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Mujeres

Las mujeres y las niñas merecen un acceso pleno a la seguridad social

21 julio 2023

Arminda Sa posa para una foto fuera de su casa en Bissau, Guinea-Bissau, 6 de febrero de 2019. © Thomson Reuters Foundation/Nellie Peyton

El derecho a protección social es un derecho humano, no obstante, muchísimas mujeres y niñas aun no pueden acceder a él en muchos lugares del planeta, según un informe reciente de Derechos Humanos de las Naciones Unidas sobre protección social.

«En tiempos de inestabilidad social y económica, las protecciones sociales sirven para blindar a aquellas personas más afectadas,» declaró Mahamane Cisse-Gouro, Director de la División del Consejo de Derechos Humanos y Mecanismos de Tratados en Derechos Humanos de las Naciones Unidas. «Ayudan a prevenir la exclusión social y promueven la inclusión social.»

La pandemia de COVID-19, las emergencias climáticas y los conflictos emergentes relacionados, además del aumento de las desigualdades, han agravado aun más la brecha de género en la seguridad social, añadió Cisse-Gouro.

Otras razones para este déficit se originan en la posición que las mujeres ocupan en la sociedad, ya que las niñas ven como su educación queda interrumpida debido a un embarazo precoz, a matrimonio de niños, precoz y forzado, o por tener que asumir la responsabilidad de la mayor parte del trabajo doméstico, lo que conduce a un menor acceso a empleos formales y a la consiguiente seguridad social basada en contribuciones, aseguró Cisse-Gouro.

Las mujeres suelen ocupar también los trabajos peor remunerados. Sus funciones reproductivas y de cuidadoras las obligan muchas veces a renunciar o a interrumpir su acceso a empleos formales. Las mujeres mayores se enfrentan a menudo a diferencias en retribuciones de pensiones por cuestión de género, destacó.

Este hecho es aun más cierto para las mujeres migrantes, quienes suelen ocupar empleos que carecen de salud y seguridad en el trabajo, conforme con Michele LeVoy, Directora de la Plataforma de Cooperación Internacional sobre Migrantes Indocumentados.

«Una de las principales barreras que sufren las mujeres migrantes indocumentadas a la hora de acceder a servicios o justicia es el miedo a que puedan ser detenidas o deportadas,» explicó LeVoy durante la mesa redonda.

Cisse-Gouro aseguró que para poder superar todos estos problemas, las mujeres deben poder contar con una opinión en las decisiones que más les afectan.

«Esa es la vía más eficaz para encontrar soluciones y para asegurar la realización plena de su derecho a protección social,» declaró. «Aun así, los hombres continúan teniendo una representación excesiva en los parlamentos nacionales y las mujeres continúan padeciendo una representación insuficiente en puestos de liderazgo en el sector privado y en los sindicatos. Existe un déficit de participación de las mujeres en la vida pública y política a la hora de diseñar e influir en las políticas de protección social.»

No dejar a nadie atrás

La joven de 17 años de edad Yamikani es testigo cada día de estas batallas en Malawi, donde el índice de pobreza es especialmente elevado, y donde numerosas personas no pueden permitirse comer tres veces al día. Según explica la joven activista, el 60 por ciento de los niños y niñas en Malawi viven en la pobreza y las familias tienen dificultades para cubrir las necesidades básicas de sus hijos.

La defensa de la participación de las niñas y las mujeres en la protección social garantiza la igualdad de género.

Yamikani, Funcionaria, Parlamento de los Niños del Distrito, y Miembro del Parlamento Nacional de los Niños, en Malawi

La protección social proporciona a las personas transferencias de efectivo, alimentos, empleos en el sector público, viviendas, subsidios de insumos agrícolas y matrículas para asistir al colegio. En Malawi, las transferencias de efectivo para fines sociales atienden solamente al 12 por ciento de los niños y niñas que viven en la pobreza, y solamente el 2,1 por ciento de todos los niños menores de cinco años están cubiertos por programas de transferencias de efectivo con fines sociales, explicó Yamikani durante la mesa redonda del Consejo.

«Estoy especialmente preocupada porque la participación de las niñas y las mujeres en los procesos de toma de decisiones sobre protección social no sea la adecuada, y por que no se esté tomando en serio,» declaró. «Al darnos capacidades y otorgar valor a nuestros puntos de vista, podemos contribuir a crear políticas y programas de protección social que abordan de forma real nuestras necesidades, a decidir cuáles son los enfoques más convenientes, y a dar prioridad y atender mejor a aquellos niños y niñas que tienen necesidades reales.»

Monica Ferro, Directora de la Oficina en Ginebra del Fondo de Población de las Naciones Unidas, estuvo de acuerdo con esta afirmación y añadió que la participación y el liderazgo de las mujeres tiene como condición indispensable la igualdad de género.

«Necesitamos de una economía global que elimine todos los obstáculos y que empodere a las mujeres para poder elegir su futuro, para ser dueñas de sus propias decisiones,» afirmó. «Los planes de protección social desempeñan un papel clave para poder hacer realidad esto. A su vez, una sociedad y economía con base en la igualdad de género, donde las mujeres disfruten de igualdad de oportunidades y resultados en el mercado laboral y en los sectores público y privado, conseguirá que los sistemas de protección social sean más inclusivos y sostenibles.»

No obstante, las mujeres siguen enfrentándose a muchas dificultades en numerosos países. Yamikani explicó que en Malawi, como en otros países, siguen existiendo desigualdades entre los géneros en educación, salud, y oportunidades económicas. La participación de mujeres y niñas contribuye al diseño y puesta en práctica de programas inclusivos de protección social, explicó ella.

«Al hacer partícipes de forma activa a las mujeres y niñas en los procesos de toma de decisiones, podemos plantar cara a las malas prácticas y las estructuras de poder existentes que perpetúan la desigualdad entre los géneros,» aseguró. «Es a través de nuestra participación activa que podemos asegurar que la protección social cubre las necesidades y aborda los derechos de las mujeres y las niñas. Si todos y todas se involucran de manera equitativa, podremos hacer frente a las causas originarias de la discriminación.»