticos son indivisibles e interdependientes y se refuerzan mutuamente.

Cuatro grandes «transformaciones» en nuestro enfoque que podrán adaptar mejor nuestro trabajo al cambiante contexto externo.

Ellas nos ayudarán a centrarnos en las principales amenazas a los derechos y en las oportunidades clave para potenciar el apoyo y así mejorar la protección y promoción de los derechos. Las transformaciones que realizaremos en nuestros seis pilares son:

  • i.  Apoyar la prevención de conflictos, violencia e inseguridad.
  • ii. Proteger y ampliar los espacios cívicos.
  • iii. Apoyar y aumentar el alcance mundial de los derechos humanos.
  • iv. Cumplir con los derechos humanos en el contexto de las preocupaciones mundiales emergentes («cuestiones frontera en materia de derechos humanos»).

Estas «transformaciones» unirán todavía más nuestras acciones como una sola Oficina; impulsarán la coherencia, la escala y los efectos mensurables de los derechos humanos en un mundo incierto.

Nuestra labor se «centrará en las personas». Asimismo, en todo lo que hacemos, incluso cuando nos centramos en los derechos humanos de otros grupos poblacionales, prestaremos especial atención a los derechos humanos de las mujeres, los jóvenes y las personas con discapacidad. En apoyo del compromiso relativo a los derechos humanos de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible («no dejar a nadie atrás»), destacaremos las preocupaciones sobre los derechos humanos de las mujeres, los jóvenes y las personas con discapacidad, incluso en su calidad de defensores de derechos.