Honduras aprueba ley histórica para proteger el medio ambiente
14 agosto 2024
El calor abrasador azota los caminos de tierra de la comunidad de Guapinol, en el norte de Honduras, una comunidad de aproximadamente 3,000 personas cuyo sustento depende principalmente de la agricultura, la ganadería y las remesas de sus familiares en Estados Unidos.
Rodeado de plantaciones de palma africana, el río Guapinol está volviendo poco a poco a ser una fuente de sombra y agua limpia y clara, como siempre había sido hasta 2018, cuando la gente se dio cuenta de que el agua estaba muy contaminada.
“Era un agua chocolatada, aceitosa. Para nosotros un agua inservible, sucia, y era como una alerta para empezar a organizarnos y buscar cuál era la causa de por qué nuestro río estaba sucio,” dijo Juana Zúniga, ambientalista y defensora de derechos humanos, durante una entrevista en su casa.
Zúniga y su compañero de vida José Cedillo, defensor de los derechos humanos, ambientalista y víctima de detención arbitraria, han luchado por el derecho humano al medio ambiente sano.
Una empresa había empezado a desarrollar actividades extractivas en el cercano Parque Nacional Montaña de Botaderos ‘Carlos Escaleras Mejía’, nombrado en honor a un ecologista hondureño asesinado en 1997. Fue entonces cuando la comunidad se dio cuenta de la contaminación del agua.
El Parque había sido declarado área natural protegida por el gobierno en 2012. Sin embargo, a través de un proceso repleto de irregularidades documentado por ONU Derechos Humanos, en 2013 el área protegida fue reducida, lo cual a su vez permitió otorgar licencias a compañías para su explotación.
En respuesta a la contaminación del río, fue creado el Comité Ambiental de la Comunidad de Guapinol, con 42 integrantes, incluyendo a Zúniga y Cedillo.
“Empezamos a concientizar a la gente, a buscar respuestas de por qué nuestro río estaba contaminado. Empezamos las caminatas hacia la municipalidad, plantones en la municipalidad, toma de calles,” dijo Zúniga.
“El caso de la comunidad de Guapinol es emblemático por el grave impacto en los derechos humanos que ha generado un megaproyecto extractivo en el Parque Nacional Montaña de Botaderos ‘Carlos Escaleras Mejía’,” dijo Isabel Albaladejo Escribano, Representante de ONU Derechos Humanos en Honduras. “Las actividades extractivas han supuesto violaciones de derechos humanos de las comunidades afectadas y serios daños al medio ambiente y los recursos naturales.”
Además de los riesgos medioambientales, las personas que se manifestaron contra la explotación minera sufrieron agresiones. Treinta y dos personas defensoras fueron criminalizadas por ejercer pacíficamente sus derechos a la defensa de derechos humanos, a la libertad de expresión y a la asociación.
Luchar por la libertad
Los defensores Jeremías Martínez Díaz, José Daniel Márquez Márquez, Kelvin Alejandro Romero Martínez, José Abelino Cedillo, Porfirio Sorto Cedillo, Orbín Nahúm Hernández, Arnold Javier Alemán y Ewer Alexander Cedillo Cruz pasaron dos años y medio en prisión preventiva. El Grupo de Trabajo de la ONU sobre la Detención Arbitraria emitió una opinión en la que estableció que los defensores habían sido detenidos arbitrariamente.
“Estos compañeros estaban siendo encarcelados injustamente y para nosotros fue un cambio en nuestras vidas,” dijo Zúniga. “Asumí la responsabilidad de quedarme con mis hijas, pero también de seguir, pasar de ser una ama de casa a estar al frente y demostrar cómo están trabajando con actos de corrupción.”
“Era una lucha constante”, dijo. “Casi tres años de estar en juzgados, en el Ministerio Público en plantones, haciendo incidencia hasta que estos compañeros lograron salir. La lucha fortaleció el empoderamiento de las mujeres, también aquí en la comunidad.”
Mientras el Comité Ambiental de la Comunidad de Guapinol era honrado en Washington D.C. con el Premio de Derechos Humanos Letelier-Moffitt, los defensores estaban siendo atacados y vilipendiados en Honduras. Este Premio tiene el objetivo de reconocer a defensores de derechos humanos que luchan por los derechos económicos, sociales, culturales y civiles en las Américas.
“Pues para nosotros era difícil ser de un país donde nos violentan nuestro derecho, donde nos encarcelan y asesinan y que en otro país nos estén premiando,” dijo Zúniga.
