“Es vital que prestemos atención a la situación de derechos humanos en Ucrania»
26 agosto 2024
Danielle Bell es la Jefa de la Misión de Vigilancia de los Derechos Humanos en Ucrania, la cual se estableció en 2014 para supervisar e informar sobre la situación de los derechos humanos en el país. Desde que comenzara la invasión a gran escala de Ucrania por parte de la Federación de Rusia el 24 de febrero de 2022, la misión ha intensificado su labor de documentación de las violaciones de derechos humanos y del derecho internacional humanitario cometidas por todas las partes del conflicto. Bell es especialista en derechos humanos con más de dos décadas de experiencia, dirigiendo principalmente equipos de derechos humanos de las Naciones Unidas con la misión de supervisar los derechos humanos en escenarios de conflicto y posteriores a un conflicto.
La invasión a gran escala de Ucrania a manos de la Federación de Rusia hace tiempo ya que entró en su tercer año. ¿Cómo describiría usted la situación de derechos humanos en Ucrania?
La invasión está teniendo un impacto enorme para la población ucraniana. Más de 10.000 civiles han resultado muertos y más de 20.000 heridos. Los ataques incesantes siguen destruyendo hogares, hospitales, escuelas e infraestructura. Barrios y pueblos enteros han quedado destruidos. Un hospital infantil de referencia en Kyiv fue atacado recientemente. Millones de personas se han visto obligadas a huir, lo que ha separado a familias. Se han producido ejecuciones sumarias, torturas, desapariciones forzadas, detenciones arbitrarias y violencia sexual con impunidad. En la Federación de Rusia, el conflicto ha afectado también a un número cada vez mayor de civiles rusos, además de ocasionar destrucción y daños a infraestructura civil. Es normal que la escala de estas cifras no nos afecte ya, pero nuestros informes públicos no son meras estadísticas. Cada una de las cifras sobre las que informamos esconde una historia de seres humanos detrás, e incluye a menudo una gran dosis de padecimiento terrible.
¿Cómo lleva a cabo la misión su trabajo en una situación de conflicto?
Nuestros equipos se encuentran sobre el terreno todos los días. Solicitamos a ambas partes acceso a las zonas afectadas, y extendemos este acceso en la mayor medida dentro de nuestras posibilidades. Somos la única organización de Naciones Unidas con una presencia supervisora cerca de la línea del frente, lo que implica reunirnos a diario con personas directamente afectadas por el conflicto. Esto nos permite mantener un registro lo más exacto, creíble y fiable como sea posible de cómo el conflicto está afectando a la población civil a la vez que también analizamos las consecuencias más amplias que este conlleva para los derechos humanos. El pasado octubre, un misil impactó sobre una cafetería en la pequeña aldea ucraniana de Hroza, causando la muerte a 59 personas que asistían a un funeral. Antes de que transcurrieran 36 horas, ya nos encontrábamos en Hroza, recorriendo todas las calles, hablando con los locales, y recopilando detalles sobre las circunstancias del ataque, por lo que pudimos comprobar que todas las personas que resultaron asesinadas eran civiles, y posteriormente realizamos una evaluación inicial sobre quiénes eran los responsables y sobre la legalidad de los ataques. Aparte de nuestra labor sobre el terreno, ofrecemos asesoramiento técnico a instituciones nacionales de derechos humanos y ayudamos a las autoridades nacionales a crear leyes y políticas en consonancia con normas internacionales de derechos humanos.
La HRMMU fue creada con el objetivo de afianzar la protección de los derechos humanos en Ucrania, apoyar el acceso a la justicia, y asegurar que se exigen responsabilidades a los autores de violaciones de derechos humanos. ¿Cómo contribuye la misión a asegurar que exista rendición de cuentas?
