Skip to main content

Comunicados de prensa Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos

El jefe del ACNUDH expresa graves preocupaciones acerca del acuerdo entre Turquía y la Unión Europea

Los peligros del acuerdo entre Turquía y la UE

24 marzo 2016

GINEBRA (24 de marzo de 2016) – El Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Zeid Ra’ad Al Hussein, manifestó el jueves su grave preocupación en relación con el acuerdo suscrito recientemente entre la Unión Europea y Turquía, y señaló una “contradicción en el núcleo mismo del acuerdo”, así como las crecientes preocupaciones acerca de la detención arbitraria de refugiados e inmigrantes.

“El objetivo explícito de devolver a todos los refugiados e inmigrantes contrasta con las garantías sobre el examen individual”, dijo el Alto Comisionado. “Para que las salvaguardas puedan considerarse reales, el examen  individual debe ofrecer la posibilidad de que las personas en cuestión no sean devueltas. De otro modo, la devolución considerarse una expulsión colectiva”.

En el acuerdo entre la UE y Turquía se pide que los casos sean procesados según la Directiva de Procedimientos de Asilo de la Unión Europea y se añade que “los migrantes que no soliciten asilo o cuya solicitud se haya considerado injustificable o inadmisible en virtud de dicha directiva, serán devueltos a Turquía”. Zeid manifestó su preocupación de que este lenguaje presente un riesgo cierto de incumplir las obligaciones jurídicas relativas a los derechos humanos, que exigen que los Estados examinen los argumentos contrarios a la devolución, más allá de los que figuran en el derecho sobre refugiados. Esas necesidades podrían plantearse, por ejemplo, en el caso de los niños, las víctimas de actos de violencia, violaciones, traumas o torturas, las personas con orientaciones sexuales específicas, los discapacitados y una amplia gama de otros individuos con necesidades legítimas de protección.  

El Alto Comisionado instó a Grecia a tratar todos los casos individuales prestando genuina atención a todos los requisitos de protección estipulados en el derecho internacional de los derechos humanos, incluso en la fase de apelación.

Zeid declaró que le preocupan particularmente las devoluciones realizadas a partir de solicitudes de asilo consideradas inadmisibles en Grecia porque Turquía es “un tercer país seguro” o “un primer país de asilo”. 

“Incluso si Turquía ampliara su definición de refugiado para incluir a personas no europeas o aprobase leyes que otorgaran a determinadas nacionalidades el derecho a una ‘protección temporal’, ese país no podría considerarse un destino totalmente seguro para las personas que fueran devueltas en el futuro próximo. Los sistemas de protección de refugiados y migrantes no son simplemente palabras que se vierten sobre un papel, sino que exigen personal competente, políticas ajustadas, infraestructura y otras medidas prácticas cuya creación lleva tiempo”, dijo el Alto Comisionado. “Lo inquietante es que ha habido informes recientes sobre devoluciones forzosas que equivalen a expulsiones de Turquía”.
El Alto Comisionado respaldó las graves preocupaciones manifestadas el martes por el ACNUR, el UNICEF y otros organismos de las Naciones Unidas, en lo tocante a la detención de todos los migrantes que llegan a las islas griegas, incluso los niños y otras personas vulnerables, y añadió que al parecer esta medida transgrede toda una gama de derechos y normas de derechos humanos de ámbito internacional y europeo, entre otros que la detención en situaciones de inmigración debe ser una medida de último recurso y el principio “del interés superior del niño”. El Comité de los Derechos del Niño de las Naciones Unidas ha hecho hincapié en que los niños nunca deberían ser detenidos a causa de su situación migratoria o la de sus padres.   

El Alto Comisionado expresó su preocupación acerca de que todas las devoluciones deben realizarse con pleno respeto a los derechos humanos y la dignidad de cada persona devuelta, incluso asegurándose de que el consentimiento de retorno voluntario se otorga libre de toda coerción y que las personas devueltas son protegidas contra el uso desproporcionado de la fuerza y otros abusos de sus derechos y su dignidad.

Por último, el Alto Comisionado lamentó que el esquema de reasentamiento previsto de “uno por uno” deba aplicarse “en el marco de los compromisos existentes” de reasentamiento o reubicación –sin crear nuevos compromisos que lleven a vías legales. Zeid instó a que la UE aplique recomendaciones prácticas formuladas por las Naciones Unidas y otros organismos y expertos internacionales, relativas a la creación de otros canales regulares de entrada, comprendida la reunificación familiar y otras vías humanitarias y de migración de mano de obra, en respuesta a las necesidades del mercado laboral.  

“Esta crisis es manejable si la UE actúa basándose en sus propias leyes y principios, bien establecidos y muy respetados, y si trata seriamente de abordar sus causas profundas y apoyar soluciones de amplio espectro, sobre la base de los tratados de derechos humanos que ha ratificado”, dijo Zeid. “Pero, si la UE empieza a pasar por alto el derecho internacional, podría producirse una repercusión problemática en otras zonas del mundo”.

FIN
  
Si desea información adicional o material de prensa, puede ponerse en contacto con Rupert Colville (+41 22 917 97 67 / rcolville@ohchr.org).

VER ESTA PÁGINA EN: