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COVID-19

El Consejo de Derechos Humanos organiza una “conversación virtual” con la Alta Comisionada para abordar la COVID-19

09 abril 2020

Habiendo observado las devastadoras consecuencias que la pandemia global de la COVID-19 ha supuesto para nuestras sociedades y su profundo impacto sobre los derechos de las personas, los participantes en una “conversación virtual” con la Alta Comisionada para los Derechos Humanos patrocinada por el Consejo de Derechos Humanos, hicieron un llamamiento conjunto a un enfoque basado en la solidaridad global y los derechos humanos como respuesta a esta crisis.  

Durante la primera reunión* virtual organizada por el principal órgano en derechos humanos de las Naciones Unidas, se escucharon las opiniones de más de 40 delegados y representantes de la sociedad civil quienes mantuvieron un debate online con la Sra. Bachelet y la Presidenta del Consejo, Elisabeth Tichy-Fisslberger (Austria), donde se trataron las implicaciones y tendencias ocasionadas por el virus para los derechos humanos a nivel global, regional, nacional y local.

“La pandemia de la COVID-19 está generando sufrimiento y daños materiales en todas las regiones. Representa una amenaza de gran alcance para los derechos humanos”, declaró la Alta Comisionada en sus observaciones.  iniciales. “La pandemia está dejando ver las consecuencias perjudiciales que las desigualdades tienen para todas las sociedades”, añadió.

En su declaración introductoria, la Embajadora Tichy-Fisslberger destacó cómo la crisis había sido considerada por muchos como un “cisne negro” y cómo “ha obligado a la comunidad mundial a cruzar de forma inesperada terrenos inexplorados”. Además, añadió: “Estamos siendo testigos de una alteración de las sociedades y economías que afecta a todos los rincones del planeta.”

Durante la sesión virtual de Preguntas y Respuestas los países y las ONGs plantearon muchas cuestiones como por ejemplo los esfuerzos para mitigar los efectos de la COVID-19 en los más vulnerables, el uso de la tecnología digital y las amenazas para el derecho a la privacidad, el garantizar el derecho a la salud y la educación, el acceso a medicamentos, el acceso a la información y cómo frenar las “fake news”, el efecto de las sanciones, la violencia doméstica, la lucha contra la discriminación, y el papel de la sociedad civil como respuesta a la crisis y en la fase de recuperación.

Destacando el papel desempeñado por los expertos independientes y los organismos de investigación del Consejo a la hora de ilustrar la pandemia “desde diferentes ángulos”, la Presidenta del Consejo señaló que “la crisis actúa como una lupa resaltando un conjunto de cuestiones sobre derechos humanos”.

La reunión de tres horas reunió a más de 400 participantes vía zoom, además de atraer a un público compuesto por casi 2000 espectadores de 100 países diferentes, quienes siguieron el diálogo virtual a través de transmisión por Internet.  Antes de la reunión de hoy, la Embajadora Tichy-Fisslberger recalcó que “el Consejo está explorando vías para hacer llegar de las formas más imaginativas posibles nuestros mensajes a los que más necesitan oírlo”.

Para la preparación de este evento ya se habían celebrado varias reuniones virtuales tras la suspensión de la sesión ordinaria del 13 de marzo, incluyendo una reunión la semana pasada de la Mesa del Consejo donde se debatió cual era el mejor modo de que el órgano compuesto por 47 miembros pueda abordar las implicaciones para los derechos humanos que conlleva la crisis actual y los distintos escenarios para reanudar su trabajo oficial una vez que las circunstancias hayan vuelto a la normalidad. 

Elogiando los esfuerzos del Consejo con sede en Ginebra para tratar en un momento oportuno las cuestiones sobre derechos humanos relacionadas con la COVID, la Alta Comisionada se refirió a esta crisis como “una prueba descomunal de liderazgo”. “Exige acciones decisivas, coordinadas e innovadoras por parte de todo el mundo y dirigidas a todo el mundo. Hoy nos encontramos distanciados físicamente, pero debemos permanecer unidos”, añadió.  

A la vez que rindieron homenaje a los profesionales sanitarios de todo el mundo, los participantes reiteraron su llamamiento urgente a que se hagan efectivos los ceses de hostilidades y así posibilitar la atención médica para salvar vidas. Otras cuestiones que se plantearon fueron el efecto del virus en las oficinas del ACNUDH, la posibilidad de diseñar estrategias para proteger los derechos humanos en caso de pandemias y emergencias futuras, así como las buenas prácticas que se están aplicando durante la crisis.

Hablando sobre la necesidad de solidaridad global en este momento de crisis, uno de los participantes señaló: “En nuestra lucha contra este enemigo común, debemos asegurarnos de no retroceder involuntariamente en materia de derechos humanos, así como en los avances arduamente logrados entre todos en las últimas décadas”.

9 de abril de 2020