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Derecho humanitario internacional

Varios supervivientes de tortura y una ONG dan importantes pasos en favor de la justicia

29 abril 2022

Wassim Mukdad toca el ud durante una reunión reciente del Fondo de Contribuciones Voluntarias de las Naciones Unidas para las Víctimas de la Tortura

Wassim Mukdad conocía el protocolo.

Cada cinco días aproximadamente, le sacaban de la celda pequeña que compartía con más de 80 hombres sirios y le ponían una venda en los ojos. Tras ser conducido a una habitación, Mukdad se tumbaba en una mesa y adoptaba la posición: boca abajo, con las piernas hacia arriba, preparado para los golpes. Pero Mukdad siempre metía las manos debajo del pecho. Nadie, ni siquiera el propio Bashar al-Assad, le quitaría el sentido de identidad que sus manos representan, afirmó.

"Soy músico, pero no se lo dije. Les dije que era médico, lo que también es cierto", recordó Mukdad. "Solía poner las manos bajo el pecho, para evitar que las golpearan. Y así no sabían que herían (o podían estar hiriendo) la parte más valiosa de mi cuerpo".

Mukdad, ahora establecido en Berlín, toca el ud —el laúd árabe— y lo interpreta en distintos géneros musicales, como tarab, danza y medieval.

Hablando de la importancia de enfrentarse a sus agresores en los tribunales y de denunciar los crímenes cometidos en Siria, explicó: "El mío fue un acto de desafío, de resistencia. Lo hice por mí, pero también por el mundo, para que supiera las atrocidades cometidas por el régimen".

En marzo, Mukdad contó su historia y ofreció una actuación tocando el ud ante el Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas, durante un acto organizado por el Fondo de Contribuciones Voluntarias de las Naciones Unidas para las Víctimas de la Tortura. El Fondo centra la atención mundial en las necesidades de los supervivientes de tortura y les ayuda a reconstruir sus vidas, lo que incluye intentar lograr un resarcimiento por las violaciones de los derechos humanos que han sufrido.  

La jurisdicción universal equivale a la rendición de cuentas en cualquier momento y lugar

Patrick Kroker, el abogado de Mukdad que también asistió a la representación, es asesor jurídico del Centro Europeo para los Derechos Constitucionales y Humanos, una organización de derechos humanos con sede en Berlín.

Los clientes de Kroker, un grupo de refugiados sirios en Alemania entre los que se encuentra Mukdad, habían conseguido meses antes una condena de cadena perpetua contra Anwar Raslan, el militar sirio de mayor rango condenado por crímenes contra la humanidad hasta la fecha en el tribunal alemán. El Centro Europeo para los Derechos Constitucionales y Humanos lleva recibiendo subvenciones anuales del Fondo desde que comenzó el proceso de querellas estratégicas en 2018. Con el apoyo del Fondo, la ONG asistió a 29 supervivientes de tortura sirios en el proceso, 14 de los cuales eran demandantes conjuntos. La sentencia se logró utilizando un principio jurídico poco utilizado denominado jurisdicción universal.

La jurisdicción universal permite que los sistemas judiciales nacionales de un país lleven a cabo procesos judiciales contra determinados delitos, sobre la base de que algunos crímenes son tan graves que todos los Estados tienen la responsabilidad de investigarlos. Estos crímenes, como el genocidio o la tortura, pueden investigarse incluso aunque no se hayan cometido en el territorio de un país, por uno de sus ciudadanos o contra uno de sus ciudadanos.

En 2002, Alemania adoptó un código de crímenes contra el derecho internacional, que permite a sus tribunales nacionales cubrir las deficiencias en materia de rendición de cuentas por estos crímenes mediante investigaciones y juicios justos e independientes, en consonancia con las leyes y normas internacionales de derechos humanos. El código internacional también excluye la prescripción de estos crímenes.

"Es un concepto que existe desde la Primera Guerra Mundial, cuando Estados de todo tipo de orígenes culturales, historias, ideas políticas y valores entendieron que no debían cometer asesinatos contra poblaciones enteras. Es algo en lo que quizá podamos estar de acuerdo", determinó Kroker. "Y tal vez pueda evitar que los dictadores se escondan tras la máscara de la soberanía, para decir que se trata solo de asuntos internos. Yo trato con mi propia gente como quiero".

Universal jurisdiction = accountability anytime, anywhere

Patrick Kroker, Mukdad’s attorney who also attended the performance, is a legal advisor for the European Center for Constitutional and Human Rights (ECCHR), a human rights organization based in Berlin.

