Inteligencia Artificial: Un cambio revolucionario para el desarrollo sostenible
14 junio 2024
"Ciertos avances sin precedentes en tecnología digital, incluyendo la Inteligencia Artificial generativa, nos ofrecen oportunidades imposibles de imaginar en el pasado para seguir progresando en el disfrute de los derechos humanos y contribuir así a rescatar la Agenda 2030," declaró el Jefe de Derechos Humanos de las Naciones Unidas Volker Türk en su declaración sobre su visión, “Human Rights: A Path for Solutions.”
La IA fue el principal foco de atención en la quinta cumbre anual AI for Good Global Summit celebrada en Ginebra, Suiza. La cumbre supone la plataforma líder de las Naciones Unidas orientada a emprender acciones con el fin de promover la IA para conseguir avances en materia de salud, clima, género, prosperidad inclusiva, infraestructura sostenible, además de otras prioridades para el desarrollo global.
"Al tiempo que el uso de la IA continúa evolucionando y afectando a nuestras vidas diarias, es fundamental que nos aseguremos de que su desarrollo beneficia a todo el mundo," aseveró Türk en la Cumbre a la vez que afirmaba cómo esta suponía una oportunidad inestimable para poder trabajar en políticas y gobernanza que prevengan abusos de derechos causados por la IA.
La Cumbre fue organizada por la Unión Internacional de Telecomunicaciones, la agencia de las Naciones Unidas especializada en tecnología de la información y las comunicaciones, en asociación con 40 agencias de las Naciones Unidas, incluyendo a Derechos Humanos de las Naciones Unidas y el gobierno suizo. La Cumbre aspiraba a identificar aplicaciones prácticas para la IA, encontrar soluciones con un alcance global, así como acelerar el avance hacia los Objetivos de Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas.
"Nuestra presencia en la Cumbre AI for Good viene a significar la evidencia de la importancia de integrar aspectos sobre derechos humanos en la estructura de la innovación tecnológica," señaló Peggy Hicks, Directora de la División de Actividades Temáticas, Procedimientos Especiales y Derecho al Desarrollo en Derechos Humanos de las Naciones Unidas. "Nosotros y nosotras creemos que gracias a iniciativas emprendidas por múltiples interesados, podemos conseguir un equilibrio en el cual el potencial transformador de la IA pueda hacerse realidad de tal forma que sirva para impulsar, en lugar de para debilitar, los derechos humanos."
Este evento anual reunió a funcionarios de las Naciones Unidas, destacados expertos y expertas en tecnología, empresas tecnológicas y jóvenes entusiastas en la tecnología, con el fin de participar en mesas redondas y talleres que abarcaban una amplia serie de cuestiones tales como la accesibilidad de todas las personas a la IA, el otorgar capacidades a las personas con discapacidades gracias a la tecnología, la destrucción medioambiental y el desarrollo sostenible, el cambio climático, la transformación de los servicios públicos, la IA generativa y la autenticidad en los medios de comunicación, así como los sistemas de alerta temprana que sirven para predecir el futuro.
"La inteligencia artificial está cambiando nuestro mundo y nuestras vidas, además de tener la capacidad para propulsar el desarrollo sostenible. Desde facilitar el acceso a la educación y la asistencia sanitaria en zonas remotas, hasta ayudar a los agricultores a multiplicar sus cosechas. Desde diseñar viviendas y transportes sostenibles, hasta proporcionar alertas tempranas de desastres naturales,» afirmó el Secretario General de las Naciones Unidas Antonio Guterres en su mensaje en vídeo enviado a la Cumbre. «La IA podría suponer un cambio revolucionario para los ODS.»
«Pero para poder transformar su potencial en una realidad, es necesario reducir los sesgos, la desinformación, además de las amenazas para la seguridad que conlleva la IA, en lugar de empeorarlos,» aseguró Guterres. «También exige ayudar a los países en desarrollo a sacar el máximo potencial a las ventajas que ofrece la IA. Conectando a las personas sin conexión. Desarrollando capacidades a partir de la funcionalidad, datos y gobernanza de la informática. Necesitamos de coordinación global para poder construir una IA que sea segura e inclusiva, además de accesible para todas las personas.»
Esta es la razón por la que la Oficina, que lidera la esfera de la relación entre las empresas y los derechos humanos dentro del sistema de las Naciones Unidas, creó el Proyecto sobre Empresas y Derechos Humanos en la Tecnología (Proyecto B-Tech) en 2019, como plataforma para poder tratar estas cuestiones ofreciendo una hoja de ruta autorizada para aplicar los Principios Rectores de las Naciones Unidas sobre las Empresas y los Derechos Humanos (UNGPs) en el desarrollo y uso de las tecnologías digitales.
A través del Proyecto B-Tech, la Oficina trabaja directamente con empresas como Microsoft, Hewlett Packard Enterprise, Google, y Meta, entre otras, para tratar los desafíos para los derechos humanos que conlleva la IA generativa. El proyecto no solamente colabora con socios privados, sino también con gobiernos, el mundo académico, además de la sociedad civil, ofreciendo un espacio seguro para trabajar juntos y aprender unos de los otros.
