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La prevención de la tortura: El Protocolo Facultativo cumple 10 años

18 noviembre 2016

“Esta es la herramienta más poderosa de que dispone la comunidad internacional para intentar garantizar que no se aplica la tortura”, dijo El Sr. Malcolm Evans.

Esa poderosa herramienta es el Protocolo Facultativo de la Convención Contra la Tortura (OPCAT) y el Sr. Evans lo afirmó en el discurso que pronunció con motivo de su décimo aniversario. El Sr. Evans preside el Subcomité para la Prevención de la Tortura (SPT), el grupo cuya tarea consiste en velar por la aplicación del OPCAT en la práctica.

El OPCAT está en la vanguardia cuando es preciso abordar la prevención de la tortura. En el mandato se hace hincapié en las medidas prácticas para evitar la aplicación de la tortura. Esta labor se lleva a cabo mediante la cláusula del mandato que autoriza al Comité a visitar sin previo aviso a un país y a sus centros de detención y ‘a ir a donde desee y ver lo que desee y a quien quiera ver’, señaló el Sr. Evans.   

En los últimos diez años, los miembros del SPT han realizado más de 50 visitas y han formulado recomendaciones que han arrojado resultados muy  diversos, tales como un mejor acceso a la asistencia letrada, incluso para los niños, el refuerzo de las garantías para los detenidos, más acceso a la información basada en los derechos humanos para los reclusos y mejor formación para los jueces, agentes de policía, personal de los centros penitenciarios y profesionales de la sanidad.

“Tal vez el logro más impresionante en el marco del OPCAT ha sido la creación de tantos mecanismos nacionales de prevención (NPM), muchos de los cuales realizan una labor extraordinaria en países donde nunca antes se había llevado a cabo un trabajo de esa índole. Esto constituye un registro de logros reales, prácticos y significativos”.

En el caso de Georgia, cuando se creó el NPM el país atravesaba una etapa de “torturas y malos tratos generalizados en el sistema de justicia penal”, dijo la Sra. Nika Kvaratskhelia, que dirige la Unidad del NPM en Georgia.

El NPM ha realizado con éxito más de 1.000 visitas sin previo aviso y visitas periódicas preventivas a los centros de detención del país en los últimos siete años.  La labor del NPM y la colaboración con el Estado han propiciado reformas de amplio espectro en todo el país. La Sra. Kvaratskhelia señaló las mejoras en las condiciones materiales de las cárceles (varias de las cuales han sido clausuradas por mal estado), la mejor gestión de esos centros penitenciarios mediante la capacitación del personal y el seguimiento de la situación de los discapacitados que se encuentran en reclusión.

“La lección más importante que hemos aprendido en estos siete años es que el sistema del OPCAT tendrá poca repercusión si no existe un auténtico diálogo constructivo entre los NPM y los Estados Partes”, dijo la Sra. Kvaratskhelia.

Es esta relación triangular –entre derechos humanos, NPM y el Estado- la que contribuye al éxito del OPCAT, afirmó el Embajador Coly Seck, Representante Permanente de Senegal en Ginebra.

“El OPCAT ha logrado dar más notoriedad a su importante mandato, mediante la demostración de su valor, tanto en lo tocante al método como a sus resultados”, añadió el Sr. Seck.

En sus diez años de vigencia, el OPCAT ha logrado mejorar la protección contra la tortura y los malos tratos en los 83 países que lo han suscrito hasta el momento, dijo el Sr. Evans. En cuanto al futuro, el Sr. Evans alberga la esperanza de que más países acepten su mandato mediante la ratificación del Protocolo Facultativo.

“Siempre habrá necesidad del SPT porque siempre existirá el riesgo de que ocurran torturas y malos tratos, de modo que es preciso velar por que se adopten todas las medidas posibles para reducir al mínimo ese riesgo”, declaró el Sr. Evans.

18 de noviembre de 2016

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