Skip to main content

Informe: Un llamamiento a proteger a los migrantes en la parte central del mar mediterráneo

26 mayo 2021

«Si te caes al agua, es tu fin.»

En 2020, Asma, * una joven embarazada procedente de Burkina Faso, realizó la peligrosa ruta a través del mediterráneo desde Libia a Europa para alcanzar lo que ella esperaba que iba a ser un refugio seguro para su familia.  No solo tuvo que dar a luz en condiciones peligrosas en un bote, sino que también su viaje acabó en tragedia cuando su pareja fue lanzada fuera del bote por una ola en medio de una tormenta. 

Él se ahogó en el mar, mientras que ella y otros se vieron obligados a quedarse mirando sin poder hacer nada para salvarlo. 

Otras personas de ese bote también murieron, cuenta ella.  «Se nos acabó la comida y el agua.  Muchas personas, incluido niños, tenían tanta sed que tuvieron que beber agua del mar.  Dos de los niños cayeron gravemente enfermos y murieron.»

Asma dio su testimonio a Derechos Humanos de las Naciones Unidas, como parte de un nuevo informe que ofrece testimonios de primera mano de migrantes que viajaron hacia Europa atravesando Libia. 

El informe - Desatención Mortal: Búsqueda y rescate así como protección de migrantes en la parte central del mar mediterráneo - recomienda una reforma urgente de las políticas y prácticas de búsqueda y rescate (SAR) en la parte central del mar mediterráneo, con el objeto de proteger la seguridad, dignidad y derechos humanos de los migrantes que se ven obligados a emprender el peligroso viaje a Europa atravesando Libia. 

Según el informe, entre enero de 2019 y diciembre de 2020, al menos 2.239 migrantes murieron intentando atravesar la parte central del mar mediterráneo, cruzando sobre todo desde Libia hasta Italia o Malta. 

Más de 500 personas ya han muerto este año. 

Los migrantes se siguen enfrentando a horrores inimaginables en su viaje a través de Libia.  De forma habitual han de soportar deshidratación, hambre, detenciones arbitrarias, abusos sexuales y malos tratos.  En el mar, arriesgan sus vidas en embarcaciones atestadas e innavegables, y muchas veces son abandonados a la deriva durante días sin alimentos suficientes, agua o atención médica. 

La llegada a Europa no supone necesariamente el fin de la pesadilla: si lo consiguen, a menudo han de enfrentarse a detenciones, la amenaza de la deportación, condiciones de vida inadecuadas además de obstáculos para recibir ayuda apropiada como alimentos, vivienda y atención médica. 

El informe apela a las autoridades libias, los Estados Miembro y otras instituciones de la Unión Europea (UE), además de otros agentes relevantes, para que adopten medidas enérgicas y eficaces para desplegar operaciones de búsqueda y rescate, apoyar el trabajo de las ONGs humanitarias, y a adoptar un plan común y basado en los derechos humanos para el desembarco oportuno de todas las personas que son rescatadas en el mar. 

Rescate e interceptación peligrosos: "Les da igual si vives o mueres" 

Según el informe, la Guardia Costera de Libia continúa aplicando «un modelo de comportamiento temerario y violento», que incluye disparos contra o cerca de embarcaciones con migrantes, choques contra estos botes, violencia física contra migrantes y el uso de lenguaje amenazante o racista. 

«Esta gente tiene una falta absoluta de humanidad,» afirmó Abdul, un hombre sudanés de 25 años quien realizó cuatro intentos por separado de salir de Libia en bote antes de llegar a Europa.  «Les da igual si vives o mueres.» 

Mientras esperaban ayuda de las autoridades europeas, su bote fue interceptado por la Guardia Costera de Libia, quienes embistieron la embarcación, según explica, haciendo que esta volcara.  Todos los 42 supervivientes fueron devueltos a la fuerza a Libia, según su testimonio. 

«Fui golpeado por los guardias y solamente me dieron comida una vez al día,» narra Abdul.  «Finalmente y despues de 25 días, conseguimos escapar.  Me rompí una pierna.  Algunos otros fueron disparados por los guardias, y acabaron muriendo.»

Abdul finalmente llegó a Malta, en su cuarto intento.  Él explicó que había pasado 29 horas en el mar antes de que el bote fuera finalmente rescatado por una organización no gubernamental de búsqueda y rescate. 

Rechazos en el mar: "Hoy no hay Europa para vosotros" 

Se han informado de varias denuncias de retrasos a la hora de asistir a embarcaciones de migrantes en peligro, así como de incidentes de embarcaciones de migrantes siendo rechazadas por autoridades europeas.  El informe también destacó la coordinación entre los Estados Miembros e instituciones de la UE, con la Guardia Costera de Libia, donde ambas partes ofrecieron garantías insuficientes de derechos humanos de que los migrantes serían desembarcados en un lugar seguro.  Esta coordinación tiene en el fondo la función de «devolver» de forma efectiva a los migrantes a Libia desde aguas internacionales. 

«Hoy no hay Europa para vosotros.» Esta es la burla que Moussa, un hombre procedente de Côte d'Ivoire, contó que había recibido a su llegada a Malta.  Su bote con 80 migrantes dentro había sido divisado por helicópteros europeos, y posteriormente interceptado por la Guardia Costera de Libia. 

Otras dos personas que iban en el mismo bote describieron cinco días de peligro en el mar, que incluyeron maniobras por parte de un barco de las Fuerzas Armadas de Malta para impedirles llegar a la costa.  Ellos relataron cómo las autoridades maltesas les dijeron que tenían tres opciones: volverse a Libia, continuar hasta Lampedusa, en Italia, o llegar a Malta y ser detenidos a su llegada. 

Llegada a Europa: «del infierno a la incertidumbre» 

Para muchas personas, desembarcar en Europa significa otro gran número de violaciones de derechos humanos.  Miles son sometidos a detención prolongada o arbitraria, y no pueden acceder a asistencia inmediata tal como atención a la salud física y mental, vivienda adecuada, alimentos, agua y saneamiento. 

Para Daraja, una mujer nigeriana cuya solicitud de asilo fue rechazada, la desesperación y depresión que sufren los migrantes es palpable.  Madre soltera con dos hijos jóvenes, no sabe qué futuro le espera.  «Me siento como si hubiera salido del infierno para llegar a una situación incierta. Pensaba que mi viaje llegaba a su fin y que iba a encontrar un lugar seguro en Europa.»

Pidiendo «canales de migración que sean suficientemente seguros, accesibles y regulares,» la Alta Comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos Michelle Bachelet hizo un llamamiento al Gobierno Libio de Unidad Nacional y a los Estados Miembro e instituciones de la UE a reformar de forma urgente sus políticas y prácticas de búsqueda y rescate. 

«A la vez que compartimos el objetivo común de asegurarnos que ninguna persona se ve obligada a poner a su familia en barcos que no están en condiciones de navegar o a arriesgar sus vidas en la búsqueda de seguridad y dignidad, la respuesta no puede consistir simplemente en impedir las salidas desde Libia o hacer que sus viajes sean más desesperados y peligrosos,» afirmó. 

*TODOS LOS NOMBRES HAN SIDO CAMBIADOS PARA PROTEGER LAS IDENTIDADES DE LOS ENTREVISTADOS 

25 de mayo de 2021