Mostramos nuestra máxima preocupación por los informes que afirman que las Fuerzas de Apoyo Rápido y sus milicias aliadas árabes asesinaron a cientos de civiles del grupo étnico Masalit en la ciudad de Ardamata a principios de este mes, en lo que supone un nuevo ataque a gran escala por motivos étnicos contra civiles Masalit no árabes en Darfur Occidental en el plazo de unos pocos meses.

Las informaciones preliminares que hemos obtenido de supervivientes y testigos apuntan a que civiles Masalit sufrieron seis días de terror a manos de las RSF y sus milicias aliadas después que estas se hicieran con el control de la base del ejército sudanés en Ardamata el 4 de noviembre. La base se encuentra justo a las afueras de El Geneina, la capital de Darfur Occidental. Algunas de las víctimas fueron ejecutadas de forma sumaria o fueron quemadas vivas.

Muchos de los asesinados eran hombres jóvenes Masalit, así como parientes de soldados sudaneses que aun permanecían en Ardamata, una vez que las tropas hubieran abandonado a toda prisa la ciudad.

Mujeres y niñas fueron supuestamente sometidas a violencia sexual en el campamento de desplazados internos de Ardamata, así como dentro de algunas viviendas.

Otros miles de personas han tenido que desplazarse, algunas de ellas cruzando la frontera hasta Chad.

Teniendo como objetivo dos campamentos de desplazados internos, Ardamata y Dorti, así como el barrio de Al-Kabri, los cuales están habitados en su mayoría por los Masalit, las RSF y sus milicias aliadas supuestamente saquearon propiedades, torturaron a desplazados internos y ejecutaron a muchos de ellos antes de abandonar sus cadáveres sin enterrar en las calles.

Solamente el 5 de noviembre, 66 hombres Masalit fueron ejecutados de forma sumaria en tres incidentes por separado. En el distrito de Al-Krabi, los hombres fueron separados de las mujeres y luego asesinados. Otros cientos de hombres más fueron detenidos y llevados a varios campamentos de detención bajo el control de las RSF. Tanto su destino como su paradero siguen siendo desconocidos.

El ataque en Ardamata es el segundo ataque a gran escala en denunciarse cometido por las RSF y sus milicias árabes aliadas contra civiles Masalit en cuestión de meses. Entre mayo y junio de 2023 fueron asesinados cientos de hombres, mujeres, niños y niñas Masalit, incluyendo el gobernador de Darfur Occidental. Muchas de estas personas fueron enterradas en fosas comunes mientras que los cuerpos de otras tantas fueron abandonados en las calles. Estos ataques pueden constituir crímenes conforme al derecho internacional.

También existen graves acusaciones que señalan que en ataques de represalias, algunos civiles árabes fueron atacados por algunos miembros de las milicias Masalit. Todas las violaciones deben acabar de forma inmediata, y los responsables de las mismas deben ser llevados ante la justicia a través de investigaciones exhaustivas, independientes e imparciales.

Reiteramos el llamamiento del Alto Comisionado Volker Türk del pasado junio instando a los líderes de las RSF a condenar de forma inequívoca, así como a detener los asesinatos de personas, además de cualquier otra violencia y discurso de odio dirigidos contra los y las civiles en función de su origen étnico.

Con la llegada de informes preocupantes de un ataque inminente de las RSF contra El Fasher, la capital de Darfur Septentrional, les recordamos a ellos y a todas las demás partes del conflicto su obligación de respetar las obligaciones del derecho internacional humanitario con el fin de garantizar la protección de los civiles y de la infraestructura civil.