Skip to main content

Declaraciones Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos

Presentación del Informe Anual 2019 de la Oficina del ACNUDH a los Estados Miembros

05 junio 2020

English

Declaración de Michelle Bachelet, Alta Comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos

5 de junio de 2020

Excelencias,

Agradezco a todos su participación en esta presentación virtual del Informe Anual sobre la labor realizada por el ACNUDH a lo largo de 2019, en relación con los derechos humanos en el mundo.

Este documento pone de relieve de qué modo mi Oficina apoya a los Estados en la defensa de todos los derechos humanos, en un contexto de menoscabo del multilateralismo, reducción del espacio cívico y aumento de las amenazas que rodean a esos derechos.

El Informe abarca mi primer año completo al frente de la Oficina y el segundo año de vigencia del Plan de Gestión 2018-2021 del ACNUDH. En sus páginas se describen los avances logrados hasta llegar al punto medio de la progresión que nos conducirá a los resultados globales que la Oficina se comprometió a lograr a finales de 2021.

En el Informe se examinan todos los aspectos del trabajo realizado por mi Oficina, en colaboración con nuestros asociados del mundo entero. Entre esas tareas figuran la labor normativa que realizamos aquí en Ginebra; el apoyo a la integración de los derechos humanos en las operaciones de pacificación de las Naciones Unidas, tarea que se lleva a cabo en Nueva York; los proyectos de aumento de capacidad y colaboración técnica que realizamos en 84 unidades fuera de la Sede repartidas en el mundo entero; los esfuerzos de monitoreo y protección que aportamos a través de componentes de derechos humanos en 12 misiones de consolidación de la paz; y la amplia labor de promoción mundial, regional y nacional que desempeñamos con miras a fomentar el apoyo de la población a los derechos humanos.

A continuación, figuran algunos ejemplos del trabajo realizado en el último año:

  • propiciamos 37 nuevas ratificaciones o adhesiones a los principales tratados de derechos humanos;
  • apoyamos la rehabilitación de casi 36.000 víctimas de torturas en 77 países;
  • facilitamos la labor de 172 expertos de órganos de tratados durante 27 periodos de sesiones, para un total de 95 semanas, lo que les permitió examinar 133 informes;
  • reforzamos la labor de integración de los derechos humanos en el trabajo de los Equipos de País de las Naciones Unidas, aumentando el número de asesores en derechos humanos de los 32 que había en 2018 a los 37 de la actualidad;

Con miras a sensibilizar y lograr la participación del próximo Parlamento Europeo en la consecución de los Objetivos de Desarrollo Sostenible, el equipo destacado en Bruselas -compuesto de representantes de 25 órganos de las Naciones Unidas, entre otros el ACNUDH- invitó a los candidatos que se presentan a las elecciones al Parlamento a que firmaran una promesa de 10 puntos para “Que nadie quede rezagado”. A finales de 2019, el compromiso había recibido 67 firmas de miembros del Parlamento.  

En Guatemala, en coordinación con el Comité Internacional de la Cruz Roja (ICRC) y la Comisión Presidencial de Derechos Humanos, proporcionamos asistencia técnica a la Policía Nacional Civil, a fin de integrar la normativa de derechos humanos en la elaboración del Protocolo sobre el uso de la fuerza, con miras a mejorar el cumplimiento de sus obligaciones en los próximos comicios.

El Protocolo se aprobó en junio, antes de las elecciones generales, durante las cuales la policía desempeñó una importante función preventiva.

En la región de Medio Oriente y África del Norte, apoyamos a un grupo selecto de instituciones estatales con el fin de mejorar considerablemente su complimiento de las normas y los criterios internacionales de derechos humanos relativos a la migración. Por ejemplo, en Líbano coordinamos un programa de capacitación sobre la protección de migrantes en las fronteras, destinado a las fuerzas de seguridad libanesas. Como resultado del programa, 150 oficiales de seguridad recibieron formación sobre principios y directrices de derechos humanos en materia de gestión de fronteras, tráfico y el debido proceso en lo tocante a la gestión fronteriza.

