30 años más tarde, las minorías aun tienen que ser tenidas en cuenta y escuchadas
22 junio 2022
"El mundo era un lugar lleno de esperanza,” declaró Paulo David, Director de la Sección de Pueblos Indígenas y Minorías de Derechos Humanos de las Naciones Unidas, durante un debate en mesa redonda virtual sobre la aprobación de la Declaración de las Naciones Unidas sobre los derechos de las personas pertenecientes a minorías.
Este debate fue organizado por la Sección de Pueblos Indígenas y Minorías de Derechos Humanos de las Naciones Unidas y por el Grupo Internacional pro Derechos de las Minorías (MRG), y forma parte de la conmemoración de un año de duración del 30º aniversario de la Declaración de las Naciones Unidas sobre los derechos de las personas pertenecientes a minorías.
Este seminario web reunió a expertos en derechos de las minorías procedentes de las Naciones Unidas, el mundo académico y ONGs para reflexionar sobre las lecciones aprendidas durante los útimos 30 años y los desafíos que aun quedan pendientes incluyendo los relacionados con las lagunas existentes en la protecicón normativa de los derechos de las minorías.
David añadió que a la vez que la aprobación de la Declaración había traído esperanza hacía 30 años, este sentimiento se había difuminado rápidamente debido al conflicto armado que surgió en la anterior Yugoslavia. Él también afirmó que las minorías continúan siendo instrumentalizadas en numerosos conflictos, incluyendo en Ucrania, Etiopía, Myanmar, Sudán Meridional, Siria y Yemen.
Las minorías siguen siendo invisibles y vulnerables
“Las minorías han seguido siendo, de forma general y sorprendente, excluidas de cualquier avance significativo ocurrido durante los útimos 30 años," aseguró Fernand de Varennes, Relator Especial de las Naciones Unidas sobre cuestiones de las minorías. "Las cuestiones de las minorías ocupan un espacio muy reducido en el programa de las Naciones Unidas, por lo que ha llegado el momento de revisar, reflexionar y reformar, ya que los derechos de las minorías están siendo muy a menudo dejados de lado o incluso ignorados.”
Él destacó el hecho de que haya habido varios casos donde se eliminó de forma intencionada a las minorías de las listas de grupos vulnerables o afectados que necesitan de protección en el ámbito de documentos e iniciativas de las Naciones Unidas.
“Estamos de nuevo entrando en un período clave donde es necesario reorientar nuestro centro de atención," aseveró.
Esta reorientación es necesaria ya que existen más de 100 millones de personas desplazadas por la fuerza debido a las convulsiones mundiales acontecidas en la última década con guerras y conflictos internos, en los cuales han resultado afectadas minorías, explicó. Asimismo, más de tres cuartas partes de los apátridas de todo el mundo son personas que pertenecen a minorías.
“En muchos países un porcentaje parecido de personas es objetivo del discurso de odio y de crímenes de odio en las redes sociales, a la vez que observamos un aumento en los llamamientos al genocidio contra las minorías...," destacó.
Tal como de Varennes explicó, los acontecimientos mundiales han dificultado aun más cómo las minorías hacen frente a los efectos combinados de la pandemia y la discriminación estructural sostenida. Esta situación ha conducido a una mayor marginalización, explotación y victimización, declaró.
La pandemia de COVID-19 ha dejado al descubierto también la discriminación profundamente arraigada, ha acentuado las desigualdades dentro de y entre países, además de abrir la puerta a una crisis social y económica que afecta al disfrute de todos los derechos humanos, incluyendo de forma desproporcionada los de las minorías, explicó.
A la vez que las perspectivas pueden parecer poco prometedoras, Derechos Humanos de las Naciones Unidas lanzó diversas iniciativas para ayudar a promocionar los derechos de las minorías, que incluían la Guía contra la Discriminación, los Premios para Artistas de las Minorías sobre Apatridia, además del Programa de Becas para las Minorías.
