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La participación de los jóvenes es clave para los derechos de los pueblos indígenas

13 octubre 2017

"¿Creen ustedes, de veras, que todos los pueblos tienen derecho a una protección equitativa con arreglo al derecho internacional? ¿Piensan, de verdad, que deben cumplirse las promesas que figuran en los tratados?"

En 1923, Levi (Deskaheh) General, jefe cayuga de la Confederación Iroquesa, viajó a Ginebra donde hizo estas declaraciones. Tras haber sido testigo del trato cruel recibido por su pueblo en su tierra natal, Canadá, el dirigente aborigen quiso exponer el tema de los derechos de los pueblos indígenas ante la Sociedad de las Naciones. Durante un año, Deskaheh trató de comparecer ante la Organización, pero solo recibió por respuesta lo que luego denominaría "una indiferencia cruel".

Casi 100 años más tarde, su bisnieta Karla Kawenniiostha General volvió a formular la misma pregunta ante el Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas en el actual Palacio de las Naciones, que fuera sede de la Sociedad de las Naciones, debido a las limitaciones que confrontan los pueblos indígenas para acceder por derecho propio a las Naciones Unidas.

"Es asombroso que todavía en 2017...  se rechace el acceso a las Naciones Unidas de las voces indígenas auténticas y representativas", declaró la Sra. General. "Se trata de la cuestión más acuciante de nuestro tiempo. Sin auténticas voces indígenas, las decisiones tomadas en foros internacionales no serán coherentes con la realidad que viven los pueblos indígenas en sus países".

La declaración de la Sra. General se produjo en el marco de un debate celebrado para conmemorar el décimo aniversario de la Declaración de las Naciones Unidas sobre los derechos de los pueblos indígenas y examinar la función de la juventud en su aplicación.

¿Diez años de acción? 

La Declaración de las Naciones Unidas sobre los derechos de los pueblos indígenas se aprobó hace 10 años, tras más de dos decenios de polémica. La Declaración establece un marco universal de estándares mínimos para la dignidad, la supervivencia, el bienestar y los derechos de los pueblos indígenas del mundo. El documento trata de derechos tanto individuales como colectivos, entre otros la cultura, la identidad, la educación, la sanidad y el empleo.

Aunque ya ha transcurrido un decenio desde su aprobación, los Estados se demoran en aplicarla y lo hacen de forma irregular. “Y no precisamente porque ignoremos lo que debemos hacer”, declaró la Alta Comisionada Adjunta para los Derechos Humanos, la Sra. Kate Gilmore.

"Tenemos pruebas, pero necesitamos más; se han alzado voces, pero deberían amplificarse; se ha evaluado la situación pero debería haber más participación de los pueblos indígenas en estos análisis; la aplicación para los pueblos y los jóvenes indígenas, y conjuntamente con ellos, es el camino a seguir", declaró la Alta Comisionada Adjunta.

Una de las formas de involucrar más a los jóvenes consiste en facilitarles el espacio y las herramientas necesarias para que puedan unir los dos mundos en los que viven, el indígena y el mundializado, declaró Dali Angel, coordinadora de la Red de Jóvenes Indígenas de América Latina. Su agrupación publicó hace poco un informe en el que se analiza el estado de la juventud indígena en América Latina y el Caribe. En el estudio se llegó a la conclusión, entre otras cosas, de que los jóvenes tenían problemas con su identidad, por ejemplo, a la hora de identificarse como indígenas en un censo, con la migración (muchos se mudan del campo a zonas urbanas), y que carecen de una educación culturalmente apropiada. La Sra. Angel sostuvo que esto coloca a la juventud indígena en el centro de diversas tensiones.

"Los efectos de la colonización histórica, la discriminación y la marginación han dejado a los jóvenes en una posición incómoda", declaró la Sra Dali."Los jóvenes asumen este desafío, para vivir y ser capaces de crear su propio mundo cultural y ser parte de esos dos mundos, el indígena y el globalizado”.  

El Sr. Albert K. Barume, Presidente-Relator del Mecanismo de Expertos sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas, declaró que existe una "tímida tendencia al cambio" en la promoción y el uso de la Declaración. Aunque la creación de instituciones y políticas sea correcta, es preciso trabajar más para mejorar la vida de esas comunidades.

"Estas cosas no cambian la vida de las personas", declaró el Sr. Barume. "Son importantes, por supuesto, pero no cambian las condiciones de vida de la gente en el marco de la comunidad. El trabajo que queda por hacer es enorme y si se tiene que cargar a espaldas de la juventud, es menester que la juventud disponga de espaldas sólidas".

13 de octubre de 2017