Skip to main content

Comunicados de prensa Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos

En Sudán del Sur el SPLA cometió numerosas violaciones durante los combates de julio y en días posteriores, dijo Zeid

Violaciones en Sudán del Sur

04 agosto 2016

GINEBRA (4 de agosto de 2016) – Las investigaciones preliminares que han realizado las Naciones Unidas en torno a los sucesos ocurridos recientemente en Sudán del Sur y sus secuelas indican que las fuerzas de seguridad del gobierno perpetraron asesinatos y violaciones, saqueos y destrucción de propiedades, dijo el jueves el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, que pidió al Consejo Seguridad que adoptara medidas más enérgicas.

“La tensión sigue siendo muy alta y siguen ocurriendo violaciones en Juba y otras zonas del país”, afirmó el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Zeid Ra’ad Al Hussein, tras presentar al Consejo de Seguridad un informe actualizado con las conclusiones preliminares de las investigaciones que las Naciones Unidas llevan a cabo actualmente acerca de los cinco días de combates que comenzaron el 7 de julio en Juba, la capital del país, y de las secuelas de la lucha.

El Alto Comisionado declaró que la información recibida por los oficiales de derechos humanos de las Naciones Unidas indica que cientos de combatientes y civiles murieron en los primeros choques. Aunque algunos civiles resultaron muertos por el fuego cruzado de los contendientes, se informó de que otros habían sido ejecutados por soldados del gubernamental Ejército Popular de Liberación de Sudán del Sur (SPLA, por sus siglas en inglés), que al parecer atacaron específicamente a personas de la etnia nuer. 

Por ejemplo, se informó de que en dos incidentes distintos ocurridos el 11 de julio, soldados del SPLA arrestaron a ocho civiles nuer, durante los registros realizados casa por casa en la zona de Munuki, en Juba, y los condujeron a dos hoteles cercanos, donde fusilaron a cuatro de ellos. Ese mismo día, otros soldados del SPLA penetraron violentamente en otro hotel y asesinaron a tiros a un periodista nuer. 

Las Naciones Unidas han registrado al menos 73 muertes de civiles, pero se cree que el número de bajas civiles podría ser mucho mayor. En los días posteriores al conflicto las autoridades prohibieron el acceso a algunas de las zonas más afectadas por los combates y cierto número de restricciones de movimiento siguen vigentes.

“La lucha dio lugar a una violencia sexual generalizada, con casos de estupro y violaciones colectivas cometidas por soldados uniformados y sujetos vestidos de paisano”, afirmó Zeid, y añadió que los nuer, los dinka y las mujeres de la región de Equatoria fueron las víctimas preferentes, junto con los extranjeros. Muchas de las víctimas eran menores de edad.

“Hemos documentado al menos 217 casos de violencia sexual en Juba, del 8 al 25 de julio”, dijo Zeid. “En algunas zonas, las mujeres de diversos grupos étnicos fueron violadas por jóvenes fuertemente armados, que se cree eran miembros del SPLA en la Oposición (SPLA/IO)”, añadió. “Pero, según la información que hemos reunido hasta ahora, la mayoría de las víctimas fueron mujeres y muchachas nuer y los responsable fueron, al parecer, sobre todo miembros del SPLA”.

Una vez que los combates iniciales remitieron, la violencia sexual continuó y, según los informes, más de 100 mujeres y muchachas sufrieron violaciones individuales o en grupo en la carretera que va de Juba a Yei. El 18 de julio, por ejemplo, se informó de que 35 mujeres y muchachas habían sido violadas en dos incidentes distintos: primero, 28 mujeres, 12 de ellas menores, fueron agredidas en un puesto de control del SPLA en el cruce de Jebel, en la ruta a Yei; en el segundo incidente de ese día, se informó de que otras siete mujeres habían sido violadas en el camino que enlaza a dos puntos de protección de civiles en los que las personas desplazadas –en su mayoría de etnia nuer- reciben protección de las fuerzas de pacificación de la UNMISS.

