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Buenas prácticas: Apoyo de la ONU a los Estados en la prevención y lucha contra la corrupción

El ACNUDH y la buena gobernanza

Publicado: 23 de abril de 2019
Autor: ACNUDH
Presentado: al 41° período de sesiones del CDH
Enlace: A/HRC/41/20

Antecedentes

El 11 de junio de 2018 se celebró un taller de expertos en el que se examinaron las buenas prácticas del apoyo del sistema de las Naciones Unidas a los Estados en la prevención y la lucha contra la corrupción, con especial atención a los derechos humanos.

Fue organizado por la Oficina del Alto Comisionado para los Derechos Humanos y la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito en virtud de la resolución 35/25 del Consejo de Derechos Humanos. El informe se publicó posteriormente en abril de 2019.

Resumen

Durante el taller, los participantes:

  • Intercambio de buenas prácticas de apoyo del sistema de las Naciones Unidas a los Estados en la prevención y lucha contra la corrupción, con especial atención a los derechos humanos;
  • Identificación de los retos mediante la exploración y el debate de las dificultades a las que se enfrentan los países en la lucha contra la corrupción, especialmente la gran corrupción;
  • Identificó oportunidades para vincular las medidas anticorrupción con la promoción y protección de los derechos humanos;
  • Se debatieron los métodos para medir el impacto de la corrupción en el disfrute de los derechos humanos y la importancia de los enfoques sólidos basados en los derechos para abordar la corrupción, para el disfrute de todos los derechos humanos y para la realización de los ODS; y
  • Se estudiaron ideas sobre otras medidas y acciones que podría adoptar el sistema de la ONU, incluido el Consejo de Derechos Humanos, para ayudar a los Estados a adoptar un enfoque basado en los derechos para prevenir y combatir la corrupción.

El informe resume los temas tratados en el taller.

El nivel de corrupción percibido y el disfrute de los derechos humanos están estrechamente relacionados. La corrupción afecta especialmente a los segmentos pobres, marginados y vulnerables de la sociedad; no es sólo un problema de comportamiento delictivo, sino también y sobre todo una cuestión estructural. Por lo tanto, la lucha contra la corrupción requiere un enfoque coherente y holístico que busque prevenir y suprimir los comportamientos corruptos.

El derecho internacional de los derechos humanos y el derecho internacional anticorrupción comparten los mismos principios de integridad, transparencia, responsabilidad y participación, que son también principios clave de la buena gobernanza. La Convención de las Naciones Unidas contra la Corrupción y las conclusiones de su Mecanismo de Examen de la Aplicación constituyen la norma internacional más ampliamente acordada para abordar los impedimentos estructurales.

Contribuciones recibidas