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Discriminación Racial

AC: "No podemos quedarnos sentados y seguir mirando cómo la historia se repite"

25 mayo 2022

La gente se reúne en el Lincoln Memorial de Washington DC en apoyo de la justicia racial © EPA/OLIVIER DOULIERY

Ya han pasado dos años desde que el asesinato de George Floyd en Minneapolis, Estados Unidos, desencadenara protestas demandando justicia racial y el fin de la brutalidad policial contra los africanos y los afrodescendientes.

La Alta Comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos Michelle Bachelet instó a los Estados a "no quedarse sentados y seguir mirando cómo la historia se repite."

"Insto a los Estados a que reinventen y reformen sus sistemas de control policial y de justicia penal, situando a los derechos humanos en el centro de sus esfuerzos en este campo," declaró Bachelet, a la vez que añadió que eran necesarios nuevos modelos de justicia que protegieran y sirvieran a todo el mundo, sin discriminación alguna. 

Bachelet hizo este llamamiento durante una mesa redonda reciente para abordar y prevenir la discriminación racial en el sistema de justicia penal celebrada paralelamente a una reunión de la Comisión de Prevención del Delito y Justicia Penal en Viena.    Derechos Humanos de las Naciones Unidas ha venido colaborando con otros órganos de las Naciones Unidas, ONGs y personas individuales para hacer frente a la discriminación racial contra africanos y afrodescendientes y para dar respuesta a manifestaciones de racismo sistémico contra afrodescendientes en el sistema de justicia penal.

Una agenda de cuatro puntos principales para abordar la justicia e igualdad racial

En julio del año pasado, la Alta Comisionada presentó al Consejo de Derechos Humanos la  Agenda para un Cambio Transformador en favor de la Justicia y la Igualdad Raciales para Africanos y Afrodescendientes. La agenda de cuatro puntos aspira a acabar con el racismo sistémico y las violaciones de los derechos humanos perpetrados contra africanos y afrodescendientes.

Bachelet recordó a la mesa redonda que la agenda establece 20 recomendaciones aplicables las cuales ofrecen una hoja de ruta para continuar avanzando.

"Esta agenda tiene sus raíces en las obligaciones de los Estados conforme a tratados internacionales de derechos humanos así como en sus compromisos políticos suscritos," explicó.  También tiene su base en las experiencias vividas por los afrodescendientes.  Detrás de los datos y los informes están las caras y las vidas diarias de personas y familias, añadió.

Este debate reunió a la Alta Comisionada, así como a expertos de las Naciones Unidas, Estados y ONGs para reflexionar sobre los avances conseguidos y los desafíos que quedan por delante acerca de la justicia racial en la aplicación de la ley y el sistema de justicia penal.

La Alta Comisionada destacó que en ningún sitio es más visible la discriminación que en la aplicación de la ley y en el sistema de justicia penal, donde existe un panorama alarmante de repercusiones desproporcionadas y afectando a todo el sistema para los afrodescendientes en algunos países, donde existe un número excesivo de africanos y afrodescendientes en las poblaciones carcelarias así como una asociación vigente entre el ser negro y la criminalidad y delicuencia.

La falta de rendición de cuentas para los agentes encargados de la aplicación de la ley supone también un obstáculo enorme.  Además, las familias de personas que perecieron tras un encuentro con los agentes del orden han expresado su total desconfianza en el sistema de justicia penal.

No se puede separar la discriminación racial en la aplicación de la ley y el sistema de justicia penal del racismo sistémico.  Solamente si atendemos a ambos factores, y los legados en los que se sustentan, podremos tener éxito a la hora de eliminarlos.» Alta Comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos Michelle Bachelet.

Ghada Waly, Directora Ejecutiva de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC), declaró que las instituciones de justicia penal desempeñan una función importante a la hora de acabar con la impunidad, prevenir la discriminación y apoyar el acceso a la justicia de las víctimas.

«El poder construir un mundo sin racismo ni discriminación, donde todos podamos ejercer nuestros derechos humanos sin temor y con imparcialidad, depende de que la prevención del crimen y las instituciones de justicia penal funcionen para todo el mundo,» aseguró.

Waly también añadió que un enfoque completo basado en la justicia penal para poder hacer frente a la discriminación racial debe englobar una serie de intervenciones, desde fomentar el acceso a la justicia para las víctimas y testigos de crímenes que hayan sido motivados por la discriminación y el odio, hasta promover una mayor inclusión de los afrodescendientes en las instituciones y profesiones relacionadas con la justicia penal.

En 2021, el Consejo de Derechos Humanos creó el Mecanismo Internacional de Expertos Independientes para promover la Justicia e Igualdad Racial en el contexto de la Aplicación de la Ley para Africanos y Afrodescendientes.

Yvonne Mokgoro, una anterior juez del Tribunal Constitucional de Sudáfrica y presidenta del nuevo Mecanismo de Expertos, explicó que su órgano tiene el mandato de examinar el racismo sistémico en la aplicación de la ley y el sistema de justicia penal así como sus causas originarias, además del uso excesivo de la fuerza, los perfiles raciales y otras violaciones de derechos humanos cometidas por agentes del orden contra africanos y afrodescendientes.

Mokgoro anunció que el Mecanismo de Expertos presentará en septiembre su primer informe al Consejo, el cual incluirá recomendaciones y se centrará en la importancia de la recopilación y uso de datos desglosados por origen racial o étnico con el fin de orientar y evaluar la respuesta al racismo sistémico en la aplicación de la ley y el sistema de justicia penal.

La Alta Comisionada presentará también un informe en la sesión de septiembre del Consejo, conforme Derechos Humanos de las Naciones Unidas continúa elaborando informes y adoptando medidas en todo el mundo hacia un cambio transformador para conseguir la justicia e igualdad racial.

Promoviendo confianza al poner el foco en las comunidades

Ojeaku Nwabuzo, oficial superior de investigaciones en la Red Europea contra el Racismo, declaró que los esfuerzos destinados a hacer frente la la discriminación racial en el sistema de justicia penal deben situar las voces de los afrodescendientes y otras comunidades en el centro de sus debates.

Nwabuzo mencionó que los índices de encarcelamiento desproporcionadamante más elevados entre los afrodescendientes y el poco acceso a la justicia han contribuido a una falta de confianza en el sistema de justicia penal.

«Una pregunta que tenemos que hacernos es:  ¿cómo pueden sentirse las comunidades seguras y protegidas?» se preguntó Nwabuzo.»

Nada Al-Nashif, Alta Comisionada Adjunta para los Derechos Humanos declaró que las recomendaciones de la Alta Comisionada suponían una ruta para que los Estados lleven a cabo un ejercicio profundo de introspección y alienten la participación e implicación de afrodescendientes y comunidades afectadas con el fin de volver a crear políticas nuevas y reformar el sistema de justicia penal desde una perspectiva de derechos humanos.

Ella afirmó que la Alta Comisionada seguirá trabajando con la UNODC y otros socios de las Naciones Unidas, incluyendo a través de la Red de las Naciones Unidas sobre Discriminación Racial y Protección de las Minorías, a la vez que hace un llamamiento a los gobiernos a que lleven a cabo medidas concretas con compromisos específicos y con plazos determinados que se desarrollen a partir de diálogos nacionales con las comunidades afectadas.

«Solamente los planteamientos que hagan frente tanto a crímenes del pasado como a las violaciones y las deficiencias del presente ayudarán a abordar el racismo sistémico de forma efectiva y tendrán éxito a la hora de eliminarlo,» aseguró Al-Nashif.