Foco temático DH75: Derechos humanos, prevención y paz
07 julio 2023
La Declaración Universal de Derechos Humanos y el sistema internacional de derechos humanos se crearon como modelo para prevenir conflictos y lograr la paz.
Asimismo, desempeñan un papel especial a la hora de evitar la escalada de violencia. Al igual que la guerra, los conflictos y la inseguridad exacerban los casos de violaciones de los derechos humanos, mientras que las sociedades que respetan los derechos humanos experimentan menos violencia e inseguridad. Son más resistentes e inclusivas según muestran los informes sobre derechos humanos.
En una reunión, reciente, el Jefe de Derechos Humanos, Volker Türk, afirmó que los derechos humanos son el mejor punto de partida para prevenir las crisis y lograr la paz.
"El pleno respeto de los derechos humanos constituye la mejor manera de combatir las desigualdades, los agravios sin resolver y la exclusión, que suelen dar origen a la inestabilidad y los conflictos", indicó Türk.
La labor de derechos humanos, por su naturaleza, suele responder ante los acontecimientos y llega después de producirse violaciones de derechos humanos, conflictos o crisis. Para hacer frente a los retos actuales, Derechos Humanos de las Naciones Unidas está reforzando su enfoque en la prevención con el propósito de actuar con mayor prontitud y de forma más estratégica ante el riesgo de violaciones, conflictos o crisis antes de que repercutan en la vida de las personas, explicó James Turpin, Jefe de la Sección de Prevención y Mantenimiento de la Paz de Derechos Humanos de las Naciones Unidas.
"Los derechos humanos tienen un poder preventivo", señaló Turpin. "Resultan fundamentales para abordar las causas y las repercusiones de todas las crisis complejas, y para construir sociedades sostenibles, seguras y pacíficas".
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Una óptica y acción firmes en el ámbito de los derechos humanos, basadas en normas de eficacia comprobada, nos alejan del caos y el conflicto, promueven el desarrollo y generan confianza
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DERECHOS HUMANOS DE LAS NACIONES UNIDAS JEFE DE DERECHOS HUMANOS, VOLKER TÜRK
Enfoque en la prevención
Desde Siria hasta Sri Lanka y Colombia, la Oficina está intensificando sus esfuerzos para prevenir los conflictos, la violencia y la inseguridad, incluso abordando el papel que desempeñan las desigualdades, la impunidad y la discriminación en el desencadenamiento de los conflictos.
Esto implica el refuerzo de los trabajos dedicados a los indicadores y datos de derechos humanos para garantizar que la información en esta materia y el análisis de riesgos sirvan de base para la alerta temprana, la planificación y la preparación en todo el sistema de las Naciones Unidas.
Los Equipos de Respuesta de Emergencia (ERE) de la Oficina proporcionan alerta temprana y análisis de riesgos en materia de derechos humanos para responder ante crisis de derechos humanos potenciales, incipientes o actuales. Los ERE, situados en todas las Oficinas Regionales de Derechos Humanos de las Naciones Unidas, desempeñan un papel fundamental a la hora de detectar las causas principales de los conflictos y forman parte de la creciente labor de la Oficina para que la prevención y la consolidación de la paz sean una realidad sobre el terreno.
"Nuestro objetivo son los datos y la información necesarios para actuar con prontitud, de modo que podamos proteger los derechos humanos de quienes se quedan atrás", afirmó Adrian Combrinck, Responsable de Información del Equipo de Respuesta de Emergencia en Sudáfrica.
Los países de la región meridional de África se encuentran entre los más desiguales del mundo, con un alto costo de la vida, un fuerte endeudamiento y una creciente inseguridad alimentaria. El cambio climático y la creciente crisis energética añaden más presión a una región que sufre malestar social, desempleo y la reducción del espacio democrático. El trabajo de Combrinck y su equipo consiste en analizar todos estos riesgos en 14 países para ayudar a que el sistema de las Naciones Unidas se centre en la prevención de las violaciones de derechos humanos.
Para detectar y corregir las causas de los conflictos, la Oficina también está elaborando indicadores sólidos sobre los asesinatos y la violencia contra los defensores y las defensoras de los derechos humanos, la sociedad civil y los medios de comunicación, así como sobre las muertes relacionadas con los conflictos. Este trabajo puede basarse en el análisis de información de dominio público, por ejemplo, para rastrear los bloqueos a internet y otras cuestiones relevantes para la alerta temprana.