Los testigos y las víctimas entrevistadas por los oficiales de derechos humanos dijeron que en estos y otros puntos de la ciudad, los soldados y oficiales del SPLA les robaron las pertenencias a las mujeres y las niñas, las golpearon y las insultaron. El Alto Comisionado expresó su preocupación ante las denuncias de que algunos miembros de la fuerza de pacificación se habían negado a ayudar a las mujeres y las niñas que eran víctimas de agresiones y violaciones cerca de sus puestos, tomó nota de las medidas aplicadas por la UNMISS para abordar esta situación e instó a que se tomen medidas enérgicas en los casos en que el personal militar de las Naciones Unidas incumpla su deber de proteger a los civiles.

El Alto Comisionado afirmó que la violencia sexual no se había limitado a Juba e hizo referencia a un informe publicado por el ACNUDH el 11 de marzo, en el que se describe cómo tanto las fuerzas del gobierno como los opositores habían perpetrado miles de brutales violaciones individuales y colectivas en los días posteriores al conflicto que había estallado en Juba en diciembre de 2013. En aquel momento Zeid calificó estos actos de “uso masivo de la violación como instrumento de terror y arma de guerra”.   

El Alto Comisionado condenó la falta de respuestas eficaces para acabar con la impunidad en materia de violaciones de derechos humanos y de abusos y violaciones del derecho humanitario internacional. “Continúan las violaciones y los asesinatos de civiles, sigue habiendo impunidad y la corte mixta y otras medidas propuestas para fortalecer la protección y la rendición de cuentas todavía no se han puesto en marcha”, dijo.

Durante los cinco días de combates, miles de personas fueron desplazadas de sus hogares y los soldados del SPLA que estaban al frente de los puntos de control que surgieron en Juba les denegaron a muchos civiles el acceso a lugares seguros en los campamentos de las Naciones Unidas. También se han recibido informes acerca de medidas de reclutamiento forzoso aplicadas por el SPLA en Bor, incluso en casos de menores de edad.  

Al señalar que tras el estallido de violencia el gobierno ha limitado severamente el derecho a la libertad de expresión y ha reprimido a los periodistas, el Alto Comisionado instó a las autoridades a que concentren sus esfuerzos en la justicia y la rendición de cuentas. “El gobierno afirma que ha creado una corte marcial para juzgar a los soldados del SPLA acusados de cometer crímenes contra los civiles, entre otros, ‘saqueos, asesinatos y otras violaciones de derechos humanos’ ”, declaró Zeid. “El gobierno también hizo promesas similares en el pasado, pero las violaciones continúan”.    

El Alto Comisionado instó al gobierno interino de unidad nacional a que restablezca el diálogo y tome medidas para garantizar la justicia y la rendición de cuentas, y pidió a la comunidad internacional que presione realmente al gobierno para acabar con la violencia e instaurar el respeto a la vida de todos los sudaneses del sur. “La intensidad de la violencia ocurrida recientemente y su peligrosa connotación étnica, exigen medidas urgentes del Consejo de Seguridad”, afirmó.

El ACNUDH transmitió el martes al Consejo de Seguridad un documento de actualización con sus conclusiones preliminares; en dicho documento se señala que la información acopiada sobre el terreno por el personal de derechos humanos de las Naciones Unidas es apenas “una instantánea”, habida cuenta de la tensión e inestabilidad de la situación y el limitado acceso a los testigos y las víctimas de que dispone el personal. En el informe preliminar se hace hincapié también en la situación humanitaria y económica del país, que califica de horrenda y en vías de empeorar.

FIN 

Si desea información adicional o quiere formular una solicitud para un medio de prensa, puede ponerse en contacto con Rupert Colville (+41 22 917 9767 / rcolville@ohchr.org) o con Ravina Shamdasani (+41 22 917 9169 / rshamdasani@ohchr.org).

VER ESTA PÁGINA EN: