Los niños piden un medio ambiente saludable para jugar
28 septiembre 2017
Un mural de más de diez metros de largo reflejaba la historia pasada, presente y futura de un pequeño pueblo de Escocia, desde la perspectiva de los niños del lugar.
Algunas de las secciones del mural mostraban las actividades de minería y agricultura que formaron parte del pasado del pueblo, mientras que en otras se podían ver escenas de tiendas y autos correspondientes al presente y, por último, imágenes de un futuro que mostraban amplias zonas verdes por las que pasear, donde podrían reunirse los adultos y jugar los niños.
Oriundos de Tranent, un pueblo situado a 16 kilómetros al este de Edimburgo, los niños que crearon el mural trataron de reflejar sus puntos de vista y experiencias en relación con el medio ambiente y de qué manera éste repercute en sus derechos y su bienestar. El mural es obra de los alumnos del proyecto StreetsAhead Tranent, auspiciado por el Parlamento de los Niños, y se expuso durante la jornada de debates del Comité de los Derechos del Niño de las Naciones Unidas.
El proyecto ofreció a los escolares la oportunidad de plasmar en el lienzo sus deseos en relación con su propio pueblo, particularmente en lo tocante al medio ambiente, y al mismo tiempo aprender acerca de los derechos del niño. Como parte del proyecto, el mural viajó a la Oficina de las Naciones Unidas en Ginebra, donde fue expuesto en el marco de un evento en el que también se exhibieron obras infantiles procedentes de otros seis países sobre el tema de los derechos del niño y el medio ambiente.
Durante la exposición del mural en Ginebra, algunos de los escolares de Tranent estuvieron presentes para explicar la obra a los adultos que asistieron al debate sobre los derechos de los niños y el medio ambiente, que tuvo lugar en el Comité de los Derechos del Niño.
Anna, de diez años de edad, afirmó que era importante para los niños participar y explicar el mural.
“A los niños deberían tratarnos bien y deberíamos poder jugar con nuestros amigos”, dijo la escolar de Tranent.
Alistar, de nueve años, también de Tranent, estuvo de acuerdo con la idea.
“El medio ambiente es muy importante porque sin él las cosas irían bastante mal”, afirmó. “El calentamiento mundial va a empeorar y debemos ayudar al medio ambiente”.
La repercusión del deterioro medioambiental sobre los derechos de los niños no es un asunto novedoso. Pero, si bien la Convención sobre los Derechos del Niño ha recibido una ratificación casi universal y existen estadísticas que vinculan claramente el deterioro medioambiental con la salud de los niños, el nexo entre la salud y los derechos de los niños no se ha planteado de manera explícita.
La Sra. Amal Aldoseri, miembro actual y antigua vicepresidenta del Comité, declaró que era fundamental que los niños participasen y que sus opiniones se tuvieran en cuenta en los debates relativos a sus derechos.
“Esta reunión está dedicada íntegramente a los niños”, explicó la Sra. Aldoseri. “Aquí dan sus opiniones, las expresan claramente en forma de imágenes y se manifiestan por diversos medios. Resulta muy divertido y, además, es fuente de información e inspiración”.
Cuando concluya la exposición de Ginebra, el mural viajará a otros lugares, entre ellos el festival de arquitectura de Dundee (Escocia), y se presentará ante el gobierno de Escocia.
28 de septiembre de 2017