En Georgia, ayudamos a crear la Oficina del Inspector del Estado, tras cinco años de esfuerzos de promoción realizados por mi Oficina, en colaboración con la institución nacional de derechos humanos y varias ONG. La Oficina del Inspector del Estado ha recibido el cometido de investigar, en calidad de institución independiente, los abusos graves de derechos humanos de los que se acuse a los órganos encargados de hacer cumplir la ley.

Como resultado del apoyo que hemos prestado a la Comisión Independiente de Derechos Humanos de Afganistán, esta institución recuperó en noviembre la categoría “A” otorgada por el Subcomité de Acreditaciones de la Alianza Mundial de Instituciones Nacionales de Derechos Humanos. La comisión afgana celebró audiencias públicas en 33 provincias entre marzo y abril, como parte de su Encuesta nacional sobre la función de las mujeres en la paz y la seguridad en Afganistán. Las audiencias proporcionaron a las mujeres de estas provincias la oportunidad de plantear sus preocupaciones relativas a la participación política y el proceso de pacificación.

A través de nuestro Programa de aumento de capacidades sobre los órganos de tratados contribuimos a la creación o el fortalecimiento de mecanismos nacionales de presentación de informes y seguimiento en Botswana, Burkina Faso, Costa Rica, El Salvador, Esuatini, Ghana, Haití, Kenya, Mauricio, la República de Macedonia del Norte, San Vicente y las Granadinas, Senegal, Sierra Leona y Zambia.

También hemos tomado medidas para fortalecer la atención que prestamos a los Objetivos de Desarrollo Sostenible; los derechos económicos, sociales y culturales; y la igualdad de género. El relato que figura en la página 41 del Informe es un buen ejemplo de los cambios que las mujeres de Túnez han logrado realizar con nuestra ayuda, mediante la mejora de su acceso a la seguridad social. En Ecuador, a petición del Ministro de Asuntos Exteriores, monitoreamos la situación de derechos humanos en el contexto de las protestas ocurridas en el mes de octubre, entre cuyas causas profundas estaban los derechos económicos, culturales y sociales. En Viet Nam, tras los esfuerzos de promoción y las recomendaciones formuladas por el Relator Especial, se evitó el desahucio forzoso de unos 10.000 ciudadanos de etnia vietnamita que viven en casas flotantes en el lago Tonle Sap, en la provincia de Kompung Chinang (Camboya).

En 2019, mi Oficina aprobó una Estrategia de Prevención y asignó fondos para su aplicación. El propósito de la Estrategia es garantizar que nuestra labor de promoción de los derechos económicos, sociales y culturales, y de lucha contra la desigualdad, contribuya a prevenir los conflictos y las tensiones sociales. También la información es un vector de prevención y hemos redoblado los esfuerzos orientados a consolidar prácticas, competencias y recursos que permitan transmitir información y análisis oportunos, fiables y accesibles para influir en los esfuerzos de prevención. Por ejemplo, en Malawi elaboramos una plataforma nacional de prevención que proporcionó análisis preparados por el conjunto de los órganos de las Naciones Unidas a lo largo del proceso electoral, con el fin de orientar las respuestas de las Naciones Unidas, en particular las del Coordinador Residente.

En septiembre, presenté una “Iniciativa de Impulso” con el propósito de definir y probar nuevos métodos para apoyar la aplicación de la Agenda 2030 sobre el terreno. Un equipo dinamizador, compuesto de cuatro miembros del personal y un economista principal, coordinó este esfuerzo. Mediante la Iniciativa, estamos documentando los cambios que han tenido efectos positivos y examinamos los métodos de reproducir o ampliar las prácticas idóneas. El equipo dinamizador ha facilitado la creación de proyectos piloto para fomentar el intercambio de información entre las unidades fuera de la sede y ha asesorado a más de 50 de estas unidades que operan sobre el terreno.  Así en Liberia, el equipo dinamizador colaboró con la Oficina de País para evaluar la repercusión de las medidas de austeridad sobre los derechos económicos, sociales y culturales, especialmente en lo relativo a la agravación de las desigualdades. En Esuatini, la iniciativa se centró en el examen de los aspectos macroeconómicos del análisis conjunto de país (Common Country Analysis) que se elabora actualmente para el Marco de Cooperación. En Nepal, efectuamos un análisis de riesgo relativo a los derechos económicos, sociales y culturales, y proporcionamos recomendaciones al proceso de Examen Regional Mensual (RMR), que es uno de los elementos esenciales de la estrategia de prevención del Secretario General. 

