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Brasil

Monica Benicio, viuda de la concejal de Río de Janeiro Marielle Franco, asesinada el año pasado, jura que seguirá luchando

14 marzo 2019

Hace un año, Monica Benicio perdió al amor de su vida. La noche del 14 de marzo de 2018, su pareja, la concejal de Río de Janeiro Marielle Franco, recibió cuatro disparos en la cabeza mientras volvía a casa, tras participar en un acto en pro de los derechos de las mujeres negras denominado “Young Black Women Moving Structures”. El chófer del auto, Anderson Gomes, también murió en el atentado.

Franco había criticado abiertamente la brutalidad policial y defendía los derechos de las mujeres, el colectivo LGBTI y los jóvenes de los barrios periféricos de la ciudad.

En los últimos meses, Monica Benicio ha lucido la misma camiseta de campaña, en honor a su fallecida compañera. Sobre la prenda figura la frase “Lute como Marielle Franco,” [Lucha como Marielle Franco], que se ha convertido en un nuevo lema que congrega a miles de sus partidarios.

“Veo un futuro esperanzador. Esa esperanza entraña mucha resistencia, porque el futuro no se construirá sin lucha, pero aspiro a que, al contrario de lo que ha ocurrido en todos los momentos anteriores de nuestra historia, ese porvenir llegará con menos derramamiento de sangre”, declara Benicio. “Esta es la lucha del movimiento feminista. Luchamos por una sociedad más justa y más igualitaria”, afirma.

A finales de febrero, durante el último periodo de sesiones del Consejo de Derechos Humanos, Benicio viajó a Ginebra para hablar de la situación de los defensores de los derechos humanos de las mujeres en su país y “para recabar ayuda internacional, a fin de que el mundo sepa lo que ocurre actualmente en Brasil”.

Estos defensores, como la fallecida Marielle Franco, han sido víctimas de difamación pública, acoso en Internet, amenazas de muerte e incluso de asesinatos, según consta en un nuevo informe de las Naciones Unidas. En 2017, se notificaron en Brasil 65 asesinatos de defensores de derechos humanos, según informa la ONG FrontLine Defenders. La propia Benicio había recibido graves amenazas que la obligaron a mudarse de la vivienda que compartía con su pareja.

Ser un defensor de derechos humanos

Arquitecta y defensora de derechos humanos, Benicio cree que es fundamental que la comunidad internacional comprenda que su pareja luchó por los derechos humanos y en contra del racismo, la discriminación de género y el odio contra las personas del colectivo LGBTI.

En su opinión, la participación de los grupos marginados es esencial para transformar la sociedad. Esos grupos, que son minoría en términos de poder político aunque son mayoritarios en número, no seguirán aceptando una sociedad caótica y violenta, sino que la desmontarán mediante la resistencia, señala Benicio.

“Hemos protestado, y cada vez lo hacemos más. Basta con ver nuestra reacción al asesinato de Marielle. Aunque hubiéramos podido permanecer en silencio y dar un paso atrás en la lucha, -en particular nosotras, las mujeres negras- hicimos lo contrario: reaccionamos contra el intento de silenciar lo que Marielle representaba”, dice Benicio.

Las mujeres negras de Brasil reaccionaron al asesinato de Franco con la ocupación de más espacios democráticos.

“Cuando contemplo la lucha de las mujeres quilombolas, por ejemplo, me siento inspirada por ellas. Las voces de estas minorías, en conjunto, pueden resultar inspiradoras para la causa”, asegura Benicio.

“Siempre son las minorías las que tratan de expresar sus ideas, no solo en beneficio propio, sino también en pro de una construcción colectiva. De modo que debo observar estas luchas y comprender que, si me inspiran, es porque yo también deseo cambiar”, añade Benicio.

Más allá del duelo, la lucha

Michelle Franco consiguió, mediante su esfuerzo personal, salir de las favelas y convertirse en una célebre concejal de la ciudad de Río de Janeiro. Su muerte sembró el duelo entre familiares y amigos, y también entre los supervivientes de la violencia, que ahora deben hacer frente a la pérdida de una joven mujer en la flor de la vida.

“Es muy difícil proseguir con la vida cotidiana tras sufrir tanta violencia. Pero creo que, de hecho, lo que da nuevo sentido a la vida misma, lo que constituye la esencia de la lucha….es tratar de comprender que uno debe participar de algún modo en una sociedad construida con solidaridad, para que nadie tenga que sentir de nuevo el dolor que uno siente”, afirma Benicio.

“Este es mi proyecto personal. Que nadie tenga que pasar por un tormento similar. De modo que cuando pienso que mi esfuerzo puede evitar que eso ocurra, ese pensamiento me estimula para seguir luchando”.

Tras el asesinato de Franco, se desataron protestas en todo el mundo para denunciar el crimen. Al cumplirse el primer aniversario de su muerte, prosiguen las protestas y los homenajes. Asimismo continúan las investigaciones en torno al atentado. El 12 de marzo de 2019, dos antiguos miembros del cuerpo de policía fueron arrestados en calidad de sospechosos de participación en el suceso.

“Marielle creía que era posible transformar la sociedad para que llegara a ser lo que ella aspiraba. De modo que, para mí, esta es también una manera de seguir a su lado. Y de decir a la gente que ha pasado por trances similares de dolor y violencia, que sí, que tenemos motivos para persistir. Porque de otra forma, estaríamos diciendo que los que cayeron en la lucha han muerto en vano y para mí eso sería inaceptable”, añade Benicio.

“Dar nuevo significado a la historia misma, mediante un movimiento de lucha, es un acto de solidaridad y transformación social. Es también un gesto de combate en pro de los derechos humanos. Este es legado de Marielle, no cabe duda”.

14 de marzo de 2019