Reivindicar el derecho a un medio ambiente sano
Durante este tiempo, ONU Derechos Humanos en Honduras acompañó a los defensores y a sus familias en su lucha por la justicia. Finalmente, en febrero de 2022, los defensores recuperaron su libertad.
“Lo primero que hice [al salir de la cárcel] fue dar las gracias a Dios y abrazar a familiares, amigos y todos aquellos que habían luchado por nosotros, porque había una multitud de gente afuera esperándonos, era una bomba en ese momento, nuestra libertad,” dijo Cedillo.
Pero la lucha no terminó con la libertad de los defensores. La empresa seguía operando y el agua seguía contaminándose. Además, tras la liberación, algunos defensores tuvieron que abandonar Guapinol por motivos de seguridad y fueron desplazados forzosamente.
A pesar de que el proceso judicial había terminado, las personas defensoras seguían enfrentando agresiones, como campañas de desprestigio, amenazas e incluso asesinatos.
Zúniga y Cedillo se quedaron en Guapinol y siguieron luchando por el derecho de su comunidad al medio ambiente sano y a un entorno seguro. La lucha continuó, pero ahora se trataba de recuperar la libertad del parque.
“ONU Derechos Humanos, en coordinación con las comunidades afectadas, ha instado varias acciones legales y de incidencia ante las autoridades competentes de los poderes Ejecutivo y Legislativo y ha brindado asesoría y asistencia técnica para resolver la problemática ambiental en la zona y las afectaciones a los derechos humanos de las comunidades impactadas,” dijo Albaladejo Escribano.
Durante los últimos dos años, ONU Derechos Humanos ha trabajado colaborativamente con los defensores de Guapinol y proveyendo asistencia técnica al Congreso Nacional para la promulgación de una ley histórica: el Decreto Legislativo 18-2024.
Esta ley reestablece el trazado original del Parque Nacional y, además, asegura la protección efectiva de todas las áreas protegidas en Honduras prohibiendo el otorgamiento de derechos mineros en las áreas protegidas declaradas, las zonas productoras de agua declaradas, y en las playas y zonas de baja mar declaradas como de vocación turística. La ley fue recientemente aprobada y publicada.
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ONU Derechos Humanos siempre ha estado pendiente del caso Guapinol y han estado siempre con la incidencia, siempre llamando a las instituciones competentes.
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Juana Zúniga, defensora de derechos humanos y ambientalista
“Para nosotros que hemos sostenido una lucha que ha traído desplazamientos forzosos, que ha venido a dejar tres muertos en esta comunidad, 32 compañeros criminalizados, ocho de ellos privados de libertad por 914 días, la aprobación de la ley es un gran logro,” dijo Zúniga. “Es un gran avance que este parque va a gozar de libertad.”
“Si bien con la aprobación de la ley la institucionalidad competente ha iniciado los procesos de cancelación de las concesiones mineras en la zona núcleo del Parque Nacional, no se puede negar que aún persisten retos y desafíos importantes para las comunidades, principalmente respecto a las personas defensoras del medio ambiente,” dijo Albaladejo Escribano.
Según ONU Derechos Humanos, uno de los principales desafíos respecto a la implementación de la ley es asegurar que los procesos de restauración y conservación del Parque Nacional y otras áreas protegidas afectadas por proyectos extractivos sean efectivos, y con la participación activa, libre, efectiva, informada y significativa de las comunidades afectadas.
La vida junto al río
La Oficina, a través de su presencia en Honduras, continuará asistiendo al Estado hondureño y acompañando a las comunidades afectadas para asegurar que la implementación del Decreto se haga de manera integral y en línea con los estándares internacionales de derechos humanos.
“Todos los desafíos de derechos humanos que enfrentan las comunidades por los proyectos extractivos deben ser abordados,” dijo Albaladejo Escribano. “Asegurando la conservación, protección y uso sostenible de los recursos naturales para la garantía del derecho humano a un medio ambiente sin riesgos, limpio, saludable y sostenible, incluyendo como elemento fundamental para abordar los impactos del cambio climático en la población hondureña.”
Según Zúniga, el trabajo y acompañamiento de ONU Derechos Humanos en Honduras ha sido clave.
“Han sido parte de que este caso pues esté donde esté,” dijo Zúniga. “Han ayudado a que nuestro parque sea liberado. Estábamos ante un monstruo.”