En el ámbito mundial, aportamos elementos y orientaciones para velar por que los nuevos Marcos de Cooperación de las Naciones Unidas para el Desarrollo Sostenible contengan una normativa sólida y se fundamenten en los derechos humanos. Esta labor es aún más importante hoy en día, en el contexto de las perturbaciones económicas causadas por la pandemia del COVID-19.

Asimismo, hemos profundizado nuestro trabajo sobre los indicadores de los ODS, especialmente en contextos de conflicto y discriminación. No podemos arreglar lo que no vemos, y estos indicadores ayudarán a los encargados de formular políticas en la tarea de lograr una reconstrucción mejor, a medida que nos recuperemos de la pandemia.  

En el cumplimiento de nuestra labor nos enfrentamos a múltiples desafíos. Uno, no menor, es la dificultad permanente de allegar recursos. El presupuesto ordinario se redujo de nuevo en 2019 en un 16 por ciento, hasta alcanzar los niveles de 2018, lo que afectó al funcionamiento de los mecanismos de derechos humanos y puso en peligro la ejecución de uno de los mandatos fundamentales de nuestra Oficina. A fin de salvar la brecha de financiación causada por el efecto combinado de los recortes del presupuesto ordinario, los retrasos de los pagos y los problemas relativos al flujo de tesorería, hemos tenido que usar las contribuciones voluntarias para financiar casi el 23 por ciento de las actividades regulares comprendidas en nuestro mandato. Pueden consultar las cifras pormenorizadas en el informe que se les ha facilitado.    

Esta situación se ha agravado por la crisis de liquidez que afrontan actualmente las Naciones Unidas, debida a los impagos de contribuciones y los atrasos en los que han incurrido algunos Estados Miembros durante el año en curso. Para abordar la situación, la oficina del Secretario General nos informó en abril pasado de que en toda la Secretaría se suspendía, hasta nuevo aviso, la contratación de personal adicional para los puestos financiados por el presupuesto ordinario, como medida temporal encaminada a garantizar la liquidez de la Organización.    

La combinación de estos dos problemas ha impedido que la Oficina ejecute todas las actividades previstas en el presupuesto ordinario, situación que afectará a todas las demás previsiones.

Por consiguiente, nos hallamos ahora en medio de un exhaustivo examen interno, que abarca a todas las fuentes de financiación, y trabajamos con miras a reorientar los ahorros derivados de las actividades canceladas o aplazadas, mientras evitamos contraer nuevas obligaciones, para garantizar que vamos a “reconstruir mejor”. En esta nueva evaluación de prioridades estamos examinando ámbitos perfectibles, en los que habrá una mayor concentración de atención y sostenibilidad, a medida que vamos saliendo de este contexto tan restrictivo.

Tendremos que apoyarnos más en las contribuciones voluntarias, con miras a hacer realidad la promesa contenida en nuestros programas: más flexibilidad, oportunidad y previsibilidad.

Excelencias:

El año 2020 podría ser un momento decisivo. Únicamente mediante la promoción de los derechos humanos lograremos frenar la repercusión de la pandemia en la salud pública y sus consecuencias adversas sobre los avances económicos, sociales, políticos y el desarrollo que habíamos alcanzado en los últimos decenios. Ahora más que nunca, en esta época de crisis y profunda incertidumbre, recabamos el apoyo de ustedes para defender los derechos y la dignidad de todos los seres humanos en el mundo entero.

Muchas gracias.

VER ESTA PÁGINA EN: