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Se les ha dado a los derechos y necesidades de las personas de edad con demencia baja prioridad en la agenda nacional y global. En particular, con la progresión de la enfermedad, su autonomía disminuye y las personas de edad con demencia tienden a ser aisladas, excluidas y sujetas a abusos y violencia.

Es crucial considerar la demencia a través de un enfoque basado en los derechos humanos ya que las personas con demencia son titulares de derechos y los Estados y las otras partes interesadas son portadores de derechos con obligaciones basadas en las normas y principios internacionales de derechos humanos.

Bajo un enfoque basado en los derechos humanos, el desarrollo de políticas, legislación, regulación, instituciones y presupuestos relacionados con la reducción del riesgo de demencia y el cuidado deben estar anclados en un sistema de derechos y obligaciones correspondientes que los Estados han acordado cumplir en el marco internacional de los derechos humanos.

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