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La renta básica puede ser la solución al problema de derechos humanos que plantea la pobreza

23 junio 2017

Los valores fundamentales del sistema internacional de derechos humanos han estado sujetos a diversas amenazas en 2017 y en parte eso se explica por la sensación de que hay un rápido aumento de la inseguridad económica que afecta a amplios sectores de la sociedad, dijo Philip Alston, Relator Especial de las Naciones Unidas sobre la extrema pobreza y los derechos humanos.

“La gente se siente en peligro, vulnerable, abrumada e impotente y algunas personas son sistemáticamente marginadas, tanto en términos económicos como sociales”, señaló. “Pero, en conjunto, los activistas de derechos humanos apenas han abordado la profunda inseguridad económica que este fenómeno genera”.

El Sr. Alston formuló estas declaraciones durante la presentación de su informe ante el Consejo de Derechos Humanos, que se reunió en Ginebra el pasado mes de junio. El eje del informe es el concepto de “renta básica universal” como medio de proteger y promover los derechos humanos. 

“En múltiples aspectos, la renta básica universal ofrece una solución audaz y creativa a muchos problemas acuciantes que están a punto de empeorar aún más, como consecuencia del rumbo hacia el que la economía mundial parece orientarse de manera inexorable”, dijo el Sr. Alston.

Por ahora, la idea de una renta básica universal no suele traerse a colación en el contexto de los derechos humanos, señaló el Sr. Alston. Pero “los derechos humanos no se limitan a cuestiones de tortura o asesinatos”, añadió durante una emisión que el programa Facebook Live dedicó al tema y que se transmitió el 9 de junio.

“A menos que alcancemos un concepto mucho más amplio de derechos humanos, que sea más atractivo y tenga en cuenta los problemas que preocupan a la gran mayoría de la sociedad, la gente no verá en los derechos humanos una perspectiva esperanzadora”, dijo el Relator Especial.

 ¿Qué es la renta básica?

Según el informe, la renta básica es un pago regular que se realiza a cada persona para garantizar un ingreso mínimo de supervivencia, en comparación con los subsidios que se otorgan sobre la base de las necesidades de las familias. El pago de la renta básica se efectúa en metálico y no como un subsidio en especie (tales como los cupones de alimentos, por ejemplo), es incondicional y universal, de modo que todos, ricos y pobres, podrían recibirlo sin necesidad de cumplir determinados requisitos.  

Entre los argumentos que se esgrimen en contra de la renta básica figura el de que alienta la vagancia y suprime el aliciente para trabajar. Algunos Estados también ponen en tela de juicio su viabilidad financiera, especialmente en el contexto de los países de bajos ingresos. Pero varios estudios indican que los subsidios selectivos, que exigen la identificación precisa de las personas que los necesitan en cada comunidad, resultan mucho más costosos, dijo el Sr. Alston. Y además, existe el problema del denominado “error de exclusión”.

“Con esos métodos no se llega a identificar a todas las personas necesitadas, por lo que muchas de ellas quedan excluidas de las prestaciones”, afirmó el Sr. Alston. “Un esquema general es más eficaz, más barato y más coherente con nuestros valores”.

En el informe se pide que los derechos al trabajo, la seguridad social y el nivel de vida adecuado “reciban prioridad en los programas de derechos humanos”. Vinculada a lo anterior está la necesidad de reconocer la función de los Estados para garantizar las políticas fiscales equitativas y la justicia redistributiva.

Vea la grabación de Facebook Live del 9 de junio en la que el Relator Especial Philip Alston responde a preguntas sobre la renta básica universal.

23 de junio de 2017