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Côte d’Ivoire busca justicia y reconciliación en las cortes y sobre el terreno

04 noviembre 2016

Roger Kougbo todavía recuerda con nitidez las escenas de violencia que tuvieron lugar en Côte d’Ivoire durante las reñidas elecciones de 2010.

El Sr. Kougbo recuerda las calles en los alrededores de su barrio, en la zona de Yopougon, en Abiyán, la capital del país. En determinado momento, las calles estaban repletas de gente que huía de los combates o que había quedado atrapada entre los contendientes. Y de pronto, el vacío. Durante varias semanas nadie se atrevió a salir de casa por miedo a ser arrestado, golpeado o sufrir cosas aún peores, dijo Kougbo, mientras señalaba desde su balcón a la calle de enfrente. Pero el hecho de permanecer encerrado en casa trajo consigo nuevos problemas, como la escasez. 

“Durante la crisis, era difícil encontrar comida, porque no había nada de nada”, dijo Kougbo, que dirige la ONG local de víctimas Nueva Visión. “No había nada en los mercados ni en las tiendas. Vivíamos del aire”.

En 2010, la violencia se desató en Côte d’Ivoire tras las elecciones, cuando las fuerzas leales al ex presidente Laurent Gbagbo se enfrentaron a los partidarios del candidato Alassane Ouattara, que había sido declarado vencedor en los comicios. El Consejo de Derechos Humanos envió una comisión de investigación que documentó diversos abusos de derechos humanos cometidos por ambas partes y presentó los informes pertinentes. 

Esta labor, junto con el trabajo realizado por otros mecanismos de derechos humanos de las Naciones Unidas, entre ellos el nombramiento de un experto independiente, ayudaron a que el país alcanzara cierta estabilidad, afirmó Ali Ouattara, presidente de la Coalición de Côte d’Ivoire para la Corte Penal Internacional.

“Los ciudadanos se miraban con frialdad”, dijo. “Había cierta animosidad y falta de comprensión entre ellos. Por medio de estas estructuras, las Naciones Unidas han contribuido a reconstruir la confianza y la cohesión entre la ciudadanía y a fomentar la reconciliación”.

El país ha respondido bien al aumento de atención, dijo el actual Experto Independiente sobre Côte d’Ivoire, Mohamed Ayat. En octubre de 2015 se celebraron elecciones pacíficas y se han logrado muchos progresos en materia de reconciliación. Pero todavía quedan tareas pendientes.

“Hay retos en materia de seguridad, así como en lo tocante al desarrollo económico y humano”, declaró Ayat. “Pero creo que Côte d’Ivoire es un país sólido y que será capaz de hacer frente a esos desafíos”.

El cumplimiento de estas tareas pendientes ha sido parte del trabajo de la Comisión Nacional de Derechos Humanos de Côte d’Ivoire, establecida recientemente, dijo su presidenta Namizata Sangaré. La Sra. Sangaré siguió de cerca el trabajo de la comisión internacional de investigación y asistió a la presentación de su informe en Ginebra. La presidenta afirmó que la ayuda recibida por su grupo y por las ONG ha sido muy provechosa en términos de aumento de capacidades. Pero señaló que es necesario tener paciencia para superar los retos que afronta el país. 

“La justicia puede ser lenta, pero tenemos que confiar y seguir muy de cerca la labor de esta estructura independiente”, declaró. “Le prestamos mucha atención a este proceso”.

Con casi 1.300 resoluciones y 80 periodos de sesiones en algo más de un decenio de existencia, el Consejo de Derechos Humanos dispone de mucha materia de reflexión en la celebración de este décimo aniversario. La película que figura a continuación pone de relieve una parte del trabajo sobre el terreno que el Consejo ha llevado a cabo.

4 de noviembre de 2016

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