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Justicia de transición

Las reparaciones para las víctimas de vulneraciones de derechos no son una opción, afirma el Relator Especial

24 octubre 2019

A menudo, las necesidades de las víctimas quedan excluidas del proceso cuando se trata de proporcionar compensación y rehabilitación para reparar el daño causado por vulneraciones importantes de derechos humanos y del derecho humanitario, afirmó el experto de las Naciones Unidas Fabián Salvioli.

“Con frecuencia las víctimas están en situación de vulnerabilidad y son generalmente excluidas de la toma de decisiones: esto debe cesar. Insto enérgicamente a los Estados a que coloquen a las víctimas en el centro de sus programas y les otorguen plena participación, para que el proceso adquiera legitimidad real”, manifestó.

Salvioli, que desempeña el cargo de Relator Especial sobre la promoción de la verdad, la justicia, las reparaciones y las garantías de no repetición, formuló estas declaraciones durante la reunión del Consejo de Derechos Humanos.

En el informe que presentó ante el Consejo, Salvioli señala que los programas nacionales de indemnización enfocados a aportar compensaciones a las víctimas de vulneraciones flagrantes de derechos humanos deben ser más holísticos y atender a las necesidades tanto físicas como emocionales. “Las reparaciones deben ir más allá de la indemnización, han de incluir, en la medida de lo posible, restitución, satisfacción, rehabilitación y garantías de no repetición”.

El Relator Especial señaló también que en muchos lugares se considera que las víctimas tratan de aprovecharse si solicitan alguna forma de compensación. Pero tienen derecho a hacerlo.

“Las reparaciones por vulneraciones de derechos humanos no son un asunto que dependa de la voluntad política; son claras obligaciones legales que se derivan del derecho internacional y los Estados deben cumplir con sus obligaciones en la materia”, añadió Salvioli.

El informe indica que los programas nacionales de indemnización constituyen la herramienta más eficaz para que las víctimas de vulneraciones flagrantes de derechos humanos y graves violaciones del derecho humanitario obtengan reparación. Sin embargo, a menudo esos programas se enfrentan a grandes dificultades. En muchos casos, cuentan con una financiación insuficiente y carecen de la seguridad jurídica e institucional necesaria para funcionar debidamente. Puede también que no sean exhaustivos y no tengan en consideración la gran variedad de necesidades de las víctimas, dijo Salvioli. Por ejemplo, los programas de rehabilitación y reparación para las víctimas en situaciones de vulnerabilidad suelen carecer de la financiación adecuada, especialmente los que se ocupan de las víctimas de violencia sexual.

“Me gustaría señalar que el fracaso a la hora de proporcionar reparaciones rápidas y adecuadas a las víctimas puede suponer un nuevo agravio para ellas y constituir un trato degradante e inhumano”, manifestó.

El informe de Salvioli ofrece varias recomendaciones para mejorar esta situación, entre otras una mejor financiación de los programas y la elaboración de planes de reparación que sean adecuadamente exhaustivos y eficientes para atender a todo el espectro de necesidades de las víctimas, asegurar y facilitar una participación y consulta eficaces, y otorgar una función significativa a las víctimas en el diseño de cualquier programa.

24 de octubre de 2019