Declaraciones y discursos Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos
Alto Comisionado ofrece actualización sobre Ucrania: «La guerra es el peor enemigo para los derechos humanos»
09 julio 2024
Pronunciado por
Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Volker Türk
En
Presentación oral del Alto Comisionado sobre Ucrania (resolución 50/30 del Consejo de Derechos Humanos) e informe provisional del Secretario General sobre los derechos humanos en Crimea (resolución 78/221 de la Asamblea General)
Sr. Vice-Presidente,
Excelencias,
Distinguidos delegados y delegadas,
Los ataques a gran escala con misiles que afectaron ayer a toda Ucrania, incluyendo el horrendo ataque contra Okhmatdyt, el hospital infantil de referencia de mayor tamaño de Ucrania, pone al descubierto una vez más las desastrosas consecuencias que conlleva la guerra que libera la Federación de Rusia contra Ucrania.
Estoy consternado por las imágenes de niños, quienes ya de por sí son muy vulnerables durante las guerras, sufriendo el terror de los ataques a la vez que recibían tratamiento médico.
Lamentablemente es un hecho que vemos una y otra vez, no solo en Ucrania, sino también en Gaza, Sudán, y en otros lugares.
Nuestra humanidad compartida desaparece cuando suceden estos hechos.
Nos asalta la pregunta una y otra vez de porqué parece haber vuelto la peligrosa ideología de siglos pasados con ánimos tan vengativos. Después de todo lo que ocurrió en el siglo 20 y con la fundación de las Naciones Unidas, habíamos llegado a pensar que el planeta había superado estas ideas tan atávicas y peligrosas.
Estos ataques incesantes y diarios por todo el país continúan agravando la situación de derechos humanos de la población civil, causando daños físicos, destruyendo hogares e infraestructura, además de destrozar a familias enteras.
Conducen a dificultades socio-económicas a largo plazo, entre las cuales se incluyen las limitaciones en el acceso a educación, la pérdida de sustentos de vida y la pobreza.
El mes de mayo supuso la cifra más alta en casi un año de víctimas civiles que se verifican mensualmente, con 174 civiles asesinados y 690 heridos en Ucrania.
Según mi equipo sobre el terreno, entre marzo y mayo, 436 civiles resultaron asesinados y 1.760 heridos, incluyendo a niños, trabajadores de medios de comunicación, trabajadores sanitarios, y personal del servicio de emergencias. Las cifras reales son probablemente mucho mayores.
Esta cifra tan elevada de víctimas civiles es en su mayor parte resultado de ofensiva terrestre y ataques aéreos, que incluyeron bombas de gran potencia lanzadas desde el aire, como ocurrió en la región de Kharkiv. Desde el 10 de mayo, casi 12.000 personas fueron evacuadas de las zonas fronterizas, y otras miles abandonaron rápidamente y por su cuenta sus viviendas por miedo a perder la vida.
Los ataques coordinados y a gran escala de la Federación de Rusia contra infraestructura energética clave de Ucrania, los cuales se han desarrollado durante ocho oleadas principales desde el 22 de marzo, han sido los más extensos desde el invierno de 2022/2023.
Estos ataques deben de cesar de forma inmediata.
Estos ataques han sido dirigidos contra instalaciones de generación y distribución de energía, reduciendo de forma considerable la capacidad de Ucrania para generar electricidad.
Millones de personas repartidas por toda Ucrania sufren cortes diarios de electricidad, a menudo durante muchas horas seguidas, lo que limita su acceso al suministro de agua, a conexión móvil y de internet, al transporte público, además de afectar a la capacidad de los niños y niñas para estudiar, ya que muchos de ellos asisten al colegio en Ucrania de forma remota.
Se espera que haya efectos indirectos sobre el empleo, los ingresos fiscales y la protección social. Es muy probable que se originen aumentos de precios que terminarán afectando desproporcionadamente a grupos en situaciones de vulnerabilidad, de forma especial a personas mayores con pensiones bajas, la mayoría de las cuales son mujeres, personas con discapacidades y personas que viven en la pobreza.
No obstante, es posible que lo peor esté aun por llegar, ya que las compañías energéticas y las autoridades ucranias ya han avisado de que estos ataques repetidos han reducido la capacidad para llevar a cabo las reparaciones necesarias para poder calentar las viviendas durante el invierno. Una vez más, un sufrimiento sin sentido.
Sr. Vicepresidente,
Prisioneros de guerra ucranianos que han sido puestos en libertad recientemente han ofrecido relatos detallados de torturas, malos tratos, y violencia sexual. Estos afirmaron haber recibido palizas brutales, posturas prolongadas en tensión, descargas eléctricas y golpes en los genitales, ataques con perros, así como privación severa de alimentos.
Basándose en entrevistas con más de 600 detenidos civiles liberados y prisioneros de guerra ucranianos, la tortura es un hecho generalizado en los centros de detención dirigidos por la Federación de Rusia.
Se trata de un hecho abominable.
Insto a la Federación de Rusia a detener de forma inmediata estas prácticas, a mejorar los centros de detención, a crear comisiones médicas mixtas, así como a conceder acceso pleno a mi Oficina y a supervisores independientes a todos los lugares donde estén retenidos prisioneros de guerra y detenidos civiles ucranianos, incluyendo en territorio ocupado.
