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Dónde trabajamos

La gestión del Fondo está a cargo del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (ACNUDH), que lo administra en nombre del Secretario General, con el asesoramiento de una Junta de Síndicos. La Secretaría del Fondo está compuesta por miembros del personal del ACNUDH con sede en Ginebra (Suiza). La Secretaría es responsable de todas las funciones administrativas del Fondo, entre otras la de monitorear y evaluar el uso de las subvenciones, mantener el contacto con los contribuyentes y beneficiarios, elaborar informes y prestar servicios a la Junta de Síndicos.

A fin de garantizar la transparencia de las subvenciones, el Fondo ha elaborado una metodología exhaustiva para evaluar las candidaturas, seleccionarlas mediante un proceso de examen competitivo y dar seguimiento a la aplicación de los fondos otorgados.

Tras recibir las solicitudes de subvención a través de una licitación anual, la Secretaría del Fondo las examina para determinar su admisibilidad. Luego lleva a cabo una evaluación exhaustiva, que comienza por revisar los formularios y comprobar las referencias. Como parte del proceso de evaluación, se realizan visitas sobre el terreno a todas las entidades que solicitan subvenciones por primera vez y, periódicamente, también a los beneficiarios vigentes. El personal del ACNUDH destacado sobre el terreno, la Secretaría del Fondo y la Junta de Síndicos efectúan las visitas para evaluar la capacidad institucional de los solicitantes -incluida sus competencias, procedimientos financieros y administración- para responder a las necesidades de los supervivientes de la tortura. Las visitas se realizan con arreglo a un manual pormenorizado y, al término de la gira, se elabora un informe de misión con documentos de apoyo.

Sobre la base de la evaluación realizada por la Secretaría y los ingresos disponibles, la Junta de Síndicos recomienda al Alto Comisionado qué subvenciones se deben conceder.

Las organizaciones que han recibido una subvención deben presentar luego un informe final al término del año que dura la ejecución del proyecto. En ese informe se reflejan los resultados alcanzados y la información sobre el número de víctimas que han recibido asistencia, ilustrados con la descripción de diez estudios de casos anónimos. Los datos de las víctimas se desglosan por sexo, edad, nacionalidad, situación legal y tipo de asistencia otorgado a los beneficiarios. A las organizaciones receptoras se les exige también que presenten informes financieros anuales sobre el uso de las subvenciones.

Si la Secretaría recibe denuncias relativas a la gestión inadecuada de un proyecto, las Directrices del Fondo estipulan que se puede suspender la entrega de nuevas subvenciones o que se puede exigir a la organización receptora que no gaste los fondos recibidos hasta que la situación se aclare. En determinados casos, la Secretaría o la Junta pueden pedir que la organización devuelva la subvención, si ésta no se empleó de conformidad con la solicitud aprobada, si los informes son insatisfactorios o si hay otros incumplimientos.

El Fondo se administra de conformidad con las normas y reglamentos de las Naciones Unidas.