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Declaraciones y discursos Múltiples mecanismos

Undécimo Foro Annual sobre las Empresas y los Derechos Humanos – Mensajes principales del discurso de clausura de Volker Türk, Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos

01 diciembre 2022

Pronunciado por

Volker Türk Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos

En

11º Foro Anual sobre Empresas y Derechos Humanos- "Los titulares de derechos en el centro: Reforzar la rendición de cuentas para avanzar en el respeto de las personas y el planeta por parte de las empresas en la próxima década"

Mensajes clave para la declaración final

Distinguido Presidente del Consejo,
Miembros del Grupo de Trabajo sobre Empresas y Derechos Humanos
Distinguidos ponentes,
Colegas y amigos:

Me complace sobremanera poder acompañarles en esta ocasión.

Desde el inicio de mi mandato de Alto Comisionado para los Derechos Humanos, he tenido varias oportunidades de tratar estos importantes asuntos.

En los tres últimos días, hemos oído las opiniones de titulares de derechos, miembros de la sociedad civil, dirigentes de empresas y funcionarios de Estados sobre una amplia gama de cuestiones -desde el desarrollo de las finanzas para confrontar el racismo hasta la responsabilidad de las compañías  en situaciones de conflicto- relativas a cómo mejorar la rendición de cuentas y el acceso a los remedios en los casos de abusos de derechos humanos relacionados con la actividad empresarial.

Aplaudo el hecho de que este año el Foro haya colocado a los titulares de derechos en el centro de sus deliberaciones y que los activistas de derechos humanos hayan estado activos en todas las reuniones.

Su participación es la manera más eficaz de comprender y abarcar los desafíos mundiales y de elaborar soluciones que se necesitan con urgencia.

Así podremos saber de manera empírica qué funciona y cómo compartir este conocimiento para que otros pùedan sustentar en él sus actividades y alcanzar mejores resultados para la ciudadanía.

Para afrontar los retos del presente, necesitamos toda la ayuda que podamos concitar. Las empresas deben desempeñar una función importante en esta tarea. Me complace comprobar que son numerosos los representantes de firmas que han participado en los debates del Foro.

Permítanme recordar aquí que tanto si nuestras reuniones son físicas como si son virtuales, en todas se aplican los mismos criterios de dignidad, respeto y tolerancia. 

Este Foro debe seguir siendo un espacio seguro e integrador, que propicie el diálogo constructivo entre todos los interesados, sin discriminación, intimidación ni represalias.

Un mensaje que se percibe con claridad es la necesidad de hacer más.

Los jóvenes exigen transparencia y cambio; quieren ver transformaciones reales. También lo desean las víctimas que han padecido daños. Cambios no solo en el modo de funcionamiento de las empresas sino, de manera más fundamental, en la forma de fomentar el crecimiento económico. Ese crecimiento ha de fundamentarse en valores y en los ODS. Debemos renovar nuestros valores, reevaluar nuestra relación con la naturaleza y asegurarnos de que estos esfuerzos se sustentan en los derechos humanos.

Sabemos que las leyes y las políticas estatales pueden reforzarse mediante una combinación ponderada de medidas para proteger a las personas y al planeta de las actividades empresariales nocivas, a lo largo de toda la cadena de valor.

Y que la comunidad empresarial puede hacer más para prevenir los daños y remediarlos, en caso de que ocurran.

Este cambio y este compromiso deben ser genuinos y auténticos. No es cuestión de pegar una etiqueta sobre un producto o de publicar una página en un sitio web.

De no ser así, perdurará la zona oscura de esta situación que todos conocemos: trabajo infantil, esclavitud moderna, asesinatos selectivos de miembros de pueblos indígenas y defensores del medio ambiente y los derechos humanos. Y el espacio cívico seguirá reduciéndose.

Ya sabemos que la actividad económica puede desembocar en la pérdida de la diversidad biológica y el deterioro medioambiental a escala planetaria y además puede contribuir a la crisis climática.

Necesitamos una transformación radical: debemos colocar los derechos humanos en el centro de nuestras economías y nuestras políticas estatales.

El informe del Secretario General titulado “Nuestra Agenda Común” contiene un modelo para elaborar nuestras respuestas. Este documento reconoce la función y la repercusión de las empresas en materia de derechos humanos, en lo relativo al cambio climático o a los conflictos, así como su efecto sobre los sistemas financieros. De manera que necesitamos un multilateralismo más integrador, conectado y eficaz: el sector privado es una pieza fundamental de la estructura necesaria para recuperar la confianza y abordar los desafíos mundiales más perentorios. Es un instrumento para garantizar la rendición de cuentas y los remedios.

Esto debe expresarse en términos inequívocos: los beneficios empresariales no pueden lograrse a cualquier costo. Es preciso tener en cuenta la repercusión de las ganancias sobre los seres humanos.

La buena noticia es que en la actualidad vemos cómo este cambio está ocurriendo de diversas maneras.

Un ejemplo es la normativa de diligencia debida en relación con los derechos humanos, que ejerce un efecto positivo en los países a lo largo de las cadenas de valor. Algunos países han aplicado o están elaborando leyes que introducen con carácter obligatorio la diligencia debida en materia de derechos humanos (Francia, Alemania, Noruega y los Países Bajos). En la esfera regional, la Unión Europa está considerando una directiva sobre la diligencia debida en relación con la sostenibilidad empresarial.

Como ya se dijo en este Foro, los bufetes de abogados están aunando esfuerzos para intercambiar prácticas idóneas y apoyarse mutuamente en todas las regiones. Esta iniciativa puede ser muy poderosa, por ejemplo, para litigar los casos relativos a la justicia climática.

Aplaudo estos avances y exhorto a reflexionar sobre estas iniciativas, a velar por que esos esfuerzos sean coherentes con la normativa internacional, especialmente con los Principios Rectores de las Naciones Unidas sobre las Empresas y los Derechos Humanos.

Para consolidar realmente el disfrute de los derechos humanos.

Las reuniones multilaterales con interesados, como este Foro, son fundamentales para crear las condiciones en las que todos podamos hallar soluciones para estos desafíos mundiales.

Para fomentar nuevos vínculos entre estos sectores. Para derribar las barreras que nos aíslan y evitar la fragmentación que ahora vemos.

El 75º aniversario de la Declaración Universal de Derechos Humanos, que tendrá lugar el próximo año, nos brindará la oportunidad de ratificar los principios de este documento milagroso y la función de todos, a la luz de los retos presentes y futuros, especialmente a medida que nos acercamos al año 2030.

Este puede ser un llamamiento que nos congregue el año que viene, para garantizar que estamos generando un cambio positivo y real en la vida de las personas, en el mundo entero.

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