Al mismo tiempo, los mandatos y mecanismos de derechos humanos, como los Procedimientos Especiales del Consejo de Derechos Humanos y los órganos de tratados, ofrecen herramientas únicas para alertar de las violaciones de derechos humanos. Apoyan a los Estados y a la sociedad civil mediante el desarrollo de la capacidad de identificar y abordar problemas que, de no tratarse, pueden afianzarse y derivar en conflictos y crisis.
El impulso de la Oficina hacia un enfoque más preventivo es acorde con el Llamamiento a la Acción en favor de los Derechos Humanos del Secretario General, el cual insiste en que la mejor forma de protección es evitar las amenazas a la vida y los derechos de las personas en primer lugar, y que no hay mejor garantía de prevención que el hecho de que los Estados Miembros asuman sus responsabilidades en materia de derechos humanos.
Derechos económicos, sociales y culturales
Pero una alerta temprana y una prevención eficaces exigen que se preste atención a todos los derechos humanos —los derechos económicos, sociales y culturales al igual que los civiles y políticos— y que los riesgos se aborden lo antes posible en contextos de desarrollo y en respuesta a crisis y operaciones de paz.
Marlene Urscheler, coordinadora de la Unidad de Análisis y Prevención de Riesgos de la Sección de Intervención en Situaciones de Emergencia de la División de Operaciones sobre el Terreno y Cooperación Técnica, afirmó que reforzar los vínculos entre comunidades e incrementar la confianza y el desarrollo inclusivo es esencial para una paz sostenible.
"Las violaciones de los derechos económicos, sociales y culturales pueden ser tan importantes como las violaciones de los derechos civiles y políticos, pero se suelen pasar por alto", aseveró Urscheler.
Sin embargo, en muchos casos cuestiones como los derechos a la tierra, el acceso a la atención sanitaria o la seguridad alimentaria son los factores subyacentes que alimentan la tensión en las comunidades.
La prevención nos anima a retroceder y a cambiar nuestro enfoque de forma creativa.
En Paraguay, por ejemplo, la recopilación y visualización de datos y tendencias sobre presuntos desalojos forzosos de comunidades campesinas e indígenas contribuyó a destacar los riesgos de un mayor malestar social y violencia. Gracias a esta labor, la Oficina pudo colaborar de forma más eficaz con el gobierno, las Naciones Unidas, la sociedad civil y las comunidades locales en la adopción de medidas para mitigar el riesgo de conflicto en torno a los derechos a la tierra.
En la región africana del Sahel, donde el cambio climático está repercutiendo negativamente en un gran abanico de derechos como el acceso a alimentos, el saneamiento, la salud y la educación, la Oficina se encuentra desarrollando un proyecto para detectar los riesgos que pueden entrañar la migración forzosa y su impacto en la paz y la seguridad para los derechos humanos.
Rendición de cuentas
La rendición de cuentas y la participación también son fundamentales para crear y mantener la confianza entre las comunidades y el Estado y mantener la paz. Este es el caso, en concreto, de las situaciones de graves violaciones de derechos humanos.
El llamamiento a la justicia y la rendición de cuentas reverbera profundamente en Yasmin Ullah. Ullah, activista rohinyá de derechos humanos, huyó con su familia del conflictivo estado de Rakhine, en Myanmar, a los 3 años. Esta activista de 31 años vive en Canadá, pero relata que no puede pensar en su país "sin sentir un nudo en la garganta".
Al intervenir ante el Consejo de Derechos Humanos durante una mesa redonda reciente sobre las violaciones de derechos humanos de los rohinyás y otras minorías en Myanmar, Ullah afirmó que el país necesita una comisión de la verdad y la reconciliación para asumir el legado de atrocidades y violaciones masivas de derechos humanos.
"La única forma de superar este dolor y angustia en Myanmar es creando una comisión nacional de la verdad que ayude a sanar y reconciliar a las comunidades y a encontrar un camino para avanzar", afirmó. También añadió que esa comisión proporcionaría el reconocimiento tan necesario a las víctimas y constituiría un paso importante hacia la reconciliación.
Según Ullah, que acaba de publicar un libro sobre mitos y leyendas rohinyás para niños, la rendición de cuentas y la justicia de transición son las únicas fórmulas duraderas para garantizar que las violaciones de derechos humanos del pasado no siembren la semilla de crisis futuras.
"Los derechos humanos son también la base de la reconstrucción y el empoderamiento de las comunidades".