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Derechos de los niños

Entender los derechos de los niños a través de un entorno saludable

07 julio 2020

“Si no hacen nada para proteger el entorno, sus esfuerzos para entender nuestros derechos serán inútiles”, afirmó Junior, un joven activista de 14 años de Costa de Marfil.

Junior habló en la 44.ª sesión del Consejo de Derechos Humanos que tuvo lugar en Ginebra, Suiza, en la que realizó una de las declaraciones de apertura en la jornada anual sobre los derechos del niño.

Fue uno de los dos activistas infantiles que hablaron durante la sesión. Junior trabaja con niños en Costa de Marfil enseñándoles a reconocer sus derechos medioambientales y a denunciar sus violaciones.

El objetivo del encuentro fue cómo el derecho a un medio ambiente seguro, limpio, saludable y sostenible es algo crítico para entender los derechos de los niños.

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), más de una de cada cuatro muertes de niños menores de cinco años se debe a un entorno insalubre. Los riesgos medioambientales provocan cada año 1,7 millones de muertes de niños menores de cinco años.

Estos riesgos incluyen la contaminación del aire exterior e interior, el humo de segunda mano, aguas contaminadas, falta de salubridad, una higiene inadecuada y la exposición a sustancias tóxicas.

“Los entornos saludables no consisten únicamente en lograr que los niños estén sanos; también es necesario proteger sus derechos y permitir que alcancen todo su potencial”, afirmó la directora de Medio Ambiente, Cambio Climático y Salud de la OMS, la doctora María Neira. “Los niños llevan tiempo manifestándose y exigiendo que protejamos su futuro. Ya no es momento de concienciar a la gente, tenemos que tomar medidas”.

Según la doctora Neira, esas medidas incluyen muchas prioridades: garantizar un combustible limpio para calefacción y cocinar en los hogares, proporcionar saneamiento e higiene a los colegios, crear más espacios verdes para niños en el planeamiento urbano, reducir el uso de pesticidas y productos químicos peligrosos, y gestionar mejor los residuos peligrosos.

La COVID 19 agrava los daños

La Alta Comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos Michelle Bachelet declaró que los efectos de la degradación ambiental sobre los niños y sus derechos, muchos de los cuales son completamente evitables, se ven agravados por la pandemia de la COVID-19.

“La pandemia es un excelente ejemplo de la amenaza que supone para el bienestar humano un daño medioambiental”, afirmó Bachelet. “Se interrelaciona con otras formas de degradación medioambiental como la contaminación del aire, lo que agrava la vulnerabilidad de la población a sufrir graves consecuencias para la salud cuando están expuestos a la COVID-19”.

Bachelet instó a que la respuesta a la COVID-19 se centrase en unas medidas efectivas basadas en derechos infantiles que protegiesen y beneficiasen a los que están en una situación de mayor vulnerabilidad.

Hizo un llamamiento a los Estados para que consideren las vulnerabilidades específicas de los niños y redoblen los esfuerzos para protegerlos de todo daño, y también a las empresas para que garanticen que protegen los derechos infantiles en sus actividades y operaciones.

“No somos la generación de la destrucción, somos la generación de la transformación”.

Carmen Juliana, de 15 años, es la segunda activista infantil que habló en el encuentro. Forma parte de un colectivo que hace campaña contra las consecuencias medioambientales de la minería en Colombia. Su trabajo se centra en cómo la degradación afecta a los campesinos y a la cultura y a la tradición indígenas.

“Líderes mundiales, queremos que este espacio vaya más allá de las declaraciones formales”, dijo Carmen. “No somos la generación de la destrucción, somos la generación de la transformación. Exigimos que nuestras ideas, cultura y prácticas ancestrales formen parte de la creación de un nuevo medioambiente saludable y en armonía”.

Se han violado los derechos medioambientales, según Carmen, quien instó a los responsables de la toma de decisiones a incorporar los derechos de los niños, la gente joven y los adolescentes en las políticas que elaboran.

Ha llegado la hora de oír la voz de los niños

Según el Relator Especial sobre derechos humanos y medio ambiente de las Naciones Unidas, el doctor David Boyd, los Estados siguen ignorando las advertencias de los científicos sobre la gravedad de la crisis medioambiental.

Afirmó que, aunque los niños son muy vulnerables a las consecuencias de la emergencia climática, los jóvenes son también fundamentales a la hora de encontrar soluciones.

“Si estamos comprometidos a servir de la mejor manera posible los intereses de los niños, respondamos a sus llamamientos a la acción”, señaló Boyd.
Instó al Consejo de Derechos Humanos a aprobar una resolución en la que reconociese que todos, sobre todo los niños, tienen derecho a un medioambiente seguro, limpio, saludable y sostenible.

“Podemos y debemos cumplir con nuestro compromiso con los niños de todo el mundo para ofrecerles un futuro justo y sostenible”, concluyó Boyd. “Si lo reconocemos y lo llevamos a la práctica, el derecho a un entorno saludable podría ser uno de los derechos humanos más importantes del siglo XXI”.

7 de julio de 2020