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Experto: La destrucción de viviendas durante un conflicto es un crimen internacional
04 noviembre 2022
«Debemos dejar de mirar hacia otro lado ante la destrucción generalizada o sistemática de viviendas civiles en un conflicto. Debemos detener este crimen que tiene un nombre concreto: domicidio,» afirmó Balakrishnan Rajagopal, Relator Especial de las Naciones Unidas sobre una vivienda adecuada.
Rajagopal realizó esta declaración durante la presentación de su informe a la Asamblea General de las Naciones Unidas. Él explicó que los conflictos en los que las viviendas de civiles son atacadas de forma deliberada han dejado a millones de personas desplazadas y han dado como resultado las violaciones más graves del derecho a una vivienda.
«El ataque y bombardeo de objetivos civiles y la destrucción de ciudades y pueblos enteros, convirtiendo a millones de personas en personas sin hogar, ha continuado de forma incesante a pesar de la consolidación de una legislación moderna sobre derechos humanos y del derecho humanitario,» aseguró Rajagopal.
Rajagopal hizo un llamamiento a la comunidad internacional a reconocer estas violaciones graves del derecho internacional como «domicidio», un delito específico conforme al derecho penal internacional.
«Yo he sido testigo de cómo en solo unos segundos una vivienda, la culminación de los esfuerzos de toda una vida, el orgullo de familias enteras, desaparecía y quedaba convertida a escombros, afirmó. «No solo queda destruida una vivienda. También quedan destruidos los ahorros de familas enteras; sus recuerdos; su consuelo de pertenecer a algo. El domicidio provoca traumas sociales y psicológicos que me resultan difíciles de describir o simplemente imaginar.»
El año pasado registró una cifra récord de personas desplazadas como resultado de conflictos armados, superando las cifras del período posterior a la Segunda Guerra Mundial, según señala el informe.
«Más de 100 millones han resultado desplazadas de forma forzosa en todo el mundo como resultado de persecución, conflicto, violencia, violaciones de derechos humanos o sucesos que alteraron seriamente el orden público,» afirmó Rajagopal. «Impulsadas por nuevas olas de violencia o por conflictos prolongados en todo el planeta.»
«No debemos tolerar que los responsables de estos crímenes atroces continúen ocupando puestos de poder,» continuó. «Deben enfrentarse a la acción de la justicia internacional.»