Nuestros informes públicos son una herramienta fundamental a la hora de dirimir responsabilidades ya que hacen constar hechos para el escrutinio público. Los tribunales nacionales ucranianos, incluyendo el Tribunal Constitucional, se han basado en nuestros informes para dictaminar sentencias importantes sobre derechos humanos. Organismos internacionales y regionales como la Corte Internacional de Justicia y el Tribunal Europeo de Derechos Humanos han hecho también referencia a nuestra labor en conclusiones a las que han llegado recientemente. Asimismo, nuestra base de datos sirve como un valioso registro histórico, sentando las bases para futuros procesos de rendición de cuentas y de establecimiento de la verdad, justicia y reparación.
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Seguiremos adelante con nuestra labor meticulosa de documentación para asegurar que la rendición de cuentas se convierte un día en realidad.
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DANIELLE BELL, JEFA DE LA MISIÓN DE VIGILANCIA DE LOS DERECHOS HUMANOS EN UCRANIA
HRMMU lleva en el país desde marzo de 2014. ¿Cómo ha cambiado la forma en que ustedes trabajan?
HRMMU es la única organización internacional que ha mantenido su presencia aquí durante 10 años. Nuestro trabajo ha ido evolucionando a la vez que cambiaba la situación de derechos humanos. Como ejemplo, un informe reciente expone las violaciones graves de derechos humanos y del derecho humanitario por parte de la Federación de Rusia en los 10 años transcurridos desde la ocupación y anexión ilegal de Crimea. Desde que comenzara la invasión a gran escala, nos hemos centrado en la protección de civiles en medio del conflicto armado, analizando algunas de las tendencias principales del conflicto como la violencia sexual relacionada con el conflicto o los efectos del conflicto para niños y mujeres. No obstante, el centro de nuestro trabajo no ha cambiado en su esencia: nuestra atención sigue enfocada en cuestiones clave de derechos humanos y en aquellas donde podemos lograr cambios. Por ejemplo, HRMMU es la única entidad de las Naciones Unidas supervisando e informando sobre los juicios por colaboración que llevan a cabo las autoridades ucranianas, lo que ha conducido a conseguir resultados positivos. De forma notable, HRMMU ha observado durante meses recientes una tendencia continua descendente en el número de casos en los que los tribunales ucranianos condenaron a personas por «actividades de colaboración» por conductas que podrían, en principio, haber sido obligadas legítimamente a ser realizadas por la potencia ocupante.
¿Qué tendencias recientes en cuestión de violaciones ha observado?
Hemos contemplado un aumento alarmante en el número de víctimas civiles desde marzo de este año, siendo julio el mes más letal para la población civil de Ucrania desde octubre de 2022. Este incremento se debe a ataques coordinados lanzados por las fuerzas armadas rusas en todo el territorio de Ucrania, y que incluyeron ataques aéreos contra un complejo hospitalario en Kyiv, y el uso de armas explosivas en zonas pobladas, los cuales están provocando daños de gran magnitud en territorio controlado por el Gobierno de Ucrania. Además, ataques a gran escala efectuados contra infraestructura energética de Ucrania han reducido de forma drástica la capacidad del país para generar electricidad, lo que ha conducido a que haya cortes diarios de electricidad para millones de personas en toda Ucrania. Estos cortes de electricidad, a menudo durante muchas horas seguidas, limitan el acceso al suministro de agua, a conexión móvil y de internet, y al transporte público, además de afectar a la capacidad de los niños y niñas para estudiar, ya que muchos asisten al colegio en Ucrania de forma remota. Aquellas personas que resultarán más afectadas serán los grupos vulnerables, en especial las personas mayores y las personas con discapacidades. Y en la Federación de Rusia, el conflicto ha conducido recientemente a que un gran número de civiles haya sido desplazado desde sus hogares, con todas las implicaciones que este hecho tiene para el disfrute por las personas de sus derechos humanos.
¿Cuál es la situación de derechos humanos de los prisioneros de guerra y de los civiles detenidos?
