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El racismo y la discriminación son legados del colonialismo

© Getty

El colonialismo perdura hoy en día en forma de racismo, discriminación racial, xenofobia e intolerancia, según informe de Naciones Unidas, en el que se insta a los Estados a que desmantelen las estructuras del racismo y a que promuevan los derechos humanos y el desarrollo sostenible.

En el informe que versa sobre el impacto negativo de los legados del colonialismo en el disfrute de los derechos humanos se señala que el peso del colonialismo se sigue arrastrando hoy en día, sobre todo en el Sur Global, donde la independencia política y la descolonización no se han visto acompañadas de un desarrollo sostenible y el pleno disfrute de los derechos humanos, incluido el derecho al desarrollo y los derechos socioeconómicos.

Existe un vínculo intrínseco entre el colonialismo y las formas contemporáneas de racismo, discriminación racial, xenofobia e intolerancia que sufren los africanos, afrodescendientes, personas de origen asiático y pueblos indígenas. El informe, presentado en el 54º periodo de sesiones del Consejo de Derechos Humanos, es un resumen de una mesa redonda que se celebró en septiembre de 2022.

"Aunque muchas antiguas colonias han obtenido la independencia desde la creación de las Naciones Unidas, el proceso de descolonización sigue incompleto", declaró la Alta Comisionada Adjunta para los Derechos Humanos, Nada Al-Nashif, ante la mesa redonda.

Al-Nashif remarcó que el impacto duradero de los legados del colonialismo y sus vínculos con las formas contemporáneas de racismo y discriminación racial solo podrá abordarse con un liderazgo político firme, un diálogo honesto y respuestas integrales.

"Ningún Estado ha rendido cuentas de forma exhaustiva por el pasado ni las consecuencias actuales del racismo sistémico, incluyendo la marginación socioeconómica y política que determina la vida de los y las afrodescendientes en algunos países", afirmó.

Añadió que encarar las secuelas del colonialismo podría contribuir a superar las desigualdades dentro de los Estados y entre ellos, así como los retos del desarrollo sostenible del siglo XXI.

Descolonización económica

Verene Shepherd, Presidenta del Comité para la Eliminación de la Discriminación Racial, afirmó que la independencia política y los esfuerzos para lograr la descolonización no han supuesto el fin del mal del colonialismo.

"La descolonización dio a las antiguas colonias libertad de acción, pero rara vez la oportunidad de aprovecharla al máximo puesto que la descolonización económica, sobre todo en el Sur Global, no siempre ha ido acompañada de la descolonización política". Shepherd añadió que el desarrollo que acompañaría a la independencia no llegó a materializarse para muchos antiguos países coloniales.

Entre los efectos del colonialismo se encuentran la degradación medioambiental, el subdesarrollo económico, el establecimiento de perfiles raciales, el racismo sistémico, y las infraestructuras sociales deficientes que se manifiestan en un acceso desigual a la sanidad, la educación y la justicia social.

Shepherd mencionó la Declaración y el Programa de acción de Durban como un hito a la hora de dar expresión a los daños del colonialismo a lo largo de la historia y en el presente. La Declaración reconoce que el colonialismo ha conducido al racismo, la discriminación racial, la xenofobia y las formas conexas de intolerancia, y que los africanos y afrodescendientes, así como las personas de origen asiático y los pueblos indígenas, fueron víctimas del colonialismo y siguen siéndolo de sus consecuencias.

Aunque estas injusticias se reconocen desde hace tiempo, no se han abordado, aseveró. Shepherd instó a las antiguas potencias coloniales a que asuman los errores del pasado y a que entablen un diálogo de justicia reparadora con las antiguas colonias.

Raza y derechos humanos

E. Tendayi Achiume, Relatora Especial sobre las formas contemporáneas de racismo, discriminación racial, xenofobia y formas conexas de intolerancia en ese momento, afirmó que algunas de las formas más enquistadas de racismo sistémico son el resultado de legados continuados de esclavitud y colonialismo.

"Al menos uno de los legados del colonialismo es un mundo en el que la raza y la etnia determinan, para muchas personas, si disfrutan o no de los derechos humanos fundamentales", indicó.

Achiume explicó que los legados del colonialismo siguen conformando la economía mundial, y que los métodos de extracción, producción y consumo eran el núcleo de la crisis ecológica.

"No puede haber una salida real a las crisis mundiales más acuciantes sin abordar de manera significativa los legados del colonialismo. La responsabilidad de actuar en pro de un futuro justo recae especialmente en las naciones que se han beneficiado del colonialismo en el pasado y en el presente".

Por su parte, José Francisco Calí Tzay, Relator Especial sobre los derechos de los pueblos indígenas, declaró que debe reconocerse el derecho a la autodeterminación de los pueblos indígenas. Es fundamental para reparar las violaciones históricas y sistemáticas de los derechos de los pueblos indígenas.

Calí Tzay añadió que el impacto negativo del colonialismo sobre los pueblos indígenas se ha traducido en racismo sistémico, pobreza, desigualdad económica, violencia, períodos más largos de prisión, mala salud, desposesión de tierras y territorios tradicionales, penalización de los defensores indígenas de los derechos humanos, pérdida de la lengua y la cultura, además de violencia y discriminación contra mujeres y niñas.

Exhortó a los Estados a que apliquen los diversos derechos establecidos en la Declaración de las Naciones Unidas sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas.

Mihir Kanade, Presidente del Mecanismo de Expertos sobre el Derecho al Desarrollo, señaló que el derecho al desarrollo es uno de los derechos humanos más importantes que surgen del Sur Global. Su reconocimiento como derecho humano fue posible gracias a la lucha concertada de los pueblos de los países recién descolonizados para superar los legados del colonialismo.

Kanade declaró que el derecho al desarrollo es una forma importante de abordar el impacto negativo de los legados del colonialismo. Un instrumento jurídicamente vinculante contribuiría considerablemente a hacer efectivo ese derecho.

Fabian Salvioli, Relator Especial sobre la promoción de la verdad, la justicia, la reparación y las garantías de no repetición, señaló que "la búsqueda de la verdad, la justicia y la reparación de las injusticias coloniales constituye una deuda inaplazable".

La transferencia colonial de riqueza y la opresión racial han creado un legado de exclusión social, económica, cultural y política cuyos efectos se han dejado sentir durante generaciones, y todavía se siguen sintiendo, afirmó Salvioli.

Añadió que los mecanismos de justicia de transición, como las comisiones de la verdad, los programas de reparación, las disculpas públicas y las medidas para asegurar el recuerdo y la enseñanza, así como las garantías de no repetición, son esenciales a la hora de atajar las causas profundas de la violencia colonial.