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Hacia un acuerdo mundial en materia de migración

17 mayo 2017

En su calidad de recién llegado a Suiza, Latif Alabdullah, de 25 años de edad, desea las mismas cosas que la mayoría de los inmigrantes esperan hallar: una vivienda decente, un buen empleo y la oportunidad de comenzar de nuevo. Desde que llegó a Ginebra hace 18 meses, ha esperado por la respuesta a su petición de asilo y está preocupado por lo que podría suceder si la solicitud fuera denegada. El pasaporte sirio de Alabdullah no le dejaría otra opción que regresar a su país de origen, donde le exigirían que cumpliera el servicio militar o de lo contrario pagara un “impuesto de exención del ejército” cuyo costo no podría permitirse. En caso de no poder satisfacer ninguna de las dos exigencias, tendría que ir a la cárcel.

En espera de la decisión de las autoridades de inmigración, Alabdullah ha vivido en un albergue para migrantes y solicitantes de asilo y, más recientemente, en un pequeño apartamento, con la ayuda del Hospice Général, un programa de asistencia social de la ciudad de Ginebra. Mientras sigue buscando empleo, Latif trabaja de voluntario con Thrive, una organización local que facilita asistencia en materia laboral a migrantes y refugiados que buscan trabajo, les enseña cómo preparar las entrevistas y los pone en contacto con posibles patronos.

“Ayudamos a la integración de migrantes y refugiados, al proporcionarles formación en lo tocante a las entrevistas de trabajo y les asistimos para que adquieran las competencias sociales necesarias para establecer contacto y relacionarse con patronos y colegas suizos en el contexto laboral”, dijo Alabdullah en un evento paralelo celebrado recientemente durante el debate que los Estados Miembros de las Naciones Unidas sostuvieron sobre políticas de migración y derechos humanos de los migrantes.   

La reunión, de dos días de duración, fue la primera de una serie de encuentros destinados a lograr un acuerdo mundial con miras a una migración segura, ordenada y regular en 2018. Este pacto establecerá políticas de migración basadas en los derechos humanos para ayudar a combatir la discriminación, la xenofobia y la intolerancia contra los migrantes y promover su integración en los países y las comunidades de acogida.

“Las ideas en boga acerca de la migración suelen basarse en mitos, temores y prejuicios, hacen caso omiso de los hechos, las pruebas y las estadísticas, y ofenden gravemente a nuestros valores comunes en materia de derechos humanos e igualdad”, declaró Craig Mokhiber, que supervisa los asuntos relativos a la migración en el ACNUDH, en una mesa redonda de debates que se celebró durante las negociaciones intergubernamentales.  

Los migrantes en “situación irregular”, -los que entran en un país, permanecen y trabajan allí sin la necesaria autorización-  suelen enfrentarse a prejuicios e intolerancias arraigados y están cada vez más expuestos a políticas de control de fronteras que favorecen de manera creciente la detención y la deportación. A medida que el populismo xenófobo gana terreno en muchos países, a los migrantes se les rechaza en las fronteras, se les detiene sin el debido proceso y se ven confrontados a la hostilidad de la población y las autoridades.

“En nuestros talleres, no usamos los términos “migrante” ni “refugiado”, ni tampoco cuando hablamos con los posibles patronos, porque en cuanto uno emplea esa etiqueta, automáticamente lo marginan de la comunidad y lo echan a un lado”, dijo Alabdullah. “La gente lo mira a uno con menosprecio y se imagina todo tipo de cosas  –por ejemplo, que uno es un forastero o que no habla el idioma local-. Nosotros tratamos de decirle a la gente que somos como cualquier otra persona que busca empleo”.

El acuerdo mundial sobre la migración se fundamentará en los principales tratados de derechos humanos y en la Declaración Universal de Derechos Humanos, a fin de defender los derechos de todos los migrantes, sin tener en cuenta su situación migratoria.

“En dos palabras: todos los migrantes tienen derecho a toda la gama de derechos humanos garantizados por estos instrumentos universales”, señaló Mokhiber.

El Relator Especial de las Naciones Unidas para los derechos de los migrantes, François Crépeau, hizo hincapié en que los Estados tienen ahora la oportunidad de participar en los debates sobre el acuerdo mundial para mejorar la coordinación de la migración mediante una planificación estratégica a largo plazo orientada a facilitar la migración y la movilidad, y a proteger los derechos humanos de todos los migrantes.    

“El volumen sin precedentes de movimientos transfronterizos ha generado un aumento del número de muertes y casos de violencia en las fronteras, en cada fase del proceso migratorio, en los últimos años”, afirmó Crépeau ante los Estados Miembros. “Esos acontecimientos han puesto claramente de manifiesto que las políticas actuales de control de fronteras y migraciones que practican los Estados no son sostenibles”.

A pesar de lo mucho que ha de esperar para recibir sus documentos de asilo, Alabdullah mantiene la esperanza. “Me gustaría tener una vida estable, un empleo y no vivir nunca más bajo la amenaza de que puedan deportarme”, dijo. “Todo lo que deseo es permanecer en un lugar donde me sienta seguro y donde pueda decir: ‘este es mi hogar’”.

Únase a nuestra campaña ‘Defiende hoy…’ para combatir la xenofobia y los prejuicios acerca de los migrantes – y cuéntenos qué hace usted para defender los derechos de los migrantes:
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17 de mayo de 2017

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