Joven activista crea un banco para luchar contra la pobreza y los daños ambientales
28 enero 2022
Para José, todo empezó con una pregunta sencilla: ¿por qué había tantos niños viviendo en la pobreza?
«Había niños trabajando en la calle y yo no podía entender porqué ocurría eso,» declaró.
José, que tenía siete años por entonces, supo que había nacido con suerte. Iba a la escuela, comía con regularidad y recibía amor y cuidados por parte de su familia. Su abuela le enseñó lo importante que es un entorno saludable. Aun así, quería hacer algo para remediar la pobreza y los problemas medioambientales que veía todos los días.
«Simplemente concebía el problema como si fuera mío propio, como si yo también lo estuviera sufriendo y quisiera cambiar la situación,» explicó José, que ahora tiene 16 años. «Así que creo que esto fue lo que me hizo pensar que podría funcionar.»
Su respuesta fue, a la edad de 7 años, crear su propio banco. El Banco del Estudiante Bartselena es un banco para los niños y el medioambiente. El banco usa residuos reciclados que son recogidos por los niños clientes del banco, con el fin de ayudarles a ganar dinero y guardarlo en cuentas. Este dinero puede ser usado posteriormente para pagar cosas como alimentos o las matrículas escolares.
Hasta la fecha, 2.500 niños de edades comprendidas entre 7 y 18 años han usado este banco para comprar alimentos o para estudiar, y 4.000 más están en el proceso de matriculación.
«Cuando comencé con el banco era solamente yo en una mesa con una libreta donde anotaba todo,» detalló. «Y ahora, más de nueve años más tarde, tengo más de 6.600 clientes. Cuento con un equipo que me ayuda a hacer todo el trabajo y a mejorarlo. Por lo que básicamente durante estos nueve años he conseguido convertirme en una verdadera institución financiera.»
Los resultados de José le animan a seguir con su labor. El banco ha ayudado a sacar a personas de la pobreza, especialmente a niños, y también ha sido responsable de recoger aproximadamente 15 toneladas de residuos sólidos al mes para su reciclaje, resolviendo así problemas medioambientales también.
«Por tanto lo que me motiva es el saber que aun nos queda mucho camino que recorrer a este respecto,» aseguró.
José cree que su trabajo ayuda a promover la igualdad, un concepto que considera fundamental para poder sacar a sus iguales de la pobreza.
«Mi labor sirve para promocionar la igualdad, la igualdad de oportunidades para los niños, la calidad de vida, y el acceso a la educación. En resumen, lo que intento hacer es que los niños tengan igualdad de derechos,» indicó.
Y es esta labor de ayudar a garantizar la igualdad de derechos para los niños lo que convierte a José en un defensor de los derechos humanos.
«Por encima de todo,» declaró, él se centra en «los derechos de los niños y el medioambiente. Me considero una persona que defiende los derechos de los niños, adolescentes y jóvenes así como la naturaleza.»
José ha recibido numerosos premios y reconocimientos por su trabajo, incluyendo un Premio Internacional de UNICEF en 2014 y el Children Climate Prize en 2018. También recibió un premio en la Cumbre de Jóvenes Activistas celebrada en Ginebra en noviembre de 2021.
Este relato forma parte de Defensores de los Derechos Humanos – una serie periódica que presenta retratos de defensores de derechos humanos u organizaciones que los defienden.
Conozca más información sobre José y su trabajo en el vídeo de más abajo.