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República Árabe Siria

Detrás de los datos: Registrando las víctimas civiles en Siria

11 mayo 2023

Dos mujeres sirias caminan junto a edificios destruidos en el centro de la ciudad de Raqqa, Siria, 31 de marzo de 2019. © EPA-EFE/AHMED MARDNLI

Durante los últimos diez años, cada día han muerto un promedio de 84 civiles por motivos relacionados directamente con la guerra en Siria, de acuerdo con Derechos Humanos de las Naciones Unidas. En 2022, se calculó que 306.887 civiles habían resultado muertos desde que comenzara el conflicto armado en el país. Estas cifras estremecedoras revelan el brutal impacto que tiene el conflicto para las vidas de los civiles.

Para recopilar esta cantidad de datos se necesita de un equipo de derechos humanos además de expertos y expertas en estadística. Derechos Humanos de las Naciones Unidas supervisa e informa sobre la situación de derechos humanos en numerosos países afectados por conflictos, con el particular cometido de destacar problemas emergentes en materia de derechos humanos y ofrecer un análisis de alerta temprana.

En muchas zonas afectadas por conflictos, Derechos Humanos de las Naciones Unidas lleva a cabo un registro de las víctimas civiles, lo que significa documentar el número y las circunstancias de las muertes directas relacionadas con el conflicto. El registro de víctimas implica la recogida sistemática de datos sobre muertes relacionadas con el conflicto, lo que además de evaluar el daño en cuestión de víctimas civiles, también posibilita identificar cuestiones preocupantes en materia de derechos humanos, como son el impacto de armamento altamente explosivo en zonas urbanas, o el posible carácter desproporcionado que tienen ciertos ataques.

Las dificultades que entraña la recogida de datos fiables en escenarios de conflicto son numerosas. En los diez años que llevamos de conflicto en la República Árabe Siria, Derechos Humanos de las Naciones Unidas ha trabajado con varias organizaciones de la sociedad civil que trabajan sobre el terreno, llevando a cabo esta extenuante tarea de documentar e informar sobre las muertes de civiles ocurridas durante las hostilidades activas.

Una de estas organizaciones es la Syrian Network for Human Rights (SNHR). Esta organización opera en entornos peligrosos, en ocasiones con riesgo personal para sus miembros. A pesar de esto, se ha mantenido constante en la calidad de su trabajo, asegurando que quedan registradas las víctimas civiles, y que se escuchan sus experiencias.

«Mantuvimos una vigilancia diaria de muchas zonas y barrios residenciales que fueron asediados por ambas partes del conflicto o que resultaron bombardeados, debido a lo cual tuvimos que enfrentarnos a enormes desafíos en cuestión de seguridad en los cuales perdimos a colegas que fueron asesinados o detenidos,» explicó Fadel Abdul Ghany, Fundador y Director Ejecutivo de SNHR.

El Observatorio Sirio para los Derechos Humanos (SOHR, según siglas en inglés) se enfrenta a una realidad igual de complicada.

“No resulta sencillo para ninguna organización el trabajar bajo circunstancias y obstáculos tan peligrosos y difíciles, los cuales dificultan las actividades de documentación y supervisión,» afirmó Rami Abdurrahman, Fundador y Director<1>de SOHR. «No obstante, las organizaciones cooperamos unas con otras con el fin de mejorar el futuro del pueblo sirio, quienes llevan lidiando con la destrucción y el hambre durante años.»

Obteniendo los datos correctos

A la vez que se realizan todos los esfuerzos posibles para que la información sobre víctimas civiles sea tan exhaustiva como sea posible, el equipo se enfrenta a dificultades para acceder a esta información debido a hostilidades activas o al desplazamiento de las personas. Esto significa que los datos recogidos no son completos y no pueden cubrir todos los incidentes que ocurren en Siria.

Con el fin de atajar estas limitaciones, la Sección de Metodología, Educación y Capacitación de Derechos Humanos de las Naciones Unidas (METS) ubicada en Ginebra, Suiza, lidera un proyecto que vincula técnicas innovadoras sobre estadística y ciencia de datos con vigilancia en materia de derechos humanos. Estadísticos, expertos y expertas en datos pertenecientes a Derechos Humanos de las Naciones Unidas han colaborado con estadísticos del Grupo de Análisis de Datos en Derechos Humanos (HRDAG, según siglas en inglés) en un proyecto que integra información recopilada de múltiples fuentes, lo que aporta un valor adicional a estas iniciativas independientes.

