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Un taller sobre derechos humanos ayuda a los pueblos indígenas a combatir la pandemia

15 enero 2021

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"Conversar sobre derechos humanos con poblaciones indígenas supone una manera de buscar una visión de un futuro mejor para ellos,» afirmó Ro’ostitsina Xavante, una Becaria Indígena de Alto Nivel de Derechos Humanos de las Naciones Unidas en Brasil. «Se trata también de la importancia de conocer nuestra propia historia. Después de todo, ¿quiénes somos nosotros, indígenas o no, si no conocemos o entendemos lo que ocurrió a nuestros predecesores?»

Ro’ostitsina Xavante realizó este comentario sobre un taller en derechos humanos para líderes indígenas que viven en Brasil.  El taller, el cual presidió junto con Alceu Karipuna, otro Becario Indígena de Alto Nivel, resultó una oportunidad para promover y difundir conocimientos sobre el sistema internacional de derechos humanos dirigido a las comunidades de Brasil. 

«El aprender más sobre el sistema de protección de derechos humanos es una oportunidad valiosa para todos nosotros,» afirmó Alceu Karipuna. «En nuestro país, innumerables comunidades indígenas no tienen posibilidades de transporte para de ese modo poder asistir a estos programas de formación.  Aunque este fue un diálogo virtual, nos permitió construir una red para el estudio y refuerzo de derechos humanos con líderes procedentes de todo Brasil.»

El taller introdujo información sobre mecanismos internacionales de derechos humanos directamente vinculados con los derechos de poblaciones indígenas.

También incluía información práctica sobre el acceso a programas tales como el Fondo de Contribuciones Voluntarias de las Naciones Unidas para los Pueblos Indígenas con el fin de ayudar a resaltar sus problemas y desafíos específicos.

Las comunidades indígenas han tenido que luchar por sus derechos durante siglos, y la pandemia ha venido a sumar otro reto más, explicó Jan Jarab, Director de la Oficina Regional de la Oficina de Derechos Humanos de las Naciones Unidas en América del Sur. 

«La pandemia ha dejado al descubierto una vez más la discriminación y violencia que estas comunidades sufren a menudo, además de las enormes diferencias a la hora de disfrutar de derechos económicos, sociales y culturales en comparación con el resto de la población,» indicó. «La protección de su derecho a la salud, además de otros derechos humanos, debe suponer una prioridad para los gobiernos, así como la implementación de medidas y políticas específicas que tengan en cuenta sus características y necesidades particulares.»

Ro’ostitsina Xavante ha experimentado de primera mano los desafíos que la pandemia ha conllevado para las comunidades indígenas.  Ella es miembro del pueblo Xavante, que cuenta con cerca de 20.000 personas que viven en el estado de Mato Grosso en el oeste de Brasil, donde 900 personas han contraído COVID-19 y 46 han fallecido.  Ella explicó que el mayor reto en relación con el virus ha sido el de combatir la desinformación, sobre todo la que proviene de personalidades públicas de alto nivel que siguen restando importancia al virus, así como el acceso a asistencia médica, debido a las grandes distancias a las que quedan los hospitales, además de la reducción en el número de empleos.

«Es fundamental garantizar vacunas para todas las poblaciones indígenas, pero también proporcionar apoyo a sus proyectos y mejorar sus actividades,» aseguró.  «Debido a la pandemia, muchas familias se enfrentaron a graves dificultades para mantener sus niveles de renta.»

Aun así, Alceu Karipuna, miembro del grupo indígena del mismo nombre del estado de Amapá, también señaló que en mitad de las penurias que la pandemia trajo consigo, han habido numerosas muestras de solidaridad.

«He observado formas de colaboración para lidiar con la pandemia, además de iniciativas colectivas para ofrecer cuidados, basadas en el uso de hierbas medicinales, tés e infusiones,» afirmó él. “También han existido iniciativas para compartir conocimientos tradicionales, incluso entre comunidades vecinas, así como intercambios para la elaboración de medicinas tradicionales.”  

Jarab declaró que el taller organizado por los Becarios Indígenas de Derechos Humanos de las Naciones Unidas para la comunidad indígena destaca la importancia práctica del programa: una oportunidad para conseguir grandes volúmenes de conocimientos y posibilitar su intercambio. 

«Nos ha permitido enriquecer nuestras actividades con la visión del mundo y conocimiento únicos que aportan nuestros becarios, permitiéndonos entablar contacto con personas y organizaciones indígenas de un modo más sensible a sus culturas,» indicó. «También acogemos con satisfacción y apoyamos su entusiasmo para promocionar actividades relacionadas con los derechos humanos para otras comunidades y personas indígenas.»

15 de enero de 2021

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