«La tecnología digital debe funcionar como un motor para hacer realidad los derechos humanos y los ODS. Pero esto no va a ocurrir por sí solo. El aplicar la debida diligencia en materia de derechos humanos a todo el ciclo de vida del desarrollo del diseño de la tecnología puede contribuir a prevenir efectos negativos y a asegurar que la tecnología está al servicio de la humanidad, y no al contrario,» aseguró Hicks.
Derechos Humanos de las Naciones Unidas ofrece orientaciones concretas para adoptar un enfoque con base en los derechos humanos sobre el desarrollo y aplicación de las tecnologías, incluyendo la IA, asegurando que estas tecnologías respetan la dignidad y derechos de todas las personas, añadió Hicks.
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El marco de los derechos humanos, tal como ha venido desarrollándose y aplicándose durante décadas, constituye una base fundamental para hacer frente a las numerosas cuestiones que plantea la esfera digital, incluyendo los aspectos que afectan a la privacidad, nuestra dignidad y nuestras opiniones.
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Jefe de Derechos Humanos de las Naciones Unidas Volker Türk
AI para el medioambiente
Durante la Cumbre se celebraron mesas redondas donde se trataron una gran variedad de cuestiones temáticas que incluyeron la IA y la cuestión de género, la paz y la seguridad, así como la sanidad. Para el Programa de las Naciones Unidas para el Medioambiente (UNEP, según siglas en inglés), el centro de interés de su trabajo se situó en la IA y el medioambiente para ayudar a hacer frente a la triple crisis planetaria, la cual incluye conseguir la estabilidad climática, la armonía con la naturaleza, además de un planeta libre de contaminación.
«En todos estos ámbitos, trabajamos con dos cuestiones principales en mente, nosotros lo llamamos las dos caras de la moneda, cómo podemos hacer uso de la tecnología para hacer realidad estos objetivos, y por otro lado, cómo podemos lograr que la propia tecnología sea sostenible y responsable,» explicó Golestan Sally Radwan, Directora Ejecutiva en Tecnologías Digitales en UNEP, durante su presentación.
Una de estas iniciativas es EnvironmentGPT, una aplicación innovadora de tecnología de Modelo de Lenguaje de Gran Tamaño con fines medioambientales.
«Nosotros diseñamos esta [aplicación] juntamente con el AI for Good Lab en Microsoft,» explicó Radwan. «Se trata de una colaboración con fines investigativos que se encuentra actualmente en su versión beta privada. Está actualmente limitada a responder preguntas sobre cuestiones acerca del Cambio Climático y la Contaminación del Aire, aunque se ampliará en el futuro para abarcar otras áreas medioambientales. Las principales diferencias que distinguen EnvironmentGPT y ChatGPT estriban en que EnvironmentGPT se entrenó a partir de un conjunto de datos científicos aprobados por UNEP con el objeto de minimizar las alucinaciones de la IA, y para que siempre proporcione la referencia a partir de la cual elaboró su información, con el fin de permitir la trazabilidad y la transparencia de los datos recogidos.»
UNEP viene también analizando las repercusiones que el desarrollo de estas tecnologías tiene para el medioambiente, cuantificando la huella completa que dejan los ciclos de producción, para que de ese modo Estados y empresas puedan llegar a un acuerdo sobre límites, normas, y mejores prácticas destinados a minimizar el impacto, añadió ella.
«Es vital que los Estados presten una mayor atención al derecho a beneficiarse de la ciencia,» declaró Türk en su declaración de su visión sobre ciencia y derechos humanos. «Esto incluye proteger el espacio para la investigación científica y para el debate y la toma de decisiones basados en pruebas, incluyendo los que hacen referencia a las crisis medioambientales, los gobiernos y el sector han de adoptar medidas decisivas para poner fin a la desinformación, los ataques contra expertos y expertas y los conflictos de intereses.»
Existe ya un consenso sobre cómo los derechos humanos se aplican a las tecnologías digitales, pero según afirma Türk, hay una desconexión con la capacidad para traducir todo esto en la práctica.
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Situar a los derechos humanos como la base de nuestra manera de desarrollar, usar y regular la tecnología es absolutamente esencial para poder diseñar nuestra respuesta a estas crisis.
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Jefe de Derechos Humanos de las Naciones Unidas Volker Türk
Una manera de poder crear esta conexión, y que Türk confía en poder establecer, es a través del Pacto Digital Mundial, un Mecanismo de Asesoramiento sobre Derechos Humanos en la Esfera Digital, el cual recibirá el apoyo de mi Oficina. Él aclaró que este servicio podría suponer un recurso para Estados, empresas, y otros, al tiempo que desarrollan legislación, políticas y prácticas.
«Dada la velocidad del desarrollo de la tecnología y su aplicación generalizada en muchos sectores, es vital garantizar la participación significativa y sostenida de todos los interesados en cómo se desarrolla y gobierna la tecnología,» aseguró Hicks. «Esto incluye a Estados, la sociedad civil, empresas, el mundo académico y todo el sistema de las Naciones Unidas. Trabajando de forma conjunta, podremos obtener el máximo beneficio de tecnologías como la IA a la vez que atenuamos y prevenimos de manera eficiente los riesgos y daños asociados para los derechos humanos.»