Expertos de Naciones Unidas abogan por el fin de la detención de niños inmigrantes

"La detención de niños inmigrantes nunca responde a su interés superior; es una forma de violencia y una violación de los derechos del niño", afirmó Najat Maalla M'jid, Representante Especial del Secretario General sobre la Violencia contra los Niños y presidenta del equipo de tareas de las Naciones Unidas encargado del estudio mundial sobre los niños privados de libertad. Derechos Humanos de las Naciones Unidas es miembro de ese equipo de tareas.

M'jid intervino en la presentación del informe de promoción para poner fin a la detención de niños inmigrantes, elaborado por el equipo de tareas, en el que se señala que al menos 80 países tienen leyes y políticas que permiten la detención de niños según su situación migratoria o la de sus padres. El equipo de tareas también estima que al menos 330.000 niños son privados de su libertad cada año en todo el mundo por su condición o la de sus padres, y recalca que estas cifras posiblemente sean una subestimación importante.

M'jid añadió que la detención de estos niños está prohibida por el derecho y las normas internacionales de derechos humanos y debería prohibirse en los marcos jurídicos nacionales. El equipo de tareas, el cual se creó para coordinar el seguimiento del estudio mundial sobre los niños privados de libertad. Este hizo balance de los progresos realizados en los últimos cinco años e identificó prácticas prometedoras en países que han adoptado diversas medidas para poner fin a la detención de menores inmigrantes. El equipo de tareas llegó a la conclusión de que las alternativas a la detención resultaron beneficiosas para los niños y las familias afectados por la detención, y son más respetuosas con los derechos humanos al garantizar el bienestar de los niños, más eficaces al conseguir mayores índices de resolución de casos, y menos costosas ya que mantienen a los niños con sus familias en sus comunidades.

"En los últimos años, hemos observado un mayor liderazgo y compromiso de alto nivel para poner fin a la detención de niños inmigrantes y encontrar alternativas a la detención, como se destaca en el informe", indicó M'jid. "Pero no olvidemos que poner fin a la detención de menores inmigrantes no se trata solo de ponerlos en libertad. Requiere proporcionarles documentación y acceso a servicios integrados".

El equipo de tareas también subrayó que, pese a los avances realizados, los Estados aún deben adoptar una serie de medidas políticas clave. Por ejemplo, aprobar la prohibición jurídica expresa de la detención de niños según su condición jurídica o migratoria; garantizar que los sistemas nacionales de protección infantil incluyan plenamente a los niños migrantes, refugiados y solicitantes de asilo, y garantizar el acceso de los niños a la justicia y la educación, la atención sanitaria y la protección social, con independencia de su estatus o del de sus padres. 

"Tenemos que tener presente que los niños que se desplazan son ante todo niños, que sus derechos se desplazan con ellos, y que la detención nunca es la mejor opción para ellos y ellas", según M'jid. 

El derecho a la libertad personal es un derecho fundamental garantizado a todos y todas sin discriminación, incluyendo a todos los inmigrantes con independencia de su condición. La detención de inmigrantes debe ser el último recurso, no debe emplearse para imponer el retorno, y debe evitarse por completo en el caso de niños y otros grupos en situación vulnerable.

"Debemos rechazar con firmeza la detención de niños, lo que supone reconocer su prohibición y su contradicción inherente con su interés superior", explicó Carolina Hernández, asesora de Derechos Humanos sobre migración y derechos humanos. "También debemos avanzar hacia el establecimiento de una presunción mundial contra la detención. Este principio fundamental subraya que la libertad debe ser la norma, no la excepción”.