La educación en materia de derechos humanos es clave para superar el conflicto y la desigualdad, afirman los expertos
26 diciembre 2017
En Sudáfrica, una contundente estadística dio origen a lo que llegará a ser el más amplio esfuerzo para incorporar los derechos humanos en el sistema educativo del país.
El dato en cuestión indicaba que menos del 10 por ciento de la población había leído realmente la Carta de Derechos de Sudáfrica.
“Había una desconexión evidente entre el respeto hacia el Estado de derecho, tal como se formula en la Constitución, y las vivencias cotidianas de la población”, afirmó la Sra. Katherine Liao, representante en el país de la Oficina Regional para África Meridional del ACNUDH (ROSA, por sus siglas en inglés).
Para cambiar esa situación, la Comisión Sudafricana de Derechos Humanos, en colaboración con los organismos educativos del gobierno, diversas universidades, el Consejo de Ministros de Educación y la ROSA, elaboraron un marco regional de políticas denominado Care and Support in Teaching and Learning [Atención y apoyo en la enseñanza y el aprendizaje]. Este proyecto, cuya preparación exigió tres años de trabajo, integra los derechos humanos en los planes de estudio de los grados 4º a 12º en todo el país. El marco de políticas se aplicará a escala nacional en 2018.
“Estamos transformando la sociedad, garantizando los derechos y devolviendo la dignidad. Porque sin derechos humanos no puede haber libertad. Sin libertad no puede haber desarrollo. Sin desarrollo no puede haber transformación”, dijo el Sr. Mohamed Ameermia, miembro de la Comisión Sudafricana de Derechos Humanos.
A medida que el mundo padece más conflictos y desigualdades basados en identidades y diferencias étnicas, religiosas y socioeconómicas, resultan cada vez más necesarias las estrategias que promuevan la comprensión, el respeto, la participación y la inclusión.
“La educación relativa a los derechos humanos ayuda a las personas a conocer sus derechos, de modo que puedan reclamarlos y defenderlos, y les alienta a defender los derechos de los demás”, afirmó el Secretario General Adjunto de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, el Sr. Andrew Gilmour. “En una época de reacción violenta contra los derechos humanos, la educación y los conocimientos de esa índole resultan más importantes que nunca”.
El Sr. Gilmour fue el orador principal de una conferencia mundial sobre educación en materia de derechos humanos que tuvo lugar recientemente en Canadá. La celebración del acto corrió a cargo de la Oficina del ACNUDH, el Centro Equitas para la Educación en Derechos Humanos, la Universidad de Concordia, la Universidad de Quebec en Montreal, el Centro McGill para los Derechos Humanos y el Pluralismo Legal, y la Universidad del Oeste de Sydney (Australia).
Más de 300 profesionales de la educación relativa a los derechos humanos, académicos y activistas del mundo entero debatieron sobre las diversas formas en que esa modalidad educativa puede alcanzar una repercusión concreta en el mundo de hoy. En la conferencia se realizaron importantes sesiones plenarias y talleres prácticos que pusieron de relieve hasta qué punto la educación en materia de derechos humanos ha cambiado la vida de mucha gente.
En los últimos decenios, la educación relativa los derechos humanos ha logrado grandes avances, merced al crecimiento exponencial de programas e iniciativas a cargo de gobiernos y entidades de la sociedad civil, declaró la Sra. Elena Ippoliti, oficial de derechos humanos de las Naciones Unidas. Pero todavía falta mucho para alcanzar el reconocimiento generalizado
de la función esencial que esa educación desempeña en la consolidación de sociedades justas y coherentes, añadió.
“Tenemos que aprovechar esos logros y redoblar los esfuerzos, si queremos abordar de manera significativa los graves problemas de derechos humanos que vemos en todas las regiones del mundo”, señaló la Sra. Ippoliti.
26 de diciembre de 2017