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Ámbito cívico

Identificación y tratamiento de las amenazas al espacio cívico en línea

20 junio 2023

Manos sujetando un teléfono móvil. © Getty Images/Marco Piunti

Durante las últimas tres décadas, Internet y otras tecnologías digitales han revolucionado la forma en que las personas acceden a la información y la comparten, forman sus opiniones, debaten y se movilizan.

En los últimos años, sin embargo, estas tecnologías transformadoras que han desempeñado un papel significativo en el avance del progreso humano y han contribuido a la promoción y protección de los derechos humanos también se han empleado para difundir discursos de odio, acosar o acallar las voces discrepantes, además de proporcionar a agentes estatales y no estatales nuevas formas de atacar a los críticos y a la competencia, además de debilitar la democracia.

Amenazas al espacio cívico en línea

En un informe de 2020 ante el Consejo de Derechos Humanos, Derechos Humanos de las Naciones Unidas puso de relieve que los gobiernos, especialmente en África, Asia y Oriente Medio, han establecido a menudo medidas, como la interrupción de Internet, que impiden u obstaculizan deliberadamente el acceso a la información en línea o su difusión.

Un informe publicado recientemente analiza las repercusiones para los derechos humanos de las nuevas tecnologías en el espacio cívico en el Asia sudoriental. La rápida expansión de las comunicaciones digitales en la región ha conllevado nuevos retos para quienes participan en el debate público: la propagación de la incitación al odio, las campañas organizadas en línea dirigidas contra agentes de la sociedad civil y la rápida expansión de la vigilancia.

Tendencias nocivas en línea en el Asia sudoriental

  • Difusión de contenidos de odio, misóginos y discriminatorios
  • Ataques y acoso en línea organizados y coordinados
  • Tecnologías de vigilancia
  • Marcos jurídicos y reglamentarios restrictivos
  • Penalización y procesamiento de la expresión en línea
  • Interrupción de internet e interferencias en la red

Además, el informe llama la atención sobre las numerosas leyes y normativas de reciente aprobación que regulan el espacio en línea en Asia sudoriental, algunas de las cuales afianzan y amplían aparentemente restricciones ya existentes a las libertades de expresión, asociación y el derecho a la intimidad.

Las nuevas leyes y normativas están teniendo efectos importantes y a menudo negativos para periodistas, defensores y defensoras de derechos humanos, blogueros, activistas medioambientales y sociales, así como organizaciones de la sociedad civil, según concluye el informe. Estas repercusiones varían desde la interrupción de su trabajo, presiones económicas, amenazas y ataques personales, detenciones, acoso judicial y criminalización, desapariciones forzadas y cierres forzosos de organizaciones de la sociedad civil.

"El escenario de amenazas [[en el Asia sudoriental] difiere ligeramente en cada país aunque, básicamente, los problemas que estamos observando son un reflejo de las medidas represivas que se llevan aplicando en la región y también en todo el panorama mundial", afirmó Dhevy Sivaprakasam, asesora principal de políticas que dirige la labor de Access Now en el Asia sudoriental. Access Now es una organización líder en la defensa de los derechos digitales de las personas.

"Lo que estamos observando es la represión de la libertad de expresión en las plataformas de las redes sociales, y parte de ello se debe a que en muchos de estos países han proporcionado un espacio, que antes no existía, para que la población expresara sus opiniones", explicó. "También vemos que los gobiernos se están fijando y basando en las tácticas autoritarias de los demás".

Este informe es el primero de este tipo en identificar, desde la vertiente pura de derechos humanos, lo que conforma un nuevo panorama de amenazas digitales al espacio cívico en el Asia sudoriental.

"En otras regiones como Oriente Medio, los y las activistas se han coordinado en cierta medida mucho más en el mundo digital de los derechos debido a las inquietudes constantes por las que han luchado sus defensores y defensoras de los derechos humanos", añadió Sivaprakasam.

"El Asia sudoriental ha sido tradicionalmente débil a este respecto y cuenta con pocas organizaciones locales de derechos humanos con experiencia y conocimiento de los derechos digitales, aunque en los últimos años esto está cambiando y hay grupos que se organizan para resolver estas cuestiones acuciantes".

