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Comunicados de prensa Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos

Encarcelar a los inmigrantes no es la solución a los problemas migratorios de Bulgaria, dice Zeid

Bulgaria encarcela a inmigrantes

11 agosto 2016

GINEBRA ( 11 de agosto de 2016) -  Penalizar a los migrantes por entrar y salir de Bulgaria de manera irregular “coloca a muchos de ellos en un injusto círculo vicioso burocrático” y plantea graves preocupaciones en lo tocante al cumplimiento de las normas del derecho internacional por parte del Estado, afirmó el jueves el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Zeid Ra’ad Al Hussein, después de que la segunda visita que el personal del ACNUDH realiza a ese país en los últimos ocho meses revelara cierto número de políticas y prácticas inquietantes que se aplican allí a migrantes y refugiados.

Zeid señaló algunos cambios positivos desde la primera visita del equipo del ACNUDH, que tuvo lugar en noviembre pasado, en particular, que el plazo máximo para registrar una petición de asilo se ha fijado en seis días. Este cambio se produjo al entrar en vigor en diciembre de 2015 las cláusulas que ajustan las leyes búlgaras a la Directiva sobre Procedimientos de Asilo de la Unión Europea.

El Alto Comisionado declaró también que, durante la última visita que concluyó a finales de julio, a su equipo le había impresionado favorablemente “la cantidad de personal excelente, dedicado y profesional” que trabajaba en diversas instancias gubernamentales, incluso en los centros de detención del Ministerio del Interior y en la Prisión Central de Sofía. Además, Zeid encomió el hecho de que el nuevo sistema de tutela búlgaro haya sido ampliado recientemente para que abarque a los niños inmigrantes y señaló que era una de las pocas medidas relativas a los migrantes que estaba orientada a su bienestar y no centrada únicamente en criterios de seguridad.

“Pero uno de los problemas más graves es que, en la práctica, casi todas las personas que entran en Bulgaria de manera irregular quedan detenidas automáticamente”, afirmó Zeid. “Y lo que es aún peor, pueden ser procesadas y encarceladas –por un año o más- si tratan de salir del país. El acto de salir del país se penaliza, a pesar de que toda persona, en virtud de los tratados internacionales, tiene derecho a salir de cualquier país, incluso del suyo propio”.

“Esto significa que quienes no cumplen con los requisitos necesarios para ser considerados refugiados, según la definición estricta del concepto, pero sí tienen razones legítimas para no regresar a su país de origen, apenas disponen de soluciones para su futuro. Esta situación es claramente inhumana e inaceptable”, dijo Zeid.  

El Alto Comisionado declaró que siente especial preocupación por los informes acerca del desdén hacia las garantías procesales que definen un juicio justo, que se manifiesta en varios aspectos de la labor del Tribunal Regional de Svilengrad, donde se juzgan muchas de las causas penales por cruce irregular de la frontera.  “A algunos de esos inmigrantes no les han proporcionado asistencia letrada ni servicios de traducción, hasta el punto de que a veces ni siquiera entienden que son reos de un proceso penal; esta situación viola abiertamente las garantías procesales que definen un juicio justo”, dijo Zeid.   

Entre otros motivos de preocupación figuran los “rechazos” hacia países vecinos, las escasas posibilidades de que esas personas puedan integrarse legalmente en Bulgaria y las acusaciones persistentes de abusos y robos perpetrados en las fronteras por funcionarios encargados del cumplimiento de la ley. “Según la información recibida por mi equipo, los ataques y abusos contra migrantes y refugiados rara vez reciben castigo”, dijo Zeid, “en particular cuando los cometen agentes de policía, guardas de fronteras u otros funcionarios del gobierno”.  A modo de ejemplo, el Alto Comisionado señaló la suspensión, dictada recientemente por un tribunal búlgaro, de todo procedimiento penal en relación con la muerte de un afgano desarmado que fue tiroteado por guardas fronterizos en octubre de 2015.

Además, el equipo del ACNUDH determinó que algunos centros de detención de migrantes están en condiciones degradantes y consideró especialmente preocupante el deterioro y la insalubridad del centro de tránsito de Elhovo, situado en el este del país.

“Existen indicios inquietantes de que el régimen de detención va a ampliarse”, dijo Zeid y señaló que las nuevas leyes que entraron en vigor en enero permiten que la Agencia Estatal para los Refugiados establezca y administre centros de detención para solicitantes de asilo.

El Alto Comisionado lamentó especialmente que algunos funcionarios búlgaros, entre otros el Primer Ministro, y determinados miembros de los medios de comunicación hayan formulado con cierta frecuencia declaraciones agresivas contra los migrantes. Zeid afirmó que “es particularmente inquietante ver que figuras públicas importantes e influyentes expresan su apoyo a grupos armados ilegales de autodefensa que con absoluto descaro han venido cazando inmigrantes en algunos sectores de la frontera que separa a Bulgaria de Turquía”.

“El aumento de la xenofobia, la islamofobia y el racismo es una de las amenazas más preocupantes que acechan hoy a los derechos humanos en Europa”, dijo Zeid.  “El gobierno de Bulgaria no está haciendo lo suficiente como para frenar esta alarmante tendencia y, de hecho, algunos creen que en realidad está fomentando la intolerancia. Se necesita capacidad de liderazgo para crear un ambiente que propicie el respeto de los derechos humanos y que ponga fin a las violaciones y los abusos, cuando estos ocurren”.

FIN

En fechas recientes, varios equipos del ACNUDH también realizaron visitas a Grecia e Italia, para examinar la situación de derechos humanos de los migrantes en esos países.

Si desea información adicional o quiere formular una petición para un medio de prensa, sírvase contactar con Ravina Shamdasani (+41 22 917 9169 / rshamdasani@ohchr.org).

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