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Los relatos sobre justicia racial confieren el poder del recuerdo a las personas asesinadas

Retrato de Léonard Cortana con camisa azul a cuadros © Leonard Cortana

"En las escuelas francesas no aprendemos nada sobre el Caribe francés, la historia o la cultura de la esclavitud, ni tampoco sobre las figuras negras de la resistencia", afirmó Léonard Cortana, antiguo becario de Derechos Humanos de Naciones Unidas, afrodescendiente y con raíces familiares en Guadalupe. "Siempre he tenido un pie en el contexto poscolonial y el otro, de algún modo, en un país europeo".

Durante la última década, Cortana se ha propuesto conocer mejor su historia. Esa búsqueda le llevó a Estados Unidos, donde solicitó un doctorado en Estudios Cinematográficos, con especial atención a la teoría de la raza, la teoría poscolonial y los derechos humanos en la Universidad de Nueva York. También es investigador afiliado del Berkman Klein Center, Internet and Society de la Universidad de Harvard, y ha escrito artículos en publicaciones como Jeune Afrique y la presencia en línea de la Fundación Nelson Mandela.

En la investigación de Cortana se analiza el discurso en torno a la justicia racial en la diáspora africana, así como los movimientos activistas antirracistas en diferentes países, con un énfasis especial en la conmemoración de los defensores y defensoras de los derechos humanos asesinados y la continuación de sus legados.

En 2022, al final de su doctorado, solicitó el Programa de becas para afrodescendientes de Derechos Humanos de Naciones Unidas con el fin de encontrar diferentes vías para aplicar sus conocimientos y fue aceptado.

El programa de becas es una formación intensiva en derechos humanos para afrodescendientes que viven en la diáspora y trabajan para promover los derechos de las personas afrodescendientes. Permite a los y las participantes conocer y profundizar sus conocimientos sobre el derecho internacional de derechos humanos y el sistema de derechos humanos de Naciones Unidas, el marco jurídico internacional de lucha contra el racismo, la discriminación racial, la xenofobia y las formas conexas de intolerancia, y las cuestiones interrelacionadas, con la atención puesta en las personas afrodescendientes.

Cortana afirmó que también quería influir en las demás personas con su propia experiencia para intentar cambiar las percepciones sobre el Sur Global y el Norte Global, así como sobre Naciones Unidas.

"Tuve la suerte de vivir en distintos países y creo que, conociendo mi propia posición, también puedo trasladar a otras personas parte de esa lucha", aclaró. "Asimismo, aunque a veces me enfade, puedo entender que Europa no quiera oír hablar de un contexto específico, con lo cual tienes que traducirlo de una forma determinada para que sea más comprensible".

Perpetuar legados y crear comunidad

La investigación doctoral de Cortana y la búsqueda de su identidad le llevaron al cine documental. En ese medio, encontró una nueva metodología para enseñar a las nuevas generaciones la historia negra, pero también para celebrar a los y las líderes sociales negros que hablan con la verdad al poder y cuyos asesinatos pueden llegar a trivializarse en los principales medios de comunicación.

"Como diáspora negra, necesitamos saber más sobre nuestra propia historia y encontrar nuevas metodologías para conocerla. Vivimos en un mundo en el que la enseñanza de la historia mundial sigue siendo muy eurocéntrica", afirmó. "Los defensores y defensoras de los derechos humanos de la diáspora pueden formar parte de estas nuevas metodologías para desentrañar la historia y ayudarnos a aprender del pasado, cuestionar el statu quo del presente y también vislumbrar el futuro. Las nuevas generaciones necesitan una nueva forma de entender las figuras políticas y la historia de las personas de raza negra".

Su última película, Marielle’s legacy will not Die, (El legado de Marielle no morirá), sigue a activistas afrobrasileños que luchan por la justicia y por preservar el legado de la concejala negra asesinada, Marielle Franco. Franco fue asesinada a tiros cuando regresaba de un acto público en marzo de 2018. Era una activa crítica de la brutalidad policial y defensora de los derechos de la mujer, las personas LGBTI y los y las jóvenes de las favelas de su ciudad, Río de Janeiro, Brasil.

El documental de Cortana se ha proyectado en diferentes países de todo el mundo donde se han producido asesinatos de otros activistas de derechos humanos. Ha invitado a grupos de activistas a estas proyecciones para crear lo que ha denominado redes de solidaridad y ha establecido conexiones entre la historia de Franco y los contextos locales.