Asimismo, uno de los mayores logros de la Declaración es el haber proporcionado una protección duradera para la existencia de los grupos minoritarios, afirmó Rita Izsàk, anterior Relatora sobre cuestiones de las minorías.
«No obstante, las minorías necesitan de un mayor conocimiento sobre cómo conservar su identidad, idioma, cultura y religión,» aseguró.
Ella resaltó que la reducción de espacio civil para las minorías es un hecho terrible a la vez que no se les ofrece la oportunidad de formar parte del proceso de toma de decisiones.
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«Una legislación positiva no es suficiente.»
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Rita Izsàk, anterior Relatora sobre cuestiones de las minorías
«Necesitamos de una implementación adecuada de las políticas,» señaló. «El derecho a la participación es vital ya que si conseguimos que las minorías sean parte del proceso, tenemos mejores oportunidades de que sus necesidades queden reflejadas.»
Joshua Castellino, Director Ejecutivo de MRG, indicó que parece que las minorías ocuparan un lugar inferior en las agendas diplomáticas de los estados, a la vez que se ha incrementado la amenaza para las minorías conforme las políticas populistas tienen como una de sus bases la refutación de sus identidades y su pertenencia a las mismas.
«El análisis de la situación y las lagunas en la normativa que refleja sugiere que es necesario dar un nuevo énfasis a asegurar que los grupos de comunidades que son cada vez más víctimas de disensiones, se beneficien de la profusión de normativas legales internacionales que existen para hacer más fácil su lucha,» añadió.
Castellino explicó que las democracias están siendo utilizadas para situar a las minorías como chivos expiatorios y que la única vía para movilizar a comunidades e instituciones es mediante un tratado vinculante ya que la Declaración no ha resultado ser suficiente para proteger a las minorías.
De acuerdo con Larry Olomofe, fundador y Director General de Cosmodernity Consultants, se deben hacer más esfuerzos para cambiar la retórica negativa que se usa para promocionar los derechos de las minorías, como son las iniciativas de medidas afirmativas en los Estados Unidos.
«Es necesario que exista masa crítica y voluntad política para dar credibilidad a algunos principios, y para crear precedentes que conduzcan a normas y prácticas más sólidas,» afirmó.
John Packer, Director del Human Rights Research and Education Centre de la Universidad de Ottawa, comentó, «el problema de las minorías es el problema de las mayorías: tiene que ver con la diversidad, la libertad de elección, y la auto-determinación.»
Él destacó la necesidad de una iniciativa que fomente la firma de convenios y que genere debates. También manifestó su apoyo a la creación de un marco normativo pleno y amplio sobre los derechos de las minorías y que incluya un mecanismo de puesta en práctica.
Corinne Lennox, catedrática de Derechos Humanos en la Universidad de Londres, declaró que sería ventajoso desligar diferentes grupos minoritarios, ya que sus necesidades e intereses pueden no ser los mismos. Por ejemplo, ella se refirió a cómo el movimiento de «pueblos indígenas» comenzó con la no discriminación, lo que no fue suficiente para lograr sus objetivos, por lo que ellos ampliaron su campo de acción para incluir otras normas.
«Es importante no reducir los derechos de las minorías a la no discriminación: la protección de las minorías se extiende más allá de la igualdad y la no discriminación, para abarcar la auto-determinación,» indicó. «Un tratado serviría para consolidar los derechos de las minorías en un único instrumento, teniendo en cuenta la proliferación actual de normativas.»
Lennox afirmó que esta es la razón de la importancia de que las Naciones Unidas inviertan más en el marco de las minorías.
«Estamos entrando en una crisis, y con riesgo de resultar exagerado, la cuestión con la que estamos tratando aquí podría describirse mejor como un vacío más que como algunas lagunas,» de Varennes señaló. «Ustedes estan aquí para analizar lo que comenzó hace 30 años y la necesidad de reorientar la atención de la comunidad internacional, tan valiosa, en un período de crisis global.»