Skip to main content

Desapariciones forzadas e involuntarias

“Necesitamos vuestro apoyo, y esperamos ver nuestros sueños hechos realidad”

15 septiembre 2021

El 30 de julio de 2005, el empresario Masood Janjua se desplazaba en autobús con uno de sus amigos, Faisal Faraz, a Peshawar en el norte de Pakistán, desde las ciudades de Rawalpindi e Islamabad.

En algún punto del camino, desaparecieron.

Sus familias empezaron a buscarlos de inmediato. Finalmente, averiguaron que los dos hombres habían desaparecido de forma forzada a manos de fuerzas leales al entonces presidente Parvez Musarraf.

En la actualidad, las familias todavía carecen de información sobre el paradero de sus seres queridos.

"Nuestros tres hijos eran muy pequeños entonces. Es imposible que nadie entienda por lo que hemos pasado durante estos 16 años de tortura y sufrimiento", alegó Amina, la mujer de Masood.

La Sra. Masood intervino en el 21º periodo de sesiones del Comité contra la Desaparición Forzada (CED) en Ginebra, Suiza, que empezó el 13 de septiembre. En cada periodo de sesiones, el CED reserva un espacio de homenaje a las víctimas de desapariciones forzadas para compartir su testimonio. Esos testimonios resultan fundamentales para que el CED encuentre opciones que les apoyen tanto a ellos como a las autoridades gubernamentales implicadas.

La Sra. Masood describió el periodo de conmoción y angustia por el que pasó cuando su marido desapareció. Relató que se encontraba "afectada y emocionalmente rota". La familia tuvo que hacerse cargo de los hijos, y el negocio de su marido se dejó a la deriva.

"Me costó muchos meses darme cuenta de lo que había ocurrido y de que tenía que levantarme y empezar a buscar a mi ser querido", reveló. "A medida que me levantaba con extraordinario dolor y determinación, empecé un periplo interminable y exasperante en el que nunca he podido descansar".

Inició un movimiento, junto con otras tres familias de desaparecidos, que se manifestaba enfrente de edificios, como el Parlamento, el Tribunal Supremo, y la residencia presidencial.

Temor, incertidumbre y dolor

Dieciséis años después, aunque Amina Masood sigue buscando respuestas, su asociación se ha transformado en una organización conocida en Pakistán. Las familias de víctimas desaparecidas de todas las partes del país se han unido a Defence of Human Rights (DHR), una organización que tiene como visión 'un mundo sin desapariciones forzadas, injusticias y en el que los desaparecidos se reúnen con sus seres queridos'.

Comentó al CED que en Pakistán las desapariciones forzadas se habían convertido en una "lacra social generalizada", y explicó que entre las personas desaparecidas se encuentran activistas, defensores de derechos humanos, escritores, poetas, periodistas, estudiantes y abogados.

"El temor, la incertidumbre, el dolor, así como la devastación económica y social, se han convertido en parte de la vida diaria de las familias de los desaparecidos", aseveró.

Desde su concepción, DHR ha registrado 2.818 casos de pakistaníes desaparecidos, de los cuales 1.358 han sido localizados y reunidos con sus familias posteriormente por la organización. Lamentablemente, unas 77 personas desaparecidas han perdido la vida durante detenciones.

La Sra. Massod y sus colegas de DHR han abogado con firmeza por que el gobierno penalice las desapariciones forzadas en el país. Tras esta presión, se va a presentar un proyecto de ley ante el parlamento pakistaní en breve.

"Necesitamos vuestro apoyo, y esperamos ver nuestros sueños hechos realidad"

Aunque a la Sra. Masood le complace el progreso realizado en cuanto a la nueva legislación potencial para penalizar las desapariciones forzadas, insiste en que queda un largo camino por recorrer.

En su declaración, la Sra. Masood y DHR destacaron la importancia de que el gobierno pakistaní aproveche el impulso para ratificar la Convención Internacional.
"En este momento resulta clave que Pakistán ratifique la Convención para que las autoridades puedan recurrir al Comité en busca de la ayuda que necesitan para abordar mejor las desapariciones forzadas, en la legislación y en la práctica", afirmó.

Asimismo, instó al CED a apoyar el proceso, a ofrecer orientación a las autoridades, así como a ayudar a las víctimas que "afrontan la pesadilla que nosotros vivimos cada día".

La lucha de la Sra. Masood por encontrar a su ser querido continúa día tras día, al igual que las docenas de miles de otras víctimas de todo el mundo.

"Necesitamos vuestro apoyo, y esperamos ver nuestros sueños hechos realidad, en los cuales Masood y todos los desaparecidos conseguirán ser localizados, y en los que Pakistán detendrá esta práctica de una vez por todas", declaró.

Durante su periodo de sesiones más reciente, el CED, establecido en 2010, elaboró una   publicación que describía la labor desempeñada durante sus primeros diez años de existencia. El documento describe las recomendaciones formuladas por el CED en el examen de los informes de los gobiernos, que abarcaban cerca de 32 temas. Asimismo, hacía referencia a la labor del Comité sobre las 'acciones urgentes' mediante las cuales se realizan solicitudes a los gobiernos para que actúen de inmediato para buscar a una persona desaparecida. Hoy por hoy, el Comité ha registrado 1.410 acciones urgentes relativas a sucesos que se han producido en 23 países.