Mi equipo en Ucrania también entrevistó a docenas de familiares de prisioneros de guerra y detenidos civiles quienes llevaban meses o incluso años sin saber nada de sus seres queridos y que en algunos casos, no habían recibido información alguna. Este silencio es desgarrador para las familias. La Federación de Rusia debe garantizar, en consonancia con el derecho internacional, que comparte información actualizada sobre la suerte y paradero de prisioneros de guerra y detenidos civiles además de permitir la comunicación con las familias.
Mi Oficina también continuó documentando la tortura y malos tratos hacia prisioneros de guerra rusos tras su captura y mientras se encontraban en tránsito hacia lugares oficiales de internamiento, los cuales incluyeron palizas y descargas eléctricas. De acuerdo con información en nuestro poder, las torturas a prisioneros de guerra rusos cesó cuando los prisioneros llegaron a lugares oficiales de internamiento. Las autoridades ucranianas han de investigar todos estos casos y garantizar que el trato que se da a los prisioneros de guerra en cada paso se ajusta al derecho internacional.
Solicito que se realice un intercambio completo de todos los prisioneros de guerra, así como la puesta en libertad sin condiciones de todos los civiles detenidos de forma ilícita, incluyendo en territorio ocupado, así como que se garantice su retorno seguro.
Mi Oficina está preparada para respaldar estas iniciativas.
Reitero que los niños y niñas deportados o trasladados a la Federación de Rusia deben ser devueltos de forma inmediata. Apelo a la Federación de Rusia a que proporcione información a la Agencia Central de Búsquedas acerca de todos los niños y niñas desplazados desde territorio ocupado y a que facilite su retorno con sus familias.
En territorio controlado por el gobierno, las autoridades ucranianas continúan condenando a personas por acusaciones de "actividades de colaboración", incluso por realizar labores que benefician a la población, como por ejemplo restaurar el suministro de gas o distribuir leña para calentar las viviendas. Se dictaron veredictos de culpabilidad en todas las 322 sentencias dictadas durante el período que abarca el informe. Valoro positivamente las directrices recientemente publicadas por el Fiscal General de Ucrania con el objeto de garantizar que el procesamiento de estos casos se ajusta al derecho internacional, por lo que animo a su aplicación en todos sus puntos.
En territorio ocupado, mi Oficina ha documentado un incremento de la presión sobre los residentes para que obtuvieran pasaportes rusos. Muchas de las personas que abandonaron recientemente el territorio ocupado, en especial personas mayores, denunciaron haber tenido dificultades para acceder a atención sanitaria si no contaban con la ciudadanía rusa. Padres y madres denunciaron haber recibido presiones para obtener pasaportes rusos para poder enviar sus hijos al colegio. Quiero recordar que obligar a residentes en territorio ocupado a obtener la ciudadanía de la potencia ocupante supone una violación de la normativa internacional humanitaria.
Ahora me referiré al informe del Secretario General sobre la situación de derechos humanos en los territorios temporalmente ocupados de Ucrania, incluyendo en la República Autónoma de Crimea y en la ciudad de Sebastopol (A/HRC/56/69). Este informe destaca violaciones en curso de la normativa internacional de derechos humanos y del derecho internacional humanitario por parte de la Federación de Rusia, que incluyen detenciones arbitrarias, desapariciones forzadas y torturas, además de violaciones de las libertades de opinión, expresión, reunión pacífica y asociación. Las personas que se consideran como opuestas a la ocupación, entre los que se incluyen blogeros, periodistas, partidarios de los Mejlis del Pueblo Tártaro de Crimea, y activistas pro-ucranianos, son objeto de ataques.
Todo esto está ocurriendo en un contexto de casi impunidad total, a la vez que la Federación de Rusia aprueba leyes que en la práctica conceden una amnistía a militares acusados de una extensa serie de delitos.
Sr. Vicepresidente,
El estado de guerra, la escalada constante de la situación, no puede convertirse en la nueva normalidad.
Insto a la Federación de Rusia una vez más a cesar de forma inmediata su uso de la fuerza armada contra Ucrania, a retirar sus fuerzas militares del territorio de Ucrania, en consonancia con la orden dictada por la Corte Internacional de Justicia, y a respetar de forma escrupulosa el derecho internacional humanitario y la normativa de derechos humanos.
Es necesario poner fin inmediato al uso de armas explosivas con efectos sobre zonas amplias en zonas pobladas. Durante el período que abarca el informe, el 96% de las víctimas civiles fue causado por el uso de este tipo de armas en dichas circunstancias.
Mi Oficina continuará vigilando, documentando e informando de forma meticulosa acerca de la realidad sobre el terreno de esta guerra terrible, incluyendo la que suceda en territorio ocupado. Se debe exigir cuentas a todos los responsables.
La guerra es el peor enemigo de los derechos humanos. Es una aberración, no solo en el contexto actual que vivimos, sino también en cualquier otro lugar.
Hemos de evitar siempre recurrir a la guerra y tratar de encontrar la paz en consonancia con la Carta de las Naciones Unidas y el derecho internacional.
Este es el deseo más ferviente que tienen los ucranianos y ucranianas.