30º Aniversario que conmemora un momento histórico para los derechos de las minorías
25 mayo 2022
El 18 de diciembre de 1992, los Estados Miembros de las Naciones Unidas aprobaron la Declaración sobre los derechos de las personas pertenecientes a minorías. Por medio de su primer artículo, la Declaración es el primer documento internacional que reconoce tanto la existencia como la identidad de las personas pertenecientes a minorías.
“Fue un momento histórico,” afirmó Michelle Bachelet, Alta Comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, en una declaración con motivo de la celebración del 30º aniversario de la aprobación de la Declaración.
La Declaración continúa siendo el único instrumento internacional de las Naciones Unidas sobre derechos humanos dedicado en su totalidad a los derechos de las minorías. El documento ofrece orientación y normas básicas para facilitar el cumplimiento por parte de los gobiernos con sus obligaciones respecto de los derechos de las minorías a la vez que sirve para que las minorías puedan exigir responsabilidades a sus gobiernos. Estas normas van desde la no discriminación hasta una participación efectiva de las minorías en la toma de decisiones en todas las esferas de la vida diaria.
«Promocionando la igualdad. «Protegiendo a las comunidades. Facilitando una voz. Previniendo los conflictos. La Declaración aspiraba a conseguir todos estos objetivos, y a ofrecer a los países orientaciones concretas sobre cómo proteger y promocionar los derechos humanos de las minorías,» declaró Bachelet.
Para señalar este aniversario de 30 años, Derechos Humanos de las Naciones Unidas lo está celebrando con una conmemoración de un año de duración que se centrará en el tema, All in 4 Minority Rights, fomentando el principio de que los derechos de cualquier persona que pertenezca a una minoría nacional o étnica, religiosa o lingüística contribuyen a la estabilidad política y social así como al progreso de los Estados, lo que suponen componentes importantes para mantener la paz y la estabilidad de una sociedad.
«Las minorías permanecen excluidas de forma sistemática a la hora de participar en la toma de decisiones sobre cuestiones que les afectan directamente,» aseguró Bachelet.
«Las voces de las minorías importan. De la participación se benefician no solamente los grupos minoritarios sino también todo el conjunto de la sociedad.. Sólo cuando hagamos partícipes a todas las opiniones podremos garantizar la igualdad y los derechos humanos de todas las personas, sin importar quienes sean o de dónde provengan.»
Encontrando su voz
Cecil Shane Chaudhry, un cristiano pakistaní y receptor de una Beca para Minorías de Derechos Humanos de las Naciones Unidas en 2015, conoce de primera mano lo que significa enfrentarse a discriminación violenta solo por ser parte de una minoría. Fue atacado por un grupo de extrema derecha cuando iba a la universidad en Pakistán. El grupo le atacó, le llevaron a un hostal, donde le insultaron y le quemaron en los brazos con colillas de cigarrillos. Cecil decidió abandonar la universidad tras ser víctima de este ataque violento.
"Me siento muy afortunado de tener unos padres maravillosos, en especial mi padre, quien me dijo que si no volvía y me enfrentaba a esta injusticia, entonces estaría cerrando las puertas para otros cristianos u otras minorías quienes no tendrían oportunidad de rebelarse," explicó. "Así que me convenció y me motivó a rebelarme contra esta atrocidad... debemos seguir haciendo oir nuestras voces."
Chaudhry aseguró que la Declaración ha facilitado a las minorías una plataforma para defender cuestiones a las que se enfrentan las comunidades minoritarias en regiones y países diferentes.
"Nos permite de este modo exigir responsabilidades a nuestros países por las injusticias que vemos que ocurren en nuestra sociedad," indicó.
Derechos Humanos de las Naciones Unidas trabaja para aumentar la protección de los derechos de las minorías dedicando su tiempo a poner en práctica los principios de la Declaración. Algunos de estos principios incluyen un incremento de la rendición de cuentas por violaciones de los derechos de las minorías, la supervisión y respuesta a crisis que afecten a las minorías, la contribución con reformas legislativas y políticas, así como proporcionar formación sobre la defensa de los derechos de las minorías, añadió Bachelet.
A la vez que continúan con esta labor, los grupos minoritarios han de enfrentarse a numerosos reveses tales como las varias formas de discriminación, ser sometidos a hostilidad, asimilación forzosa, persecución y violencia. Las minorías siguen a menudo sin tener acceso a asistencia sanitaria y a empleos seguros.
La pandemia de COVID-19 ha afectado también de forma desproporcionada a las minorías, a la vez que el cambio climático está conduciendo a las minorías a una desigualdad cada vez más profunda.
"Se está despojando a las minorías de sus derechos políticos y de ciudadanía en todo el mundo," afirmó. "El odio, los prejuicios y la incitación a la violencia contra las minorías en las redes sociales están muy extendidos y ocurren con relativa impunidad."
Bachelet señaló que el aniversario debería servir como un triste recordatorio para toda la comunidad intenacional de que podemos hacer más en pro de los derechos de las minorías.
"Unámonos en torno a una visión de inclusión y dignidad que esté basada en la justicia social, económica, política y medioambiental, para construir un mundo más equitativo para todos nosotros y para las generaciones venideras," animó Bachelet.
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