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Mujeres

“No cedáis:” Veterana activista de los derechos anima a las generaciones más jóvenes

09 junio 2023

La activista por los derechos de la mujer Rosa Logar en Viena, Austria © Vincent Tremeau/OHCHR

La activista por los derechos de la mujer Rosa Logar recuerda los vertiginosos días de la Conferencia Mundial de Derechos Humanos de 1993.

Representantes de todos los continentes acudieron a Viena para exigir que los derechos de la mujer se reconocieran como derechos humanos. Las peticiones mundiales que reclamaban derechos humanos para las mujeres circularon por una sala de plenos abarrotada. Las mujeres subieron al estrado para dar testimonio de cómo se infringían sus derechos, desde la violencia doméstica a la persecución política, pasando por las violaciones de los derechos económicos.

«En términos generales, las mujeres no se callaron, pero fueron silenciadas porque no estaban en la mesa», afirma Logar, que participó en la histórica conferencia en representación de su Austria natal. «Más de mil mujeres de todos los continentes asistieron a la conferencia. Creo que produjeron una especie de efecto despertador en los delegados al afirmar: ‘Eh, estamos aquí. Tienen que escucharnos. No se están teniendo en cuenta nuestros derechos.’»

Para Logar, que lleva décadas haciendo campaña contra la violencia doméstica hacia las mujeres y que fue cofundadora del primer refugio de su país para víctimas de abusos domésticos, la Declaración y Programa de Acción de Viena impulsó el replanteamiento de los derechos de la mujer como derechos humanos.

La conferencia, que supuso un consenso mundial, amplió significativamente la agenda internacional de derechos humanos para incluir las violaciones específicas de la cuestión del género. Entre otras cosas, la Declaración de Viena reconoció que la eliminación de la violencia contra las mujeres en la vida pública y privada es una obligación de derechos humanos.

«Fue un gran paso», aseguró Logar. «La idea de los derechos humanos se amplió y se hizo evidente que debe aplicarse a toda la humanidad, mujeres y hombres».

Sin embargo, treinta años después de la revolución de Viena, Logar advierte de que los retrocesos en materia de derechos humanos están afectando los avances obtenidos en los derechos de las mujeres. En su intervención durante un acto de Derechos Humanos de las Naciones Unidas para conmemorar el 30 aniversario de la Declaración de Viena en la capital de Austria, Logar hizo un llamamiento a redoblar los esfuerzos para proseguir la lucha por la igualdad y la justicia.

«Desgraciadamente, nos enfrentamos a retrocesos en el ámbito de los derechos humanos de las mujeres, pero también de los derechos humanos en general. Esta idea tan primordial de que toda persona tiene derechos desde su nacimiento, incluida la igualdad, se está volviendo a cuestionar», declaró. «Las mujeres están lejos de haber conseguido todo lo que se propusieron. Ahora el peligro es que se lo arrebaten, pero no permitirán que eso ocurra. Las mujeres están protestando para que no les quiten sus derechos».

Tribunal de los Derechos de la Mujer

Durante la conferencia de Viena, grupos de la sociedad civil organizaron un Tribunal Internacional sobre las Violaciones de los Derechos Humanos de la Mujer. El Tribunal ofreció a mujeres de diferentes países la oportunidad de exponer sus experiencias cotidianas de abusos, incluida la violencia sexual en los conflictos armados, así como el impacto de la discriminación en la salud, la vivienda y la pobreza.

«Hablaron en nombre de los millones de mujeres que sufren cada día», declaró Logar.

Logar recuerda a una mujer de Pakistán que viajó desde su pequeño pueblo hasta Viena para denunciar cómo había sido gravemente quemada por la familia de su marido.

«Me conmovió e impresionó mucho su historia. Y fue una de las muchas que se atrevieron a hablar, a alzar la voz y a exigir que esto se acabe».

Convenio de Estambul

En 1978, Logar fue co-fundadora del primer refugio austriaco para mujeres en Viena. Durante más de 40 años ha sido una voz destacada en la protección contra la violencia hacia las mujeres. Como miembro del Comité del Consejo de Europa sobre prevención y lucha contra la violencia contra las mujeres y la violencia doméstica, contribuyó con la elaboración de varios informes y tratados internacionales, incluido el Convenio de Estambul, un acuerdo histórico destinado a prevenir dicha violencia contra las mujeres además de la violencia doméstica.

Muchos de los defensores y defensoras de los derechos humanos y activistas de los derechos de la mujer que participaron en los actos especiales para conmemorar el 30 aniversario de la Declaración de Viena no habían nacido aun cuando Logar asistió a la conferencia.

Logar, quién fue co-fundadora hace dos años de una sección austriaca de la Liga Internacional de Mujeres Pro Paz y Libertad, afirmó que ver a las generaciones más jóvenes asumir la lucha por los derechos humanos le da mucha esperanza para el futuro.

«Esta esperanza nos da la fuerza, incluso en situaciones difíciles, para seguir adelante y no ceder, aunque parezca que no hay nada que podamos hacer para mejorar la situación. Tenemos que hacer todo lo que esté en nuestras manos.»

Para poder tener éxito, Logar pidió a las organizaciones de mujeres y de derechos humanos que establezcan alianzas en todos los sectores.

«Tenemos que vincular el trabajo por los derechos humanos con el trabajo para salvar el medioambiente y de lucha contra el racismo», afirmó. «Tenemos que vincularlo con nuestra preocupación por el militarismo; el aumento desorbitado de los gastos militares nos lleva a una situación con un exceso de armas y una falta de financiación para la paz, tal como declaró el ex Secretario General de las Naciones Unidas Ban Ki-moon. Tenemos que desplazar el dinero desde la guerra a la paz, ¡esto es vital para la humanidad y el planeta!».

Por lo tanto, ¿tiene ella algún consejo para las jóvenes generaciones de activistas por los derechos de la mujer?

«Este trabajo no es fácil porque el patriarcado se está defendiendo con uñas y dientes», afirma. «No cedáis, seguid unidas, porque la solidaridad es el elemento principal para mantenernos fuertes».