Las colaboraciones y la formación contribuyeron a prevenir la violencia en elecciones
24 marzo 2023
En Kenya se celebran elecciones cada cinco años. No obstante, los procesos electorales se han visto sacudidos a menudo por la violencia, incluyendo la de tipo sexual y de género. Esta violencia impide la realización de derechos políticos y tiene repercusiones negativas y duraderas para las personas, familias y comunidades, más allá del período electoral.
En 2022, los esfuerzos invertidos en colaboraciones y el trabajo de prevención ayudaron a acabar con este ciclo de violencia. Las Naciones Unidas se movilizaron para apoyar un entorno propicio para que se desarrollen elecciones pacíficas, libres de violencia e inclusivas. Derechos Humanos de las Naciones Unidas desempeñó un papel fundamental en esta colaboración, sobre la base de una gama inclusiva de asociaciones con actores que abarcan desde autoridades e instituciones gubernamentales, la sociedad civil, defensores y defensoras de derechos humanos así como comunidades.
Derechos Humanos de las Naciones Unidas desempeñó un papel fundamental en esta colaboración, sobre la base de una gama inclusiva de asociaciones con actores que abarcan desde autoridades e instituciones gubernamentales, la sociedad civil, defensores y defensoras de derechos humanos así como comunidades. Durante estos años, Derechos Humanos de las Naciones Unidas ha trabajado con la Comisión Nacional de Derechos Humanos de Kenya (KNCHR, según sus siglas en inglés), actores del poder judicial y de la seguridad, la sociedad civil y redes comunitarias que luchan por los derechos humanos, ayudando también a tejer relaciones entre todos estos elementos.
«Esta inversión tan importante en colaboraciones y en entablar diálogos preparó el terreno para trabajar por la protección de los derechos humanos, incluyendo la prevención de violencia sexual basada en el género, dentro del contexto de las elecciones,» aseguró Fung.
Durante el año electoral de 2022, Derechos Humanos de las Naciones Unidas prestó su apoyo a una serie de actividades destinadas a contribuir con el funcionamiento sin trabas del proceso electoral. Estas actividades incluyeron: despliegue de supervisores y supervisoras de derechos humanos por todo el país; foros en educación cívica y diálogos con la comunidad para hacer partícipes a los y las jóvenes; integración de la prevención de la violencia sexual y de género destinada a la preparación del sector de la seguridad; trabajar con defensoras de derechos humanos; formación de mandos policiales en políticas y gestión del orden público basadas en los derechos humanos; así como establecer diálogos e intercambio de información entre la policía, la KNCHR y defensores y defensoras de derechos humanos.
«Todas estas colaboraciones contribuyeron a la prevención, y a crear un entorno propicio para que se desarrollasen unas elecciones pacíficas, sin violencia e inclusivas,» explicó Fung.
Derechos Humanos de las Naciones Unidas, en colaboración con la KNCHR y la Coalición Nacional de Defensores de Derechos Humanos, desplegó 40 supervisores y supervisoras en los 47 condados de Kenya para asegurar que la elaboración de informes y análisis contribuían a facilitar una alerta temprana y a respuestas rápidas para hacer frente a cualquier tendencia emergente.
«El efecto de contar con estos supervisores y supervisoras sobre el terreno supuso que fuéramos capaces de recopilar datos a tiempo real, en lo que se refiere a la situación de derechos humanos,» declaró Anne Marie Okutoyi, Directora de Investigación, Promoción y Comunicación en la KNCHR. «A través de nuestro sistema y nuestro centro de supervisión de las elecciones, fuimos capaces de sintetizar rápidamente esta información en tendencias y patrones que ayudaron a que la Comisión interviniera estando mejor informada.»
La colaboración para la protección y prevención de derechos humanos se vio reforzada en las semanas previas a las elecciones gracias al despliegue de un Equipo Surge multidisciplinar de Derechos Humanos de las Naciones Unidas. El equipo estaba formado por oficiales de derechos humanos y por oficiales de las Naciones Unidas de Capacidad Permanente de la Policía. El equipo compuesto por seis miembros se desplazó a focos de conflicto de los que había sido informado para vigilar la situación de derechos humanos junto con supervisores de derechos humanos, socios institucionales y la policía.
«Las medidas de prevención contribuyen claramente con la protección de los derechos humanos, de manera especial a través de la colaboración que mantuvimos con las comunidades, y gracias al nivel de información y análisis que compartimos, todo lo cual fue introducido en el sistema de alerta temprana de las Naciones Unidas,» detalló la Oficial de Derechos Humanos de las Naciones Unidas Murielle Tchouwo, quién coordinó el Equipo Surge. Ella explicó que la labor de la policía y las fuerzas de seguridad y su voluntad para colaborar significaron un gran impulso para su misión de supervisión. Tchouwo también destacó que el Equipo Surge cosechó los frutos de la colaboración a largo plazo que había iniciado anteriormente Derechos Humanos de las Naciones Unidas en Kenya.
Paul Masese, coordinador de la Red de Defensores de Derechos Humanos Nakuru, y quién trabajó con Derechos Humanos de las Naciones Unidas en la fase previa a las elecciones y colaboró con el Equipo Surge, estuvo de acuerdo. Él explicó que daba mucho valor a la formación, supervisión y respuesta para proporcionar apoyo en situaciones emergentes que había recibido de la oficina de Kenya.
«Estamos muy agradecidos por la presencia de Derechos Humanos de las Naciones Unidas, y para nosotros, esto supone una medida para poder atajar cualquier plan para desatar violencia.»
Las elecciones generales de 2022 en Kenya se desarrollaron de manera pacífica en su mayor parte, con una disminución acusada en las violaciones y abusos de derechos humanos documentados, en especial de violencia sexual y basada en el género relacionada con las elecciones, en comparación con el período electoral de 2017. Se felicitó a las fuerzas policiales por su destacada mejoría en el nivel de profesionalidad y su actitud de contención en la gestión del orden público, lo que refleja el incremento de la inversión que se ha dirigido a su preparación y formación, además de la colaboración con comunidades, defensores y defensoras de derechos humanos y actores que trabajan por la paz.