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Ucrania: más de 3 millones de civiles carecen de acceso a los derechos humanos

03 marzo 2016

“El momento más terrorífico de esta guerra fue cuando los proyectiles de mortero pasaban silbando sobre nuestras cabezas”, relató a un oficial del ACNUDH una mujer del distrito de Kyiv en la ciudad de Donetsk (Ucrania).

“El bombardeo comienza y tenemos que refugiarnos en el sótano con mi madre, que está enferma. Tiramos de ella, que grita y se orina encima”, añade la narradora.

Otra mujer que vive en la misma región cuenta cómo su barrio padecía bombardeos constantes. El 2 de octubre de 2014, su marido resultó herido y quedó paralizado por una bomba que estalló cerca de su casa. Ha pasado más de año y medio y su familia sigue sufriendo diariamente las consecuencias de esa herida.

Estos trágicos relatos figuran entre los numerosos testimonios recopilados por el ACNUDH en su 13er. informe sobre la situación de derechos humanos en Ucrania.

Aunque la tregua en el este de Ucrania se ha mantenido durante varios meses, todavía ocurren escaramuzas entre las fuerzas armadas ucranianas y los grupos armados de las autoproclamadas “República Popular de Donetsk” y “República Popular de Luhansk”.

“Prevalece una terrible sensación de aislamiento y abandono físico, político, social y económico entre la nutrida población  -más de tres millones de habitantes- que se esfuerza por sobrevivir en la línea de conflicto”, declaró el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Zeid Ra’ad Al Hussein. “Esas personas tienen urgente necesidad de protección y apoyo”.

Las personas que viven en zonas residenciales a lo largo de la línea de contacto se encuentran atrapadas, porque los terrenos que circundan a sus viviendas y los que se extienden a ambos lados de los caminos están sembrados de minas. Se sienten abandonadas ya que numerosos servicios públicos esenciales han dejado de funcionar.  

Se calcula que cada día de 8.000 a 15.000 personas se ven obligadas a pasar a través de un número limitado de puestos de control situados a lo largo de la línea de contacto, lo que genera largas filas de vehículos. En febrero de 2016, un minibús rodó sobre una mina que estaba a la vera del camino, cerca de un puesto de control, y el artefacto estalló, matando a un pasajero y dos transeúntes.

A menudo la gente se ve obligada a pasar la noche en temperaturas bajo cero. En un frío día de invierno, un anciano y una anciana murieron mientras esperaban en la fila de un puesto de control, porque no pudieron prestarles a tiempo la atención médica que necesitaban. 

Una mujer que viajaba de Mariupol a Donetsk dijo que se habían quedado retenidos durante varias horas, sin acceso a los aseos, ni agua ni comida.

“No se puede salir de la calle asfaltada, ni siquiera cuando una necesita mucho hacerlo, porque todo alrededor está minado”, afirmó.

Aunque el ACNUDH informa de que Ucrania ha adoptado diversas medidas para mejorar la protección y promoción de los derechos humanos mediante leyes y decretos, todavía hay pruebas que demuestran la existencia de violaciones y abusos de derechos humanos reconocidos por el derecho internacional, que han sido cometidos por determinados servicios gubernamentales y por todas las partes involucradas en las hostilidades en las regiones de Donetsk y Luhansk, así como por las autoridades de facto de Crimea y por la Federación de Rusia.    

Entre esos actos figuran acusaciones de desapariciones forzadas, casos de detención arbitraria e incomunicación, torturas y malos tratos perpetrados por funcionarios de policía ucranianos.

Los grupos armados han cometido asesinatos, secuestros, privación de libertad ilegal en condiciones de incomunicación, torturas y malos tratos. Las personas que viven en las zonas controlados por los grupos armados se encuentran privadas del amparo de las leyes y carecen de remedios eficaces. Asimismo ven limitado el ejercicio del derecho a la libertad de expresión, de religión, de reunión pacífica y de asociación.

El ACNUDH también ha documentado casos de violencia de género. Algunas mujeres cuyos parientes eran sospechosos de militar en grupos armados o estar vinculados a ellos, fueron arrestadas, detenidas y torturadas. En diciembre de 2015, en la aldea de Shchurove, en la región de Donetsk, varios oficiales arrestaron a una mujer de 74 años de edad en su casa, mientras buscaban a su hijo. La mujer fue detenida, acusada de terrorismo y golpeada. En mayo de 2015, tres mujeres fueron detenidas, sufrieron torturas graves y recibieron amenazas de violencia sexual.

El ACNUDH también informó de graves violaciones de derechos humanos en Crimea, incluso de problemas de derechos humanos vinculados a la ciudadanía rusa y la aplicación de la legislación de Rusia, que comprende un código penal, lo que ha resultado en medidas discriminatorias para las personas de origen ucraniano y grupos minoritarios, tales como los tártaros de Crimea. Esto ha ocurrido sobre todo en relación con el derecho al trabajo, los derechos de propiedad y el acceso a los servicios de salud y protección social.

El informe contiene varias recomendaciones orientadas a garantizar la protección de los civiles y de los derechos humanos de toda la población y para velar por que quienes violen esos derechos tengan que responder de sus actos. Las recomendaciones están dirigidas al gobierno de Ucrania, a todas las partes involucradas en las hostilidades en las regiones de Donetsk y Luhansk, así como a las autoridades de facto de Crimea y a la Federación de Rusia. 

3 de marzo de 2016

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