No se trata solamente del pelo, es una afirmación de identidad
Puede que el pelo sea algo intrascendente para mucha gente, incluso algo superficial; no obstante, tal como explicó Zulaikha Patel, para los africanos y las africanas y los y las afrodescendientes, el pelo no es solamente pelo. Se trata de cultura. Se trata de identidad. Y en el caso de algunas escuelas sudafricanas, supuso una manera de imponer la discriminación y mantener el apartheid.
«Durante el apartheid en Sudáfrica existió la prueba del lápiz,» explicó. «Si te metían un lápiz en el pelo y, cuando movías la cabeza, el lápiz no se deslizaba hacia fuera, te consideraban como una persona de color, si el lápiz se quedaba dentro te consideraban una persona negra. Eso significaba que ya no se trataba solamente de pelo. El pelo había pasado a ser una herramienta que determinaba tu nivel de vida y la calidad de vida que tendrías en Sudáfrica por entonces.»
A la edad de 13 años, Patel fundó un movimiento llamado «Stop al Racismo contra las niñas en los institutos de Pretoria» para combatir el racismo institucional en su instituto, cuyas normas dictaban que las niñas negras tenían que alisarse su pelo natural afro. La iniciativa contra el racismo liderada por Patel desencadenó un movimiento por todas las escuelas públicas del país.
«Yo organicé una protesta a la vez que me amenazaban con detenerme, pero en ese momento decidí adoptar una postura firme [[ya que] me estaban obligando a asimilarme a una persona blanca y a asimilar una imagen en la que yo no encajaba. El pelo era una herramienta que se usaba para ejercer opresión contra mi persona,» recuerda Patel.
Según las Naciones Unidas, el racismo institucional puede describirse como las actitudes racistas que caracterizan las tradiciones, creencias, opiniones y leyendas de un grupo étnico y que están profundamente arraigadas en la misma fibra del paradigma cultural del grupo étnico. Estas creencias son aceptadas como hechos y se considera que son prácticas normales de comportamiento a la vez que en la práctica marginan y demonizan el valor humano de otro grupo étnico. Este tipo de creencias ha llevado a la idea de que el pelo liso es más limpio y mejor que el pelo rizado o en forma de espiral.
La campaña “¡Aprende, pronúnciate y actúa!” lanzada en julio de 2022 por Derechos Humanos de las Naciones Unidas, tiene por objeto fomentar acciones concretas para luchar contra el racismo y otros tipos de discriminación conexos. Cuestionar los estereotipos y adoptar medidas concretas contra los prejuicios que fomentan el racismo institucional y la discriminación basados en aspectos como el pelo natural afro es clave para la plena realización de los derechos humanos.
Patel fue una de las galardonadas en la Cumbre de Jóvenes Activistas de 2022, celebrada en Ginebra (Suiza), y en la que se muestra la labor de jóvenes que trabajan en pro de un mundo inclusivo e igualitario. El ejemplo inspirador de la lucha contra el racismo de Patel demuestra cómo adoptar una posición firme y llevar a cabo acciones concretas puede conseguir un cambio real y transformar el mundo de forma positiva.
Cambiando el relato
En 2019, Patel, que ahora tiene 20 años, escribió y publicó un libro con el título My Coily Crowny Hair (Mi pelo rizado y en espiral) para ayudar a transformar la visión negativa asociada con el pelo natural afro. El libro viene a contar la historia de una niña de siete años llamada Lisakhanya, cuyo nombre significa «sigue brillando» en zulú. Lisakhanya se embarca en un viaje junto con su madre y abuela para saber más sobre su pelo afro y la herencia que este implica. Lisa se da cuenta de que el pelo afro no es solamente pelo y aprende a valorarlo y, en última instancia, a valorar su propia persona.
Su libro se ha convertido en un éxito de ventas y está ayudando a dar la capacidad a las niñas para amar su pelo natural y a valorarse a sí mismas.
«No se puede separar cualquier expresión del pelo negro de la identidad negra, sobre todo porque para las personas negras su pelo significa algo más. En mi caso, llevar el pelo tal como yo lo llevo me hace sentir poderosa. Me hace sentir libre. Para mí es un símbolo de libertad, y también es un símbolo de resistencia.»
Patel es ahora una estudiante de derecho a la vez que trabaja con legisladores y responsables políticos preparando borradores de políticas inclusivas y que combaten el racismo centrándose en asegurarse que estas políticas «son inclusivas para las personas negras, e inclusivas también para los africanos y las africanas.»
Además de estar estudiando y promocionando su libro, Patel ha fundado también una organización sin ánimo de lucro de nombre «Dare to change», cuya principal idea es «inspirar a los y las jóvenes a atreverse a cambiar el mundo que les rodea, basándose en tres pilares: educación, activismo y alfabetización.»
«Yo empecé la organización con la esperanza y aspirando a proporcionar espacios de biblioteca a escuelas que cuentan con muy pocos recursos situadas en comunidades rurales y municipios en Sudáfrica, con el fin de satisfacer las necesidades de lectura y alfabetización de los niñas y niñas,» declaró.