“La web fue creada para todo el mundo, independientemente de su género”
06 enero 2022
Derechos Humanos de las Naciones Unidas y la Web Foundation, la organización creada por Tim Berners-Lee, el inventor de la world wide web, se han aliado para luchar contra la desigualdad de género en la esfera digital.
Una encuesta realizada por la Web Foundation reveló que el 50 por ciento de las mujeres encuestadas residentes en zonas rurales y el 45 por ciento de las mujeres residentes en zonas urbanas afirmaron que no sabían cómo usar internet. Estas cifras contrastan con otras conclusiones que muestran que, globalmente, los hombres suelen estar en línea un 21 por ciento más que las mujeres y que, una vez que están en línea, los hombres suelen crear contenidos un 29 por ciento más que las mujeres.
Los resultados de la encuesta aparecen en un informe publicado por la Web Foundation en octubre de 2020, titulado «Derechos de las mujeres en línea: acabando con la disparidad entre géneros para lograr un mundo más equitativo». La asociación entre Derechos Humanos de las Naciones Unidas y la Web Foundation prevé aumentar la igualdad digital creando contenidos educativos para mujeres y niñas y empoderándolas para que participen de manera significativa en la tecnología accediendo a espacios en línea, creando contenidos, y aprendiendo a programar.
«La web fue creada por dos razones: para convertirse en un poder positivo y para que todo el mundo pueda acceder a ella, independientemente de su género,» declaró Nnenna Nwakanma, Impulsora Principal de la Web en la Web Foundation. Ella quiso recalcar que solamente la mitad de la población mundial estaba conectada. «Las mujeres necesitan estar conectadas para poder formarse por su cuenta, para reclamar y asegurar sus derechos y para sus vidas diarias,» aseguró.
El estudio de la Web Foundation también demostró que a las mujeres les preocupa más su privacidad que a los hombres, en especial en lo que se refiere a un uso indebido de sus datos personales, incluyendo en relación con el acoso y el abuso en línea. Las mujeres son también más escépticas sobre las empresas tecnológicas en lo que se refiere a un uso responsable de sus datos. El 54% por ciento de las mujeres encuestadas afirmaron que no permitirían que empresas usaran ninguno de sus datos, en comparación con el 47% de hombres.
La pandemia de COVID-19 ha traído a la palestra una serie de disparidades vinculadas al género y la conectividad. Según Nwakanma, un incremento en la violencia de género en el hogar debido a una mayor proximidad durante períodos de confinamiento se ha traducido también en más abusos verbales, sexuales e intelectuales en línea.
«Como resultado, las mujeres se auto-censuran, hablan menos o simplemente borran sus cuentas y desaparecen de la red,» explicó.
Un informe de Alliance for Affordable Internet, el cual analizaba la exclusión digital de las mujeres en 30 países en desarrollo, reveló que la brecha digital entre géneros costaba a esos países cientos de miles de millones de dólares, aseguró Nwakanma.
Para comenzar a solucionar la falta de conocimientos tecnológicos que mantiene a una parte importante de las mujeres desconectadas y para animarlas a crear más contenidos en línea, la Web Foundation lanzó el programa She is the Code en África Occidental. El programa, puesto en marcha en 2016, enseña a mujeres y niñas programación y gestión digital. Hasta la fecha, se han graduado en el programa 950 participantes.
Algunas de las graduadas en el Programa She is the Code crearon una campaña para contrarrestar la información errónea sobre la COVID-19 y el discurso de odio, mostrando contenido en línea en redes sociales y en la radio en idiomas locales. Para el Día de los Derechos Humanos del año pasado, algunas de las participantes en el programa se unieron a una campaña de Derechos Humanos de las Naciones Unidas para promover la igualdad tanto en línea como fuera de línea.
En el Consejo de Derechos Humanos celebrado en septiembre de este año, la Alta Comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet, apeló a los Estados a «cumplir su compromiso de facilitar la transferencia de tecnología a los Estados en desarrollo y de integrar programas orientados al acceso de mujeres y niñas a la tecnología digital en sus políticas de desarrollo y asistencia.»
«Las cuestiones de acceso, uso y mal uso de las tecnologías digitales deberían guiarse por principios y normas internacionales de derechos humanos, en especial de igualdad, no discriminación, inclusión, participación y de establecimiento de remedios eficaces,» añadió Bachelet.