En los 18 años últimos, los organismos creados en virtud de tratados y los procedimientos especiales de las Naciones Unidas dedicados a los derechos humanos han documentado violaciones de los derechos humanos de las personas LGBT y analizado el cumplimiento por parte de los Estados de las normas internacionales de derechos humanos. Entre las violaciones denunciadas se incluyen asesinatos, violación y ataques físicos, tortura, detención arbitraria, la negación de los derechos de expresión, de reunión e información, junto con la discriminación en el trabajo, la salud y la educación y el acceso a los bienes y servicios. En cada caso, las víctimas implicadas son seleccionadas por ser, o por considerarse que son, lesbianas, gay, bisexuales o transgénero. La mera percepción de homosexualidad o identidad de género es suficiente para poner a las personas en riesgo. Nacidos libres e iguales (el título se inspira en las palabras de apertura del artículo 1 de la Declaración Universal de Derechos Humanos) establece el origen y alcance de algunas de las obligaciones jurídicas básicas que los Estados deben asumir para proteger los derechos humanos de las personas LGBT. Su propósito es ayudar a que los Estados conozcan mejor la naturaleza de sus obligaciones y las medidas necesarias para cumplirlas. Asimismo, ofrece información potencialmente útil para la sociedad civil, los defensores de derechos humanos y otras personas que se proponen exigir responsabilidades a los gobiernos por incumplimientos del derecho internacional de derechos humanos.