30º aniversario del Fondo de Contribuciones Voluntarias de la ONU para las Víctimas de la Tortura

Cada día, miles de personas en todo el mundo sufren la tortura y sus secuelas.

La lucha contra la tortura requiere un esfuerzo concertado y sostenido de los gobiernos y la sociedad civil a nivel local, nacional, regional e internacional, con el apoyo de las Naciones Unidas.

En 1981 se creó el Fondo de Contribuciones Voluntarias de las Naciones Unidas para las Víctimas de la Tortura con el fin de recibir contribuciones voluntarias de gobiernos, organizaciones y particulares y proporcionar asistencia humanitaria a las víctimas de la tortura y a sus familiares. Estas contribuciones se destinan a una gran variedad de organizaciones no gubernamentales de todo el mundo, que prestan servicios de rehabilitación a las víctimas de la tortura. El Fondo de Contribuciones Voluntarias de las Naciones Unidas es ahora uno de los mayores fondos fiduciarios humanitarios de las Naciones Unidas.

Desde su creación, el Fondo ha proporcionado un apoyo financiero esencial a muchas organizaciones, que a su vez han permitido a las víctimas hacer frente a las devastadoras consecuencias físicas y psicológicas de la tortura, con el fin de reconstruir sus vidas.

Este año se cumple el 30º aniversario del Fondo. Es un momento para celebrar los logros y reconocer la labor del Fondo, las organizaciones no gubernamentales a las que ha apoyado y la generosidad de los donantes que han contribuido al Fondo.

El 30º aniversario es también el momento de renovar nuestro compromiso con la creación de una sociedad con tolerancia cero hacia la tortura.

Con este motivo, del 21 al 30 de junio de 2011 se celebra en el Palacio de las Naciones de Ginebra una exposición de obras de arte y artefactos realizados por víctimas de la tortura. La exposición presenta pinturas, cuadros, esculturas y otros tipos de expresiones artísticas creadas por las víctimas como parte de su proceso de rehabilitación. El Día Internacional de Apoyo a las Víctimas de la Tortura se celebra el 26 de junio.

Obras de arte y artefactos de las víctimas de la tortura

La terapia artística es el uso terapéutico de la creación de arte, realizado en colaboración con profesionales capacitados, por personas que han experimentado un trauma, incluida la tortura. El arte es un lenguaje universal que permite a las víctimas de la tortura expresar a través de imágenes lo que no han podido expresar con palabras. A través del proceso creativo, que va seguido de una reflexión con terapeutas formados, las personas que se someten a la terapia artística suelen ser más capaces de afrontar el estrés de las experiencias traumáticas. Por lo tanto, se reconoce como un medio para ayudar a sanar y empoderar a las víctimas de la tortura y puede ser un primer paso importante en la restauración de su sentido de sí mismo y la recuperación de su dignidad, lo que les permite reconstruir sus vidas.