En su tesis doctoral, Cortana, que también se autodenomina "traductor transnacional", analizó las sesiones de preguntas y respuestas tras las proyecciones de películas como foro político. También examinó las metodologías utilizadas para hablar abiertamente y cuestionar las opiniones eurocéntricas sobre la política brasileña y la diáspora africana durante esas sesiones. En sus proyecciones, muchos de estos grupos activistas reconocieron sus propias luchas en la historia de Marielle Franco llevada al cine, y se percataron de su existencia como diáspora africana.

Cortana, que ha perdido a muchos amigos y amigas en defensa de los derechos humanos, reveló que quería facilitar el acceso a los legados de estas personas al público en general. Las personas suelen recurrir a la comodidad y a la inmediatez de los medios visuales sin llegar a leer los escritos de algunas de estas figuras políticas, en particular mujeres líderes cuya literatura sigue siendo desconocida, señaló.

"Conocemos los discursos de Martin Luther King Jr. y Malcom X, pero ¿quién conoce la literatura feminista radical de Rosa Parks?", preguntó. "[[La cinematografía] es mi forma de descolonizar el conocimiento. Sé que no a todo el mundo le gusta leer artículos académicos ni tiene tiempo de hacerlo, así que utilizo el medio visual para dirigirme a las comunidades con las que trabajo y hago lo posible por no ser 'demasiado activista', sino desarrollar una ética de la colaboración. Sigo colaborando con los cineastas y defensores y defensoras de los derechos humanos que conocí durante mi investigación".

Cortana encontró su lugar en esa diáspora africana con conciencia social y política y quiso compartir su enfoque del autodescubrimiento con otros y otras jóvenes racializados y estigmatizados. Durante su colaboración con trabajadores y trabajadoras sociales y artistas, creó INFORM'ART France, un colectivo donde diseñó nuevas metodologías de narración de cuentos para promover la inclusión social y crear espacios propicios donde expresarse con más libertad.

"Creamos bibliotecas humanas. En lugar de pedir prestado un libro, puedes pedir prestado a personas que te cuenten sus historias", explicó. "Cuando entras a la biblioteca, se ve una página con una sinopsis de 10 líneas y, sin saber el sexo, la raza ni ningún detalle de la persona que se encuentra detrás de esa página, te sientes atraído por su historia".

Descubriendo un nuevo lenguaje de derechos humanos

Cortana reveló que cuando se unió al programa de becas, descubrió un nuevo lenguaje.

"El lenguaje de las Naciones Unidas y de los derechos humanos. Es un conjunto de instrumentos, que puedes usarlo, puedes ampliarlo, y me abrió un imaginario", explicó.

La beca también le brindó la oportunidad de conocer a otras personas afrodescendientes de diversas regiones que viven la negritud de formas diferentes pero que comparten algunas de las mismas luchas. Las personas de raza negra del Caribe francófono son a menudo invisibles, según él, y le complació poder resaltar las cuestiones relativas al acceso desigual de estas personas a los derechos humanos, además de poder participar en foros de Naciones Unidas como el Foro Permanente sobre los Afrodescendientes, que celebró su primer periodo de sesiones en diciembre en Ginebra.

"El Caribe tiene pequeñas naciones insulares que son mucho más que postales turísticas. Están realizando una labor increíble y tratan de impulsar su agenda de reparación, pero muchos quedan ensombrecidos por los países europeos y los procesos de colonización", señaló Cortana. "Así que, como tengo un pie en ambas tierras, pensé que podría tener voz para influir en el cambio estructural".

Cortana coordina en la actualidad el proyecto "September en marzo", en el que organiza talleres con alumnos y alumnas de secundaria de la periferia de París para crear medios de comunicación en torno al legado de Dulcie September. September fue una activista contra el apartheid, miembro del Congreso Nacional Sudafricano y presa política. Se exilió a Londres en los setenta y fue asesinada en París en marzo de 1988.

La DILCRAH (delegación gubernamental francesa que defiende los derechos humanos y combate el racismo, el antisemitismo y el odio contra las personas LGBT) seleccionó el proyecto de Cortana para participar en la semana francesa contra la discriminación del 20 al 26 de marzo de 2023.

"Las próximas generaciones de la periferia deben crear proyectos para no olvidar ciertos hechos y contrarrestar la memoria oficial desde una edad temprana para diversificar los planes de estudios y difundir el legado de las figuras negras de la resistencia", afirmó.

Este relato forma parte de una serie ocasional de historias de personas u organizaciones que defienden los derechos humanos. La opiniones expresadas no reflejan necesariamente la posición y las opiniones de Derechos Humanos de las Naciones Unidas. campaña Derechos Humanos 75, escuchamos las voces de los defensores que actúan contra el racismo. Las opiniones expresadas en estas historias no reflejan necesariamente la posición y las opiniones de ONU Derechos Humanos.