Desde febrero de 2022, hemos entrevistado a más de 600 civiles detenidos y prisioneros de guerra ucranianos puestos en libertad, incluyendo a prisioneros de guerra que fueron liberados de su cautiverio a manos de Rusia durante intercambios recientes de prisioneros en primavera y verano. Hemos seguido documentando el uso extendido y rutinario de tortura y malos tratos contra civiles y prisioneros de guerra por parte de las autoridades rusas, y hemos recibido testimonios de supervivientes que describen haber sido sometidos a una crueldad inimaginable. En lo que respecta a prisioneros de guerra rusos en cautividad por parte de Ucrania, hemos tenido acceso sin restricciones por parte de las autoridades ucranianas a lugares oficiales de internamiento. En estos casos, hemos documentado testimonios de tortura en lugares de tránsito después de que se efectuara su evacuación desde el campo de batalla. Lo que merece ser destacado es que cooperamos con las autoridades ucranianas, y que esta cooperación y compromiso está propiciando cambios. Cuando informamos de forma pública sobre tortura y malos tratos de prisioneros de guerra rusos y debatimos esta cuestión con las autoridades ucranianas, observamos mejoras en el trato y condiciones de internamiento que estos presos reciben.
¿Cuáles son las principales dificultades que entraña su trabajo?
La dificultad principal es que no contamos con acceso a territorio ucraniano bajo control de la Federación de Rusia, o a partes afectadas de la propia Federación de Rusia, a pesar de nuestras solicitudes reiteradas. Hemos tenido que usar nuestra creatividad para poder llevar a cabo nuestra labor de supervisión. Por ejemplo, acercándonos a la línea del frente y reunirnos con personas que viven en zonas que se encontraban anteriormente bajo ocupación rusa. Tenemos un equipo en remoto que trabaja desde Moldova, y quienes consiguen mantener comunicaciones confidenciales y seguras con personas que viven dentro de territorio ocupado. También mantuvimos una presencia regular de supervisión en Sumy, que hasta principios de agosto era el único punto de cruce fronterizo abierto con Rusia, y por donde las personas podían abandonar el territorio ocupado. Mi equipo entrevistó a varias personas cuando cruzaron de vuelta hacia Ucrania por primera vez. En marzo pasado, publicamos un informe basado en más de 2.300 entrevistas con víctimas y testigos, donde se detallan violaciones generalizadas por parte de la Federación de Rusia y cometidas durante sus iniciativas emprendidas con el fin de consolidar su control sobre la población en el territorio ocupado.
¿Cómo contrarrestan ustedes la desinformación? ¿Qué metodología utilizan?
HRMMU es considerada una fuente autorizada debido a la rigurosa metodología del ACNUDH que aplicamos. Nuestros informes se basan en datos recopilados y corroborados durante misiones sobre el terreno, visitas a centros de detención, supervisión de juicios, entrevistas en persona y en remoto a víctimas, testigos, familiares, abogados, representantes del gobierno, además de con la sociedad civil, a lo que hay que sumar información extraída de documentos judiciales, registros oficiales, vídeos y fotografías. En términos concretos, nos basamos en fuentes múltiples y diversas, cada una de ella evaluada de forma meticulosa para certificar su credibilidad y fiabilidad. No aceptamos simplemente información de segunda mano o nos fiamos de búsquedas en internet o de canales de difusión; nuestro trabajo se construye partiendo de una labor de investigación exhaustiva y sobre el terreno.
¿Cómo llevan a cabo sus empleados todo el trabajo a la vista de la situación actual?
Garantizar la seguridad de nuestros empleados supone otro desafío importante. Estamos en mitad de una guerra en curso y las personas que se acercan a la línea del frente se enfrentan a riesgos. Nuestro equipo muestra su compromiso ya que saben que la tarea que realizan es vital. Aparte del estrés que supone escuchar explosiones y sirenas aéreas un día sí y otro también, el tener que hablar con personas que explican su sufrimiento resulta muy duro. Hablamos con personas todos los días cuando estas se encuentran en una situación muy vulnerable, siendo testigos de un sufrimiento atroz, todo lo cual termina por fuerza pasando factura.