«La información recogida por estos grupos encargados de la documentación es de vital importancia,» afirmó Megan Price, Directora Ejecutiva, Grupo de Análisis de Datos en Derechos Humanos (HRDAG).

Es esencial que saquemos el máximo provecho de ella, con el fin de hacer todo lo que esté en nuestras manos para reconocer y honrar la memoria de las víctimas de este conflicto.

MEGAN PRICE, DIRECTORA EJECUTIVA, GRUPO DE ANÁLISIS DE DATOS EN DERECHOS HUMANOS

Para llevar a cabo el proyecto, se procesaron más un millón de informes procedentes de ocho fuentes distintas. El equipo verificó la relevancia de cada uno de ellos, identificó posibles duplicados, y posteriormente calculó el número total de muertes civiles usando ciencia de datos y técnicas estadísticas punteras, como el Procesamiento de Lengua Natural (NLP) y la Estimación por Sistemas Múltiples (MSE). El NLP es un método que se aplica habitualmente a conjuntos grandes de datos de texto no estructurados. Al aplicarlo a los informes sobre las circunstancias de las víctimas, estos datos pudieron ser estructurados en un formato útil para el análisis. Combinando estos datos con los resultados del MSE, un método estadístico empleado para medir el tamaño de poblaciones que resultan difíciles de cuantificar, se pudieron hacer entonces cálculos fiables sobre muertes que han quedado sin ser documentadas.

La suma de la labor de registro de las víctimas con métodos de estadística avanzados tiene un enorme valor, y sirve para crear una imagen fiel de cómo la violencia cambió con el paso del tiempo, y de cómo grupos diferentes, tales como las mujeres, los niños y las niñas, resultaron afectados. Estas estimaciones se basaron en la información documentada de forma individual, aunque también revelaron las lagunas en la documentación de las fuentes empleadas.

Del cálculo total de 306.887 civiles asesinados entre el 1 de marzo de 2011 y el 31 de marzo de 2021 en Siria debido al conflicto, más de la mitad de esas muertes, o 163.537, no fueron documentadas nunca por grupo alguno, según Derechos Humanos de las Naciones Unidas. Esto es significativo ya que estos resultados tienen un impacto duradero que va más allá de las estadísticas; forman parte del registro histórico de la guerra, conforme con la Oficina.

Estos resultados pueden usarse para promocionar objetivos de derechos humanos y para informar a los procesos de creación de políticas y de toma de decisiones, según afirma Radwan Ziadeh, el Director Ejecutivo del Centro de Damasco para Estudios de Derechos Humanos (DCHRS), una organización que facilitó datos para este proyecto.

«En primer lugar, los resultados pueden usarse para asegurar el derecho a la verdad, para que de ese modo víctimas y sus familias puedan obtener reconocimiento al poner un rostro humano a las estadísticas,» aseguró Ziadeh. «En segundo lugar estaría la importancia de los mismos para la justicia y la rendición de cuentas, ya que estos resultados pueden ser utilizados en el futuro en procesos judiciales.»

El Consejo de Derechos Humanos encargó a Derechos Humanos de las Naciones Unidas la elaboración de un informe sobre las consecuencias del registro de víctimas para la promoción y protección de los derechos humanos, lo que supone una evidencia del interés y reconocimiento crecientes del valor del trabajo de registro de las víctimas.

«Somos muy afortunados de contar con esta cooperación con Derechos Humanos de las Naciones Unidas, y confiamos en continuar con esta colaboración en el futuro,» señaló Ziadeh.

El proyecto continuará su labor teniendo en cuenta el cálculo de las muertes indirectas, que suponen muertes resultantes de una pérdida de acceso a productos y servicios básicos relacionada con el conflicto, e identificando nuevas preguntas para profundizar en el análisis.

«El trabajo sobre el terreno continúa, y se van revelando nuevos factores del impacto del conflicto para las vidas de los sirios y las sirias,» explicó Dimiter Chalev, Jefe de la Oficina de Derechos Humanos de las Naciones Unidas para Siria. «Los datos se convierten en nuevos aliados en el camino hacia configurar iniciativas centradas en las víctimas y sensibles con la cuestión de género que hagan realidad la justicia, la rendición de cuentas y, con suerte, una paz sostenible.»