Kroker’s clients, a group of Syrian refugees in Germany that included Mukdad, had just months before obtained a life sentence against Anwar Raslan, the highest ranking Syrian military officer to be convicted of crimes against humanity to date in the German court. ECCHR has been receiving annual grants from the Fund since the strategic litigation process began in 2018. With the Fund’s support, the NGO assisted 29 Syrian torture survivors in the proceedings, 14 of whom were joint plaintiffs. The sentence was achieved using a little-used, legal principle called universal jurisdiction

Universal jurisdiction allows the domestic judicial systems of a country to conduct legal proceedings against certain crimes, on the basis that some crimes are so grave that all states have a responsibility to investigate them. These crimes, such as genocide or torture can be investigated, even if they were not committed in a country’s territory, by one of its nationals, or against one of its nationals.

In 2002, Germany adopted a code of crimes against international law, allowing its national courts to fill accountability gaps for these crimes through fair and independent investigations and trials in line with international human rights laws and standards. The international code also excludes the statute of limitations for these crimes.

“It’s a concept that’s been around since World War I when states of all different cultural backgrounds, histories, political ideas and values understood that they should not commit murder against whole populations. It is something that we maybe can agree on,” Kroker said. “And maybe it could prevent dictators to hide behind the mask of sovereignty — to say these are only internal affairs. I deal with my own people the way I want to.”

La jurisdicción universal permite que los sistemas judiciales nacionales de un país lleven a cabo procesos judiciales contra determinados delitos, sobre la base de que algunos crímenes son tan graves que todos los Estados tienen la responsabilidad de investigarlos.

Un tribunal alemán utilizó el principio jurídico de la jurisdicción universal para declarar al coronel Raslan, quien también fue un alto funcionario del servicio de inteligencia militar del presidente sirio Bashar al-Assad, culpable de 27 cargos de asesinato, violación y agresión sexual, así como de la tortura de al menos 4.000 presos en la famosa cárcel de Al-Khatib, cerca de Damasco, también conocida como Rama 251.

La Alta Comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos Michelle Bachelet calificó la condena de "histórica" y afirmó que constituía "un salto histórico en la búsqueda de la verdad, la justicia y la reparación de las violaciones graves de derechos humanos perpetradas en Siria durante más de una década".

Según Kroker, en la actualidad se están llevando a cabo otros procedimientos en tribunales nacionales, entre ellos el juicio de un médico sirio que se enfrenta a 18 cargos por torturar a detenidos en hospitales militares de Homs y Damasco en 2011-12. El médico, conocido como Alaa M., solicitó asilo en Alemania en 2015 y se le permitió ejercer la medicina con sus credenciales médicas sirias, trabajando en un centro de salud cerca de Kassel, donde fue reconocido por múltiples ciudadanos sirios y denunciado a la policía alemana.

La actuación en las jurisdicciones nacionales contra los crímenes cometidos en Siria es especialmente importante, puesto que el país no es parte en el Estatuto de Roma —el tratado de 1998 por el que se creó la Corte Penal Internacional (CPI), que juzga los casos de crímenes de guerra y de lesa humanidad—, señaló Bachelet.

"Debería tener un juicio justo. Lo tuvo"

Una vez que un juez determinó que podía iniciarse el proceso por motivos de jurisdicción universal, el juicio de Raslan se celebró en Coblenza (Alemania) desde finales de abril de 2020 hasta enero de 2022.

El 13 de enero, un tribunal de jueces alemanes le condenó a cadena perpetua por ser cómplice de crímenes contra la humanidad. En concreto, de "asesinato, tortura, privación grave de libertad, violación y agresión sexual en combinación con asesinato en 27 casos, lesiones corporales peligrosas en 25 casos, violación especialmente grave, agresión sexual en dos casos, más de una semana de privación de libertad en 14 casos [y] toma de rehenes en dos casos y abuso sexual de prisioneros en tres casos".

Para Mukdad, la condena de Raslan no solo demostró que se podía hacer justicia, sino que también podía hacerse sin dejar de respetar a todas las partes. Según él, esto le hizo sentirse orgulloso y agradecido por el resultado del juicio.

"Para mí personalmente uno de los aspectos más valiosos de este juicio contra Anwar Raslan fue que se preservó su dignidad. Esto es muy importante", afirmó Mukdad. "Sí, me quitó la dignidad, pero quiero seguir tratándolo con dignidad; no voy a dejar que me quite mi humanidad".

"Debería tener un juicio justo y lo tuvo. Debería tener un representante legal, precisamente lo contrario a lo que nos sucedió a nosotros, y lo tuvo. Ahora puedo decir que se le juzgó bajo una norma básica de respeto y dignidad —una norma de la que me siento orgulloso— y se le declaró culpable. Eso es suficiente para mí".