El informe ofrece una serie de recomendaciones tanto a Estados como empresas, a la vez que hace también un llamamiento a la Comisión Intergubernamental de Derechos Humanos de la ASEAN y a Instituciones Nacionales de Derechos Humanos de la región para que actúen de manera fundamental para asegurar la protección de los derechos humanos en el dominio digital.

Activistas y su seguridad en línea

En Iraq, tras la represión masiva de las manifestaciones de Tishreen en muchas partes del país en 2019 y 2020, defensores y defensoras de los derechos humanos y activistas manifestaron cuestiones preocupantes graves ante la Oficina de Derechos Humanos de la Misión de Asistencia de las Naciones Unidas para el Iraq (UNAMI) sobre las amenazas en línea y el pirateo de sus cuentas de redes sociales por parte de actores no identificados.

Según afirmaron, estos ataques eran una represalia por su labor en pro de los derechos humanos o porque habían exigido responsabilidades por las violaciones y abusos de derechos humanos que habían sufrido durante la represión. Al parecer, tenían el objetivo de silenciar a manifestantes y activistas y de favorecer una atmósfera de miedo e intimidación que disuadiera a otras personas de participar en protestas.

Como resultado, muchos de estos activistas, incluidas mujeres, limitaron sus protestas en la red y fuera de ella.

En respuesta, la Oficina de Derechos Humanos de la UNAMI puso en marcha un proyecto en colaboración con la Red Iraquí de Redes Sociales (INSM, por sus siglas en inglés) para impartir formación práctica a defensores de los derechos humanos, activistas, periodistas, blogueros y abogados sobre cómo manejarse con seguridad por el ciberespacio. Antes del inicio del programa, la INSM realizó una comprobación de bienestar digital a 25 organizaciones de la sociedad civil para evaluar su nivel de protección en línea.

Llegamos a la conclusión de que el 70 % de estas organizaciones tenían un riesgo elevado al no disponer de los fundamentos de la seguridad digital.

Hayder Hamzoz

Hayder Hamzoz es un destacado defensor de los derechos digitales y jefe de equipo en la INSM. "Carecían de una política de seguridad digital, utilizaban dispositivos débiles sin sistemas operativos originales, además de otras cuestiones. Tras la primera fase de formación, se percataron de que la seguridad digital y la privacidad no solo son importantes para su trabajo, sino también para su seguridad en línea y fuera de ella".

Ahora que se acerca su tercera fase, el programa de formación se ha centrado en mejorar la seguridad digital y aumentar el conocimiento y la concienciación sobre los derechos digitales en Iraq. A los y las participantes se les inició en la formación de herramientas prácticas para reforzar la seguridad de su entorno digital, incluyendo la comunicación, el almacenamiento de datos y la protección contra la piratería informática. También participaron en una sesión sobre cómo identificar y contrarrestar el discurso de odio.

Desde diciembre de 2021, unas 330 personas de diferentes partes de Iraq, muchas de ellas mujeres, han recibido formación, incluidos 15 participantes que fueron seleccionados para ser formadores y reproducir las actividades de formación, las mejores prácticas y compartir las herramientas más ampliamente en sus propias comunidades.

Entre los que han pasado el testigo se encuentra Rana Husam Yasin Al-Nuaimy, formadora en desarrollo humano y violencia de género de Mosul, al norte de Iraq.

"Como me piratearon mi página, tras haber recibido formación de la INSM, me propuse no dejar que ninguna mujer después de mí fuera pirateada o sometida a chantaje electrónico", declaró.

Al-Nuaimy se centró en formar a otras defensoras de los derechos humanos de su comunidad que, al igual que ella, habían sido objeto de ataques en línea por su trabajo contra la violencia de género. Les enseñó a proteger sus cuentas, a asegurar los archivos confidenciales de sus dispositivos y a evitar la eliminación o usurpación de sus cuentas en las redes sociales.

Además, en octubre de 2022, la Oficina de Derechos Humanos de la UNAMI y la INSM publicaron una guía del usuario sobre seguridad digital para los defensores y defensoras iraquíes de los derechos humanos. Otras presencias de Derechos Humanos de las Naciones Unidas sobre el terreno se encuentran verificando la labor en torno a la seguridad digital y los derechos digitales que lleva a cabo la Oficina de Derechos Humanos de la Misión para reproducirla.