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Salud y discapacidad

“La mutilación genital femenina puede detenerse”, afirma la Alta Comisionada

01 julio 2021

“La mutilación genital femenina (MFG) puede evitarse, y puede detenerse, para que millones de mujeres y niñas puedan disfrutar de su vida al máximo”, afirmó Michelle Bachelet, la Alta Comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos.

Las mujeres y niñas siguen sometiéndose a esta práctica dañina, que puede estar presente en más de 90 países del mundo, explicó Bachelet en un mensaje en vídeo durante una mesa redonda de alto nivel sobre la mutilación genital femenina en el Consejo de Derechos Humanos. La mesa redonda se centró en la importancia de adoptar un enfoque multisectorial para acabar con la práctica de la MFG y de crear políticas y programas más ambiciosos para abordar la MFG en el contexto de la pandemia de la COVID-19.

Antes de la pandemia, más de 200 millones de niñas y mujeres fueron víctimas de esta práctica y cuatro millones de niñas corrían el riesgo de sufrirla cada año, añadió.

Sin embargo, la pandemia mundial está poniendo en riesgo a más mujeres y niñas. En la actualidad, es posible que más de 20 millones de niñas no vuelvan nunca al instituto, lo que se sabe que reduce la MFG, según Bachelet. La pérdida de empleo, el cierre de colegios y los ingresos, así como los objetivos cambiantes de los dirigentes y los donantes están aumentando el riesgo de esta práctica opresiva, añadió.

“A menos que la prevención y la eliminación de esta práctica dañina se priorice y se integre en las acciones humanitarias y los planes nacionales de respuesta ante la COVID-19, muchas niñas correrán un mayor riesgo de ser víctimas de la MFG para 2030”, declaró Bachelet.

En julio de 2020, el Consejo de Derechos Humanos adoptó la resolución 44/16 sobre la eliminación de la mutilación genital femenina con el propósito de redoblar los esfuerzos por alcanzar la tolerancia cero con la MFG para 2030 y reafirmar la prohibición mundial que pesa sobre la práctica dañina al constituir una grave violación de los derechos de la mujer.

El número de mujeres y niñas mutiladas al año a escala mundial podría aumentar en 4,6 millones para 2030 si el objetivo de tolerancia cero no se alcanza, especificó Natalia Kanem, Directora Ejecutiva del Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA).

Aunque este panorama puede parecer desalentador, la coordinación entre los dirigentes de los gobiernos y la sociedad civil ha mejorado, explicó Kanem.

“Observamos planes nacionales multisectoriales con partidas presupuestarias especiales para encarar la MFG,  y mecanismos de coordinación jurídicamente obligatorios, como el Consejo Anti MGF de Kenia”, declaró Kanem. “El Programa Conjunto de NFPA/UNICEF también involucra a dirigentes tradicionales y comunitarios, autoridades religiosas, padres, y otros agentes que ocupan posiciones de autoridad”. 

Kanem lo sufrió de primera mano durante su misión reciente a Sudán cuando se reunió con un dirigente conocido en su comunidad como “Mama Iqbal”.

Mama Iqbal le comentó: “Siempre que nos enteramos de que una familia pretende someter a sus hijas a ablación, preparamos las tazas de café y vamos a hablar con ellos”.

“Esto es lo que llevará acabar con la MFG —más Mama Iqbals y otros aliados, incluyendo a hombres y niños, trabajando unidos en una comunidad tras otra”, alegó.

Roch Marc Christian Kaboré, Presidente de Burkina Faso, instó a todos los Estados a suscribir un compromiso universal para priorizar la lucha contra la MFG en sus proyectos y programas nacionales. En un mensaje en vídeo, Kaboré abogó por asignar recursos humanos suficientes y utilizar iniciativas mundiales entre organizaciones que promuevan la tolerancia cero para 2030. 

Con el fin de mejorar estos mecanismos y de recopilar más información sobre este progreso en los casos en que la MFG está más extendida, Amira Elfadil Mohammed Elfadil,  Comisaria de Asuntos Sociales de la Comisión de la Unión Africana (CUA), favoreció el refuerzo de la presentación de informes y rendición de cuentas. En 2019, la CUA hizo justo eso, con el lanzamiento de la Iniciativa Saleema de la Unión Africana sobre la Mutilación Femenina Genital para movilizar recursos, acciones, seguimientos, presentación de informes y rendición de cuentas.

“Las inversiones tales como el Programa Regional de África Iniciativa Sportlight brindan apoyo de capacidades fundamentales necesario para avanzar en este sentido —con la finalización de la violencia de género, las prácticas dañinas y el fortalecimiento de las iniciativas de derechos humanos como protagonistas—”, según Elfadil.

En Indonesia, más de la mitad de las prácticas de MFG se produce antes de que las niñas hayan cumplido los 4 meses, resaltó Bahrud Fuad, Comisario de la Comisión Nacional de Indonesia sobre la Violencia contra la Mujer.

“La MFG se considera un requisito religioso y un rito de iniciación”, explicó Fuad. “La medicalización de la MFG ha acarreado mayores perjuicios en las niñas por el uso de técnicas quirúrgicas más invasivas”.

Para afrontar estos problemas, el Gobierno reforzó las capacidades de los ministerios y creó una coalición de apoyo con dirigentes religiosos, académicos y organizaciones de la sociedad civil, prosiguió Fuad.

Aunque resulta vital implicar a todos estos expertos, todo enfoque con perspectiva de género, basado en los derechos y de múltiples interesados debería implicar a las niñas y mujeres, aseveró Bachelet. Un enfoque amplio supone considerar cómo la práctica está relacionada con “normas y estereotipos de género discriminatorios, así como formas múltiples de discriminación y otras causas principales de la desigualdad de género”, agregó.

“El silencio debe romperse; todas las voces deben ser oídas y todas las realidades conocidas.  Debemos actuar unidos contra esta práctica horrible”, afirmó Bachelet.

1 de julio de 2021