El derecho de las niñas a la educación en el Iraq después del EIIL
24 enero 2021
“Nunca he ido al colegio. Tenia que ayudar a mi madre con las tareas de la casa. Cuidaba de mis hermanos y ahora de mis hijos”.
Esin es una madre de veinte años con dos hijos que se vio forzada a huir de su hogar en Mosul (norte de Iraq) por el conflicto, y que buscó refugio en un campamento para desplazados internos. No sabe leer ni escribir, y su difícil situación se asemeja a la de innumerables niñas y jóvenes en Iraq, cuyo acceso a la educación se ha visto entorpecido por una multitud de factores.
Miriam, otra residente del campamento, fue obligada a contraer matrimonio precoz a la edad de 15. “No puedo asistir al colegio porque ahora estoy casada. Me casé con un hombre de fuera del campamento. No me parece un buen hombre. Es mayor. Viene al campamento a buscarme cuando quiere verme. Quiero divorciarme de él y quedarme aquí todo el tiempo”.
Pero Miriam no tiene elección: su familia necesita el dinero. Muchas familias en Iraq que afrontan niveles de pobreza parecidos se ven "impulsadas" a casar a las hijas precozmente con el sistema tradicional de recibir una dote por parte de la familia del novio.
Una vez casadas, es muy improbable que las niñas accedan a la educación.
El informe* publicado el Día Internacional de la Educación, hace hincapié en historias como la de Esin y Miriam, y analiza de qué forma las normas y los roles de género tradicionales, los niveles de educación familiares, la pobreza, los problemas de protección percibidos y los traumas siguen limitando el acceso de las niñas a la educación en Iraq, en particular en la zonas controladas anteriormente por el denominado Estado Islámico en el Iraq y el Levante (EIIL).
Constituye el segundo de una serie de informes que se centran en el acceso a la educación como factor de estabilidad decisivo en la transición después del conflicto de Iraq hacia un entorno de seguridad estable y hacia la paz a largo plazo. Los autores de este trabajo son Derechos Humanos de las Naciones Unidas y la Misión de Asistencia de las Naciones Unidas para el Iraq (UNAMI).
Divisiones de género que impulsan la falta de educación para las niñas
En Iraq cerca de 1,2 millones de niños necesitan recibir educación. Las niñas y las mujeres se ven afectadas desproporcionadamente por normas de género creadas socialmente, y las desplazadas internas han informado del aumento de la violencia de género y sexual, matrimonio infantil, precoz y forzado, además de abuso económico.
En algunas zonas rurales, las familias impiden a las niñas asistir el colegio y se fomenta el papel de madre y cuidadora al de trabajadora en el mercado laboral formal.
Según el informe, estas divisiones de género se han visto aún más reforzadas por el EIIL. En territorios bajo su control, las niñas y mujeres han sido objeto de abusos y delitos atroces. En el informe se señalan varios grupos minoritarios que han sufrido violaciones, esclavitud sexual, embarazo forzado, trata de personas y tortura.
Pobreza y niveles de educación familiares
El informe, además, destaca que el acceso de las niñas a la educación depende directamente de los niveles de formación de los padres. En muchas aldeas rurales, que han contado con una escolarización deficitaria a largo plazo y menos niñas escolarizadas, hay menos mujeres que se convierten en profesoras.
Temores de inseguridad y traumas predominantes
Las secuelas psicológicas ocasionadas por el legado de los años bajo el régimen brutal del EIIL y la violencia también han tenido un efecto demoledor. Las niñas entrevistadas para el informe y que habían regresado al colegio afirmaron haber afrontado muchos problemas, entre los que se encuentran la falta de concentración y sentimientos de impotencia y vulnerabilidad.
“A muchas de las niñas de mi aula se les prohibió salir de sus casas durante dos años en el curso de la ocupación”, declara Hanna, una profesora de Mosul. “Ya no pueden estudiar y sufren de ansiedad. Estas niñas no seguirán estudiando sin apoyo psicológico”.
El nivel de inseguridad percibida también supone un obstáculo importante para la educación, según el informe, puesto que numerosas familias mantienen a sus hijas en casa al temer por su seguridad.
La educación para las niñas: el camino a seguir
Aunque el informe reconoce los esfuerzos del gobierno iraquí por garantizar una educación en igualdad de oportunidades para todas las niñas amparadas por la Constitución y la legislación nacional, recomienda varias acciones prácticas para tratar obstáculos institucionales y sociales específicos a los que se enfrentan las niñas a la hora de acceder a la educación.
Todas las políticas educativas deben fomentar el aprendizaje de las niñas, aconseja el informe, y hay que crear ambientes escolares atentos a las cuestiones relacionadas con el género. Entre otras recomendaciones, el informe también apela al aumento de incentivos para la matriculación escolar, a un mayor apoyo a las niñas que hayan sufrido traumas, y a un refuerzo de programas para niñas más mayores y jóvenes que no hayan finalizado la educación básica.
Las recomendaciones reiteran compromisos concretos adquiridos como parte de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible a fin de que el gobierno iraquí proteja, promueva y respete una educación de calidad inclusiva y equitativa para las niñas. De igual modo, estos compromisos recibieron el firme apoyo del proceso del Examen Periódico Universal y la aceptación por parte del gobierno iraquí de más de treinta recomendaciones del ODS 4, la educación de calidad.
“Las medidas que velan por la igualdad del acceso a la educación generan mayores dividendos en derechos humanos para la sociedad en su conjunto, incluida la estabilidad y la paz a largo plazo”, concluye Danielle Bell, Representante de Derechos Humanos de las Naciones Unidas en Iraq y Directora de la Oficina de Derechos Humanos de la UNAMI. “El informe ofrece recomendaciones prácticas para tratar obstáculos institucionales y sociales específicos a los que se enfrentan las niñas a la hora de acceder a la educación, y pretende promover una educación inclusiva y equitativa para todos los niños de Iraq”.
24 de enero de 2021